Es mi primera vez leyendo a Alice, y sinceramente lo he disfrutado mucho. Es una lectura súper emotiva, envolvente y muy bonita, y diría que cumplió con casi todo lo que busco en un libro.

Primero tenemos a Heather, quien tras circunstancias que de a poco se irán desvelando, deja todo para irse a un pequeño pueblo en Alaska, escapando de muchos fantasmas. Diría que es un poco impulsiva, insegura y culposa, pero también es divertida, alegre y muy resiliente. Siento que se reflejó muy bien en ella el daño que pueden causar los vínculos tóxicos cuando no somos capaces de cortarlos y me gustó que se abordara el tema.

Sentí muy bonito todo su proceso a lo largo del libro, cómo fue aprendiendo a vincularse de manera más sana, cómo fue volviendo a confiar en sí misma, cómo fue reconciliándose con su historia y controlando sus conductas autodestructivas… de verdad me gustó mucho.

Nilak, por su parte, se muestra como un hombre frío, tosco y distante, especialmente con Heather, pero es evidente que hay mucho más detrás de todas sus capas. Su frialdad es solo un refugio que esconde culpa y dolor y, por lo mismo, me pareció muy bonito que pudiera sobreponerse a su pasado y decidir avanzar; en ese sentido, adoré su evolución. No obstante, me hizo falta su POV… ajá, leí los capítulos adicionales con su perspectiva y entiendo por qué no podían ir antes, pero siento que eso fue lo que me faltó para terminar de amarlo por completo.

Me gustó que ambos personajes son muy reales… tienen capas, inseguridades, dolores y, si bien considero (muy personalmente) que a ambos les falta terapia, me pareció bien llevado el tema de que fueran poco a poco desprendiéndose de sus propias historias personales para abrirse el uno al otro.

La trama en ese aspecto me pareció bien desarrollada. Hubo algunos eventos que vi venir y otros lograron sorprenderme demasiado. En cuanto al ritmo del libro, si bien en momentos lo sentí un poco plano, en lo personal a mi me gustó, especialmente considerando la carga emocional que ambos personajes llevaban consigo.

En cuanto al romance, me pareció que Heather y Nilak son muy bonitos y me amé que fueran acercándose de forma pausada y progresiva, especialmente teniendo en cuenta que ambos estaban lidiando con sus propios procesos… Considero que hay un poco de todo; tensión, diálogos adictivos, slow burn, una pizca de spicy, pero me faltó en momentos un poco más de chispa… no sabría bien cómo decirlo. A pesar de eso, hay escenas entre ambos que se me hicieron preciosas y hubiese deseado leer mucho más de ellos dos juntos.

Los personajes secundarios son un 10. Caos es MAGNÍFICO. Amo su relación con Heather, cómo se complementaron y cómo se salvaron mutuamente. John también es un personaje que me encantó… el vínculo que creó con Heather, cómo la cuidó y cómo la acompañó… fue muy lindo. Y bueno, en general, todos siento que aportaron y eso se agradece.

Me gustó la inclusión de temáticas de salud mental y siento que aportó en darle complejidad y matices a los personajes.

En síntesis, es una historia muy bonita, con un romance bien llevado, de dos personas muy rotas, que logran encontrarse y darse a sí mismas una nueva oportunidad.

¿Qué me faltó? Más emoción…. Siento que esto ya es subjetivo y tiene que ver, por un lado, con que tenía las expectativas muy altas (error mío) y, por otro, con que mi última lectura fue demasiado intensa emocionalmente para mí, por lo que con este libro siento que quedé un poco corta en ese sentido. Que no se malentienda, derramé varias lágrimas, pero me faltó sentir un poco más con Heather y Nilak.

«Eres tan increíble, Heather... Alguien debería habértelo dicho cada día de tu vida, todas las mañanas, hasta que terminases creyéndote esa verdad y diciéndotelo a ti misma al mirarte al espejo. Porque es cierto. Lo eres. Ella tiene razón. En algún momento te darás cuenta de que eres Siginiq. El Sol.»

Puntuación: 4.4/5 ⭐️