Quien me conozca sabrá que yo con esta autora tengo una relación de amor-odio, y es que me fascina como escribe, pero siempre se me queda la sensación de que mete demasiado drama en sus libros. Cuando la conocí con El aire que respira, me fascinó como transmitía los sentimientos. Os aviso desde ya, que si no habéis leído ese libro, tenéis que hacerlo porque es muy bonito.

Después leí Querido Señor Daniels y aunque me gustó, no me terminó de enamorar. En este libro, para mi gusto, la autora metió mucho drama y eso hizo que no lo disfrutase del todo, aunque seguí opinando que escribe maravillosamente bien.

El fuego que nos une es el segundo libro de la serie Los elementos. No tiene nada que ver con el primero, es más, se pueden leer individualmente porque ni los protagonistas, ni los secundarios ni la trama tienen nada en común. De este libro había leído cosas buenas, pero después de su libro anterior, iba con las expectativas bajas por si acaso. Y ahora, que lo he terminado he de decir que me ha encantado y que no me arrepiento por haberlo leído.

Había leído en Goodreads que esta serie iba de menos a más, y la verdad es que es totalmente cierto. No sé cómo será el tercero de la serie, pero este me ha dejado más que satisfecha. Me gustan mucho los romances que se gestan cuando los protagonistas son jóvenes y por causas del destino se separan para años después volver a juntarse. Y eso es lo que sucede dentro de estas páginas.

Alyssa es una chica que vive con su madre y que está sometida a lo que ésta dice. Aún así, no es de las que hacen todo lo que le ordenan, no. Ella tiene voz y voto en su vida, y hace lo que le parece oportuno en cada momento. Trabaja como cajera, aunque su pasión es tocar el piano.

Logan es un joven que no lleva una buena vida. Criado por una madre drogadicta y un padre que trafica con ella, no ha tenido nada fácil ser el gran chico que es. Porque sí, es un chico problemático y drogadicto, pero en el fondo solo está necesitado de cariño y es ahí donde entra Alyssa, esa chica que le hace ver que la vida puede ser diferente y mejor.

Por causas del destino, sus vidas se truncan y lo que parecía un amor para siempre, se rompe. Y es por causas del destino que sus vidas vuelven a juntarse, y aunque ninguno de los dos es el que era, el amor que sienten no se puede olvidar. Pues ya lo dice el refrán... Donde hubo fuego, cenizas quedan, aunque los dos tendrán que luchar para volver a estar juntos.

No puedo deciros qué es lo que sucede para que los dos protagonistas se separen. Solo os diré que es por algo bastante grave, y espero que os leáis el libro para descubrirlo, pero sobre todo porque es un libro que merece la pena leer.

Los dos protagonistas me han gustado mucho. Creo que se complementan a la perfección. Alyssa es una joven inocente aunque no por ello tonta, sabe perfectamente lo que quiere con su vida y además quiere ayudar a Logan, pues sabe qué es lo que esconde en el fondo de su corazón. Y Logan es un chico problemático desde el principio, aunque con él se demuestra que la gente puede cambiar.

Son dos protagonistas que enamoran, aunque parte del mérito lo tienen los personajes secundarios. En este libro hay dos que son imprescindibles y son Kellan, el hermano de Logan y Erika, la hermana de Alyssa. Además son pareja dentro del libro y me han gustado igual que los protagonistas.

Todo lo referente a ellos me ha tenido con el corazón encogido, sobre todo porque pensaba que iba a suceder algo que al final no ha sucedido y eso me ha dejado con una sonrisa enorme en la cara.

Tengo muchas ganas de leer algo más de la autora, esta vez me ha dejado con ganas de mucho más y tengo que decir que el libro solamente me duró un día, pues no podía soltarlo, tenía esa necesidad de seguir leyendo para saber qué iba a pasar con todos los personajes.

Cita:
Estos dos individuos son superhéroes del amor. Demuestran que, cuando las cosas se ponen difíciles, siempre se puede encontrar una sonrisa. Se sacrifican por el otro, porque saben que su amor es real. Incluso cuando está oscuro, su amor brilla de alguna forma. Estos dos individuos me enseñaron a aceptar el amor. A creer en los finales felices. A darlo todo de mí, incondicionalmente. [...] Que todos busquemos ese tipo de amor, que todos descubramos ese tipo de amor...