- Romántica actual
- El chico que dibujaba constelaciones
El chico que dibujaba constelaciones
Detalles del libro
- Romántica actual
Esta es una historia de amor, de sueños y de vida. La de Valentina. La chica que no sabía que tenía el mundo a sus pies, la que creció y empezó a pensar en imposibles. La que cazaba estrellas, la que anhelaba más, la que tropezó con él. Con Gabriel. El chico que dibujaba constelaciones, el valiente e idealista, el que confió en las palabras «para siempre», y creó los pilares que terminaron sosteniendo el pasado, el ahora, lo que fueron y los recuerdos que se convertirán en polvo.
Opiniones de los usuarios
Esta historia de amor, la de Valentina y Gabriel, se labró desde los cimientos y duró más de cincuenta años. Fue larga y fructuosa, hermosa y dolorosa en algunos momentos de la vida (porque así es la vida), pero ellos se amaban y siempre lograban encontrarse. A pesar de las distancias... se volvían a enamorar.
Desde el principio él creyó en ella mucho más que la propia Valentina. Era su apoyo y su piedra fuerte, pero llegó el día en el que la piedra necesitó también su apoyo, y lo encontró en una Valentina, que por aquel entonces ya era una mujer fuerte gracias a él. Eran el complemento perfecto.
La historia comienza en los años sesenta y transcurre hasta nuestros días. La cuenta Valentina y nos va narrando desde que lo conoció, se enamoró de él y cómo fue transcurriendo toda su vida. Narrada con una prosa maravillosa que te conmueve totalmente, debido a la perfección con la que la escritora sabe plasmar los sentimientos de los protagonistas. Tiene momentos dulces, tiernos, risas, lloros, sonrisas, enfados, reconciliaciones, frustraciones...
Asimismo, nos presenta todo un retrato de una Valencia en que la sociedad empezaba a cambiar. Los jóvenes oían música pop, empezaban a ir a "guateques", se subía el largo de las faldas; los estudiantes se sublevaban en las universidades y eran arrestados por los "grises". En España cantaban Formula V y Nino Bravo y en Inglaterra Los Beatles...
Poco a poco Valentina y Gabriel fueron viendo cómo la sociedad en la que ellos crecieron iba cambiando. Franco murió, llegó la época de la transición con Adolfo Suarez. Un periodo de cambios que afrontaron con valentía e ilusión y muy enamorados como toda su larga vida.
Hay una canción que a ellos les encantaba y a mí también y me la han recordado. Es de Nino Bravo.
"Te quiero vida mía. Te quiero
Noche y día no he querido nunca así..."
Una novela preciosa y llena de amor y dulzura. Es una historia sencilla y tranquila como lo es la vida misma. Una delicia para los sentidos y un placer para alma.