Detalle de la opinión
4.8 2 0.5De las que no se olvidan
Valoración
5.0
Definitivamente leer a Mia Sheridan es una delicia para los sentidos y para el alma. Cada novela suya que leo me satisface más y me hace más adicta a su pluma. Creo que se supera con cada libro. Y ya es decir...
El honor de Preston es una historia sublime y conmovedora. Una novela escrita de manera magistral; llena de sensibilidad, calidez y sencillez, que no dejará a nadie indiferente. De eso no me cabe duda.
Preston y Cole son dos hermanos gemelos que viven en una granja. Hijos de una de las familias más respetadas y pudientes del lugar. Ellos y Annalia se conocen desde niños, aunque comparten una amistad muy discreta.
Ella no pertenece al entorno de los Sawyer. Annalia, vive en la más absoluta pobreza, en un antiguo cobertizo alquilado al lado de la inmensa extensión de la granja de sus amigos, junto a su madre inmigrante. Lia sobrevive como puede, en un entorno en el que lo material no es lo único que le falta, también el afecto y cariño de alguien.
Preston y Cole son sus únicos amigos, aunque solo cuando no hay nadie cerca. Comparten juegos, bromas y rutinas desde siempre. Sobre todo con Cole, que es el hermano más bromista y cariñoso. Preston es más serio y correcto, y es por quien ella suspira desde que tiene uso de razón...
Preston está prendado de Lia desde que la vio por primera vez. Pero su honor hace que mantenga las distancias con ella... aunque eso les cueste tanto sufrimiento.
La historia entre Preston y Lia es intensa, sensible, desgarradora, preciosa y fuerte. Muy en la línea de la autora. Pero con ese toque original que consigue darle personalidad a sus libros, con unos giros inesperados que hacen no puedas dejar de leer en ningún momento.
Mia crea siempre unos personajes tan reales, y eso me encanta. En mi opinión los perfila en profundidad, de una forma extraordinaria, hasta que casi consigue darles vida propia. Y lo digo así porque realmente me hace verlos tan de verdad que, junto con ellos o por ellos, siento cada emoción que ellos tienen en todo momento; Odio, rabia, pena, emoción, esperanza...
Se han colado en mi corazón y se han clavado en mi alma sin poder ni querer remediarlo. Y es que es una historia tan, tan... especial... que me enamora y me postra una vez más a los pies de la autora.
Ha sido una de esas lecturas que no podía soltar, y a la vez no quería terminar. La he devorado sin darme cuenta y cada página me ha tenido con ese pellizco en el pecho en todo momento que me encanta. Con las lágrimas en los ojos y la sonrisa en la boca, según el momento. Pero siempre, siempre emocionándome. Cuando he cerrado el libro, me han dado ganas de volver a comenzarlo para volver a sentir todo eso.
Una novela de las que dejan resaca.
De las que no se olvidan.
De las que de vez en cuando necesitas releer.
De las que recomiendas hasta el cansancio.
Desde la primera novela de Mia que leí, supe que sería una autora que adoraría. Lo que no sabía era hasta qué punto.
No la recomiendo sin más porque sí, sino que voy más allá diciendo que debería ser una lectura obligada.
Ya estoy deseando descubrir lo próximo de la gran Mia Sheridan.
El honor de Preston es una historia sublime y conmovedora. Una novela escrita de manera magistral; llena de sensibilidad, calidez y sencillez, que no dejará a nadie indiferente. De eso no me cabe duda.
Preston y Cole son dos hermanos gemelos que viven en una granja. Hijos de una de las familias más respetadas y pudientes del lugar. Ellos y Annalia se conocen desde niños, aunque comparten una amistad muy discreta.
Ella no pertenece al entorno de los Sawyer. Annalia, vive en la más absoluta pobreza, en un antiguo cobertizo alquilado al lado de la inmensa extensión de la granja de sus amigos, junto a su madre inmigrante. Lia sobrevive como puede, en un entorno en el que lo material no es lo único que le falta, también el afecto y cariño de alguien.
Preston y Cole son sus únicos amigos, aunque solo cuando no hay nadie cerca. Comparten juegos, bromas y rutinas desde siempre. Sobre todo con Cole, que es el hermano más bromista y cariñoso. Preston es más serio y correcto, y es por quien ella suspira desde que tiene uso de razón...
Preston está prendado de Lia desde que la vio por primera vez. Pero su honor hace que mantenga las distancias con ella... aunque eso les cueste tanto sufrimiento.
La historia entre Preston y Lia es intensa, sensible, desgarradora, preciosa y fuerte. Muy en la línea de la autora. Pero con ese toque original que consigue darle personalidad a sus libros, con unos giros inesperados que hacen no puedas dejar de leer en ningún momento.
Mia crea siempre unos personajes tan reales, y eso me encanta. En mi opinión los perfila en profundidad, de una forma extraordinaria, hasta que casi consigue darles vida propia. Y lo digo así porque realmente me hace verlos tan de verdad que, junto con ellos o por ellos, siento cada emoción que ellos tienen en todo momento; Odio, rabia, pena, emoción, esperanza...
Se han colado en mi corazón y se han clavado en mi alma sin poder ni querer remediarlo. Y es que es una historia tan, tan... especial... que me enamora y me postra una vez más a los pies de la autora.
Ha sido una de esas lecturas que no podía soltar, y a la vez no quería terminar. La he devorado sin darme cuenta y cada página me ha tenido con ese pellizco en el pecho en todo momento que me encanta. Con las lágrimas en los ojos y la sonrisa en la boca, según el momento. Pero siempre, siempre emocionándome. Cuando he cerrado el libro, me han dado ganas de volver a comenzarlo para volver a sentir todo eso.
Una novela de las que dejan resaca.
De las que no se olvidan.
De las que de vez en cuando necesitas releer.
De las que recomiendas hasta el cansancio.
Desde la primera novela de Mia que leí, supe que sería una autora que adoraría. Lo que no sabía era hasta qué punto.
No la recomiendo sin más porque sí, sino que voy más allá diciendo que debería ser una lectura obligada.
Ya estoy deseando descubrir lo próximo de la gran Mia Sheridan.