- Romántica actual
- El jardín de los silencios
El jardín de los silencios
Detalles del libro
- Romántica actual
¿Se puede renunciar al amor, por amor?
Noemí es vital, alegre, una fuerza de la naturaleza a quien le encanta bailar y que se ha enamorado del mejor amigo de su hermana mayor. Y tiene que renunciar a él y a su propia familia.
Álex es tímido, callado, un chico atractivo de unos increíbles ojos verdes que se ha enamorado de la hermana pequeña de su mejor amiga. Y tiene que renunciar al amor de su vida.
Y ambos renuncian porque aman demasiado.
Años más tarde, Álex está desencantado de la vida insulsa y llena de obligaciones que tiene, y decide que ha llegado el momento de luchar por Noemí. Esta vez no la va a dejar escapar.
¿Les dará el destino una segunda oportunidad? ¿Podrán hacer frente a aquello que los separó?
Entre escenas divertidas, sensuales y emotivas, la lealtad se va a poner a prueba, porque, al fin y al cabo, el amor no se decide, se siente.
Opiniones de los usuarios
Os digo que tenéis que fijaros más en las corazonadas y pálpitos porque... ¡tremenda historia!
La adoré. De principio a fin.
Y es que el tema de que el amor de nuestras vidas aparece en cualquier momento es una verdad universal... del mismo modo que se nos plantea el brete de qué hacer cuando este aparece demasiado pronto.
Amén de que también nos recuerda que las vida nos cambia de un momento a otro.
La historia de Álex y Noemí es preciosa. Y muy trágica. Rabia me ha dado ver todo su sufrimiento y dolor por miedo a no hablar y al atreverse por ser felices. Eso sí, he echado en falta algo más del punto de vista de él
Es un canto a la importancia de los primeros amores en nuestras vidas y cómo, estos son difíciles de olvidar y, al mismo tiempo, nos indica que hacer daño, en ocasiones es inevitable. Más cuando queremos y debemos ser el amor de nuestras vidas. Solo nosotros.
Del personaje de Laura, mi tocaya, tengo ganas de saber más porque me ha desquiciado en ocasiones y, al mismo tiempo me ha generado mucha curiosidad. Así que espero que la autora se anime a escribir su historia.
La merece.
Y yo estaré deseosa de volver a leerla.
En esta historia conoceremos a Álex y Noemí tanto su etapa como adolescentes hasta que son adultos. Los dos se sienten atraídos desde que son jóvenes, aunque la timidez y el miedo a ser rechazados les impiden dar el paso, poniendo mil excusas como la diferencia de edad, etc. Ambos se lanzan indirectas durante su etapa en el instituto pero no logran ver si es algo más o se trata de amistad. Un viaje lo cambiará todo aunque no como esperaban.
Aquí pasamos a su etapa adulta, dando un salto temporal, conociendo de nuevo a Álex y Noemí, dos personas muy diferentes a las que recorrían los pasillos del instituto juntos. La muchacha vivaracha y jovial se ha convertido en alguien más reservado y desconfiado. Cuando la joven Noemí se entera de lo que sucedió esa fatídica noche, pone tierra de por medio y vuelve en contadas ocasiones solo para visitar a su familia. Noemí en versión adulta vuelve al lugar donde nació de forma indefinida, debiendo enfrentarse al pasado que tiene cara de su mejor amigo y primer amor: Álex.
Aquí es donde pongo el "pero". Álex (su versión adulta) no me acabó de convencer como protagonista, me resultó difícil empatizar con él al parecer tan pragmático. Al final decide poner en orden su vida como si fuera todo sencillo, quizás me hubiera gustado esta faceta de puertas para fuera pero para dentro eché en falta alguna escena de duda y miedo. Parece como que la perjudicada es Noemí, así que solo se centra en ella y su dolor, pero al final Álex tiene la peor situación y es quien tiene las de perder. Me hubiera gustado conocer la otra parte de Álex, la más humana y menos centrada.
Por lo demás, se trata de una novela agridulce que he disfrutado mucho, la he disfrutado y me enganchó tanto que la terminé en una tarde-noche.
Si me seguís de hace un tiempo, sabréis que no soy mucho de romántica contemporánea (adulta), dentro de la novela romántica es de lo que menos he leído y no me suele llamar mucho la atención. Pero el estilo de Carme Prats me gusta tanto que no dudo en tirarme a la piscina para conocer nuevos personajes. Un buen ejemplo de que autopublicar es sinónimo de calidad, se nota el mimo y el trabajo que hay detrás: portada, corrección, maquetación, etc.
Estaré pendiente de las próximas publicaciones de la autora.