Cuando un libro me conmueve tanto como lo ha hecho este me cuesta mucho hacer su crítica, porque pienso que no voy a ser capaz de describir todos los sentimientos que me ha provocado. Creo que se ha convertido en una de mis novelas románticas favoritas.

El fuego que nos une es una historia dura, realista, pero tan preciosa que no he podido evitar llorar en más de una ocasión, unas veces de emoción y otras de tristeza.

A pesar de las estupendas críticas de sus anteriores novelas, nunca había leído nada de esta autora, y debo confesar que me he ido corriendo a comprarme sus otros dos libros nada más terminar este, porque me he enamorado de la forma que tiene de narrar Britainy C. Cherry. Escribe frases que he querido atesorar porque me parecen magistrales, como algunas reflexiones sobre los sentimientos o sobre la vida misma que me han llegado al alma. Desde luego que se me han quedado grabadas en la memoria y difícilmente voy a olvidarlas. Todo en este libro es profundo y real, nada es superficial. Sus páginas te van conquistando sin remedio hasta invadirte el corazón por completo y quieres beberte y recrearte en cada palabra.

Lo acabo de terminar y ya estoy echando de menos a sus personajes.

Lo que hace tan especial esta historia son sus protagonistas, tanto Logan como Alyssa. Son maravillosos por su complejidad, por su autenticidad, por sus defectos, porque parecen personas de verdad.

Logan no es el típico héroe de novela romántica, es todo lo contrario. No es un chico rico y triunfador. Es el perfecto antihéroe y es precisamente por eso que es tan especial para mí. Tiene más defectos que virtudes, además de todo el sufrimiento que alberga en su interior. Tiene una vida muy difícil. Él piensa que todo lo que toca lo estropea, y que jamás va a ser capaz de amar. Y vaya si se equivoca... no he visto nunca un amor tan desgarrador.

Alyssa, sin embargo, es una chica normal y corriente con la que cualquiera de nosotras se puede identificar. Ha sufrido el abandono de su padre y necesita el cariño que su madre no le da. En cuanto conoce a Logan siente una conexión total con él, a pesar de ser tan distintos como la noche y el día. Es precisamente esa diferencia entre ellos la que consigue que se complementen a la perfección. Cuando están juntos, son uno. Cuando están juntos, saltan chispas. Cuando están juntos, los ojos de ambos resplandecen. Se conocen tan intensamente que solo necesitan una mirada para saber qué le pasa al otro.

La amistad y complicidad que se forja entre ellos es preciosa, y se va convirtiendo en una atracción física tan fuerte, en un amor tan sincero y hermoso que me emociono con tan solo recordarlo. Pero su relación no es fácil y se pondrá a prueba continuamente el sentimiento que les une.

Y qué decir de los personajes secundarios: he sufrido, he reído, he llorado y me han enternecido el corazón.

No quiero contar nada sobre la trama para no estropearle la lectura a nadie y que lo decubráis vosotros mismos, porque de verdad que merece la pena leer este libro.

En mi opinión es una de las mejores novelas que se ha publicado en los últimos tiempos. La recomiendo muchísimo.