Qué maravilla de libro. Me ha encantado!!!! Creo que la autora ha sabido conjugar unos elementos imprescindibles, para hacer una novela imprescindible.

Todo comienza en el Museo Guggenheim, de Bilbao, donde Luz y su hermana Irene están de visita. Allí Luz vislumbra a una persona conocida, pero como las dos tienen prisa por ver el museo entero, no le da mayor importancia. Poco después vuelve a ver a esa persona, pero piensa que su mente le está haciendo ver cosas que no son. Pero cuando por causas del destino, se encuentra en una reunión de amigos y allí oye el nombre de Martín, sabe que la persona que más odia en el mundo está de vuelta y que en realidad sí que le vio y no se lo imaginó.

Poco después coincide con él, pero intenta por todos los medios no toparse con él, pero Martín que la ha reconocido, intenta hablar con ella por todos los medios posibles. Pero Luz guarda mucho odio en su interior, pues Martín es el hombre que le destrozó la vida en la universidad.

Pocos días después Luz y sus amigos Leire y David, deciden dar una vuelta por algunos pueblos de Bilbao, para ver caseríos, pequeñas iglesias, reliquias y demás. Y es ahí cuando Luz se da cuenta de que Martín ya no es aquél chico desgarbado y torpe, sino un hombre hecho y derecho y además guapísimo, pero no está dispuesta a caer en sus redes otra vez.

Martín no deja escapar la oportunidad de estar con Luz, pues es la única mujer que ha logrado que vuelva a sonreír de verdad en mucho tiempo. Pronto los dos se verán envueltos en una situación un poco embarazosa, por lo que tendrán que aceptar que se sienten atraídos aún después de tanto tiempo.

Pronto empieza entre ellos una bonita historia de amor, pero los malos entendidos están a la orden del día, por lo que los sentimientos entre los dos se hacen cada vez más fuertes. Pero Martín sabe que tiene que tener mucho cuidado, pues el asunto que lleva entre manos es demasiado delicado, igual que el amor que siente por Luz.

No he querido contar más del libro para no destripar la historia, pero me he encontrado con un libro de segundas oportunidades muy bonito y emotivo. Los protagonistas me han gustado desde el primer momento, pues son de esos que te calan hondo desde la primera página y no puedes soltar el libro para ver qué va a pasar con ellos dos. Luz, qué decir de Luz, una mujer llena de vida, chispeante, divertida, con un toque alocado con el que me he reído muchísimo, con unas ganas de vivir tremendas, cariñosa, amiga de sus amigos y un largo etcétera.

Ay! Martín, qué hombre... Creo que me he enamorado de él igual que Luz, un hombre varonil, trabajador, independiente, guapo, luchador y enamorado hasta las trancas aunque no lo quiera reconocer. Los dos protagonistas hacen una pareja perfecta, pues encajan entre ellos a la perfección, la química traspasa las hojas del libro.

Los secundarios me han encantado, creo que desde el primero hasta el último tienen un papel muy importante en el libro. Destacaría el papel de Leire y David, los mejores amigos de Luz. Su pequeña historia de amor en el libro me ha encantado. Irene, la hermana de Luz, pese a que no sale mucho, creo que es un personaje muy entrañable, pues la relación que mantiene con su hermana es muy especial.

La ambientación del libro me ha sorprendido gratamente, pues creo que las descripciones de los parajes, pueblos, iglesias, ermitas y demás están muy bien descritas, aunque está claro que la autora al ser de Vizcaya ha estado viéndolo desde bien pequeña, pero a mí me ha gustado porque podía oler los pinos y ver los prados en mi mente. Los diálogos están bien desarrollados, con momentos de pura risa y otros momentos de máxima tensión. Un libro que recomiendo, pues creo que contiene todo lo necesario para hacer pasar momentos inolvidables. Dejo un fragmento que me ha gustado mucho para que podáis entrever qué se cuece dentro del libro...

¿Te levantas todas las mañanas pensando en ella? Su contestación había sido la más lógica ¡No!

Un par de horas más tarde, la apreciación inicial había variado un poco: No, pero...

A la mañana siguiente se había levantado pensando en ella. Bueno, en ella no, en realidad, en la pregunta de Katia se había justificado.

Por la tarde, había llegado a la conclusión de que rotundamente NO, no pensaba en Luz casi nunca.

No, no pensaba en ella por las mañanas, sino que la echaba de menos todas las noches.

No, no se acordaba de su voz, aunque escuchaba su risa a cada momento.

PD: Por cierto, creo que la portada concuerda perfectamente con el libro, así que mi enhorabuena a la autora por ello....

Mi puntuación es de 5/5...