Tras leer El cielo en llamas quedé tan enamorada de la historia de Eve y Robert que no he podido dejar pasar más tiempo para volver a saber de ellos.

Aviso desde ya, que esta novela es una continuación de la mencionada anteriormente, por lo que para hablar de esta es inevitable hacer algún SPOILER de la primera parte, por lo tanto aconsejo antes de nada leer ambas novelas en orden, y obviamente no leer la reseña completa para no estropear la sorpresa.

En esta ocasión veremos como avanza la vida de estos maravillosos y especiales personajes después de la finalización de la segunda guerra mundial en la que en medios del caos, tuvieron el comienzo de su preciosa historia de amor.

Ahora viven en Escocia, Eve ha conseguido trabaje como periodista, Robert está inmerso en su bufete de abogados y ambos se dedican a dejar atrás los malos recuerdos mientras crían a su hija.

Pero la acción siempre ha estado latente en la vida de los dos, sobre todo de Robert, y cuando un nuevo trabajo como agente secreto no duda en lanzarse de nuevo a la aventura. El espionaje, las misiones llenas de secretos y peligros, vuelven a llenar la vida de Robert y por lo tanto de Eve...

Cómo decía al principio tras la espectacular historia de Eve y Robert, El cielo en llamas, y descubrir que la autora había escrito más sobre ellos supe que tenía que leerlo.

Esa novela se ha convertido en una de mis favoritas e indudablemente cuando una historia gusta tanto siempre se queire más. Y aunque es una novela muy diferente a la primera parte, es igualmente extraordinaria.

En esta ocasión tenemos una historia de amor principal que ya conocíamos pero que la autora nos enseñá más allá del típico final y nos muestra como nada es siempre perfecto.

No puedo contar más de la trama pues sería destripar una novela que merece la pena descubrir en profundidad por uno mismo.

Además tenemos alguna que otra historia secundaria muy interesante y alguna en concreto muy esperada. Las he disfrutado muchísimo.

Enlazadas con tramas de suspense, acción, aventura y amor la autora nos vuelve a enganchar a esta magnífica novela que yo al menos he devorado en un plis plas, y me ha encantado igual que la anterior.

La forma de escribir de la autora es tremendamente elegante y es inevitable no caer rendida ante su sensibilidad y cuidada forma de escribir. Sin duda alguna Claudia Velasco demuestra que posee una pluma sumamente excepcional.

No me queda más que recomendar ambas historias pues son una auténtica preciosidad.