Everly Vaugh (Evie para los amigos), acaba de pasar una de las experiencias más traumáticas de su vida, pilló a su novio la noche antes de su boda con su mejor amiga, y ¿qué hizo?, se casó y con un par, enseñó en pleno banquete el video de marras. ¿Consecuencia? Divorcio. Se quedó sin trabajo (era su jefe) y acabó viviendo en casa de su hermana, hasta encontrar otro trabajo de psicóloga con el que poder pagarse un alquiler... Pues bien, los dioses la escuchan o más bien Kitty, la mejor amiga de su abuela, y suya también, le consigue una entrevista en la empresa de su nieto, Merrick.

Merrick Crowford es dueño de una compañía de inversores de Wall street. En el último año su empresa ha recibido unas cuantas demandas de sus trabajadores a causa del estrés que sufren, así como una pelea entre empleados que no acabó muy bien. La junta le obliga a contratar a una psicóloga y que sus empleados hagan terapia, por supuesto él está en contra, así que decide contratar a la menos competente según él, y la vencedora será Evie.

Con este inicio la trama está servida.

¿Qué se puede decir de este libro? Los protagonistas, tanto principales como secundarios, son muy completos. Will, Kitty, Colette, Green, Amelia. A través de ellos y sus historias conoceremos mucho mejor a nuestros protagonistas. Ha habido algunos que he odiado desde el primer momento, como a Crhistian y Amenila, y otros que se han ganado un pedacito de mi corazón. Kitty es una mujer sabia, un poco alocada, te sacará más de una sonrisa, pero que ama a los suyos por encima de todo, y Will es el amigo que todos querríamos tener, leal, íntegro, pero no le tiembla el pulso para lanzarnos al abismo si con eso espabilamos.

A lo largo de sus 411 páginas, con capítulos narrados a dos voces y una pluma ligera y de diálogos rápidos, veremos que la trama está muy bien hilada, cosa a la que nos tiene acostumbrados la autora. No solo es una historia de amor, sino que además tenemos la marca de la casa, enlazando temas más delicados, en este caso el maltrato, con historias de superación y resiliencia.

¿Tenemos escenas spicy?, por supuesto, pero esta es una relación a fuego lento, así que durante muchas páginas veremos una gran tensión, que como no puede ser de otra manera, culminará con fuegos artificiales.

Otro punto que mencionar son los capítulos narrados como flashbacks, estos nos ayudarán a entender mejor a Merrick. Esta técnica también es muy Vi Keeland, de la misma forma que tiene siempre de cerrar sus historias con un círculo perfecto.

Conclusión: libro totalmente recomendable, para pasar un buen rato, tenemos un romance de oficina, con un poco de mamarracheo y escenas de lo más singulares, todo esto regado con una dosis de amistad, amor y solidaridad.