Detalle de la opinión

4.8 2 0.5
hasta_que_llegaste
Romántica actual 342
Es una historia romántica y conmovedora
Valoración
 
5.0
A simple vista parece que Cordelia “Posey” Osterhagen ha conseguido en la vida todo lo necesario para ser feliz. Es la propietaria de una empresa de rehabilitación de edificios -profesión que le fascina- tiene una familia que la quiere y está a su lado, tiene amigos leales y... algo así como un novio. Pero la realidad es que algo le falta, algo le es esquivo. ¿Tal vez pudiera ser alguien alto, adusto y atractivo? ¿Alguien como Liam Declan Murphy, el que fuera el chico malo de Bellsford, el que rompió el corazón a Posey?

Quince años atrás Liam se marchó a California, donde se casó y tuvo una hija. Ahora ha enviudado y ha decidido regresar a Bellsford donde viven sus suegros para que estén más cerca de su hija Nicole. Ha abierto su negocio, una tienda de motos. Su única preocupación en la vida es su hija. Pero la paternidad en solitario es un tanto complicada, más aún cuando se es padre de una adolescente de casi dieciséis años. Más aún cuando se es un poco neurótico. Como Liam.

Liam no desea enamorarse de nuevo, no hay lugar en su vida para una mujer. Ni siquiera para Posey Osterhagen, pese a que es divertida, dulce y alocada, pese a que sabe que ha estado enamorada de él durante años. Pese a que a su lado se siente vivo.
El que fuera el chico malo de Bellsford ya le rompió una vez su inocente y joven corazón, con lo que Posey está decidida a evitar que vuelva a suceder.
Pero cuando sus caminos se encuentran una y otra vez, cuando Liam comienza a mostrar interés en ella e incluso la invita a ir al cine... ¿Qué puede hacer Posey?
Tal vez sea débil, tal vez sea un error por su parte.
¿Logrará salir con el corazón indemne en esta ocasión?

A diferencia de la mayoría de novelas de Kristan Higgins, Hasta que llegaste está narrada a través del narrador omnisciente y, también a diferencia del resto de historias de esta autora, nos muestra el punto de vista del protagonista masculino. Un punto de vista que, en ocasiones, es un poco obtuso.
Lo que sucede es que si ya de por sí las protagonistas femeninas de Kristan Higgins suelen ser un poco peculiares (a veces neuróticas), si a eso le añadimos un protagonista como Liam Murphy, un padre obsesivo y neurótico, el resultado es una novela alocada e irreverente. Una novela como Hasta que llegaste.

Confieso que me encantan las novelas de Kristan Higgins. Leo todas y cada uno de los libros que publica porque los encuentro refrescantes, vibrantes, románticos, divertidos y, sí, también un poco disparatados, pero al final, bajo esa capa irreverente, encuentro una historia conmovedora que me deja con el corazón encogido. Me sucede un poco como con las novelas de Susan Elizabeth Phillips.

Hasta que llegaste no es mi novela preferida de esta autora, tengo que admitirlo, pero aun así, en ella he encontrado una lectura deliciosa y, creo, cuenta una bonita historia. Un tanto neurótica, reitero, pero es bonita y romántica. Es una historia cuyos protagonistas, rarezas a un lado, te van conquistando poco a poco porque, bajo la superficie, son todo corazón.

Posey era una recién nacida cuando fue adoptada por los Osterhagen, un matrimonio alemán que regenta un restaurante en Bellsford. Tiene un hermano, Henry, que también es adoptado. Posey nunca se ha sentido desplazada o diferente por ser adoptada. Son una familiar que, pese a sus peculiares, está unida y se quieren.
Tengo que reconocer que creo que es gracias a personajes como el matrimonio Osterhagen, o Henry, cirujano ortopédico, ya su pareja Jon, profesor del instituto y el mejor amigo de Posey, que propician numerosas escenas entrañables y disparatadas que la novela resulta tan divertida. Más aún cuando la prima Gretchen, una famosa cocinera de la televisión caída en desgracia, se instala en la casa de sus padres y se hace cargo del restaurante dispuesta a hacerlo resurgir. Gretchen es todo lo opuesto a Posey, es alta, voluptuosa, rubia y de ojos azules. Es decir, es una alemana de pies a cabeza. Gretchen y Posey tienen una relación de amor, celos y odio que hace reír y también, en ocasiones, emocionarte.

Por otro lado tenemos a Liam Murphy, el que fue el chico malo de Bellsford. Cuando llegó a la ciudad a vivir con su tío, acababa de salir de un correccional por robar coches. Siempre estuvo rodeado de un aura oscura y peligrosa que el resto de adolescentes envidiaban y emulaban. A Posey la enamoró desde que lo vio por primera vez, cuando era una adolescente flacucha y poco desarrollada. Pero él nunca reparó en ella, sino que se enamoró de la chica más guapa y popular del pueblo, Emma Tate. Y fue con ella con quién se casó.

El Liam Murphy que regresa a Bellsford poco se parece al chico malo de antaño. Físicamente sigue siendo apuesto, moreno y seductor, pero es ante todo un padre abnegado. También obsesivo, insisto, lo que da pie a escenas un tanto disparatadas.

¿Qué sucede cuando juntas a estos dos personajes que temen enamorarse y, además, tienen un carácter tan peculiar? Pues que encuentras una historia divertida, emotiva, entrañable y romántica con la que disfrutas -al menos yo- de una lectura inolvidable.

Posey representa a la chica anodina y poco popular, la que pasa desapercibida, a la que los chicos no invitan al baile de promoción o si lo hacen la dejan plantada. Liam es el chico malo, popular, atractivo, del que todas se enamoran. Son polos opuestos, incluso cuando se reencuentran años más tarde, pero la atracción surge y también el amor.

En general, Hasta que llegaste me ha parecido un libro entrañable con el que me he reído y emocionado. Cuenta con un plantel de personajes variopinto, peculiares pero adorables en su rareza: como la engreída prima Gretchen, Kate la mejor amiga de Posey, que trata de mantener una relación abierta y sincera con su hijo adoptivo al que abochorna a menudo, Jon y Henry, una pareja homosexual, Eloise y Matt, los trabajadores de Posey, Brianna, la hermana de acogida de Posey, el perro perezoso y los tres gatos presumidos de Posey, que propician escenas irreverentes y un tanto disparatadas.

No falta el romanticismo, con la historia de Posey y Liam, pese a que, en ocasiones, Posey me ha seguido pareciendo la chica insegura de la adolescencia y con poco autoestima. Ése es el punto por el que la novela no me ha calado tanto como otras de esta autora. Pero es a la vez una de las razones por las que disfruto tanto leyendo las novelas de esta autora: sus protagonistas son imperfectos y cometen errores, incluso haciendo sufrir.

Pese a todo, Hasta que llegaste es una historia romántica y conmovedora que, creo, no evita que entre sus páginas también haya lugar para la risa. A mí me ha encantado, pero bueno... adoro las novelas de esta autora, así que puede que no sea muy objetiva.
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