Me ha alegrado mucho haber tenido el placer de volver a leer a esta gran autora, con la que se puede decir que no empecé con buen pie. Ya reconciliada con ella y teniendo la oportunidad de leer su última obra, no he dudado en querer saber que me encontraría en esta ocasión.

La última estrella de la noche es una novela que atrapa desde el principio, aunque para mí es hacia la mitad cuando se pone verdaderamente interesante.

Al principio, tanto por los personajes como por la trama, parece más superficial de lo que verdaderamente es.

Es una trama que no tiene nada de magnífica y sin embargo me ha enganchado hasta no poder parar de leer, lo único malo es que me ha durado más de lo me hubiese gustado por falta de tiempo.

La novela es la octava de una serie, pero se puede leer de forma independiente, de hecho yo no la he leído y no he tenido ningún problema.

Los personajes tienen una personalidad muy definida, al menos respecto a lo que incluye Cooper... Un punto característico de la autora a la hora de escribir, es sin duda sus personajes atípicos. La autora no crea personajes femeninos como damiselas en apuros ni caballeros perfectos, y aunque no busco esto en una novela, es algo que voy asumiendo poco a poco, voy conectando con sus personajes según avanza la novela y en esta ocasión me ha vuelto a pasar.

Esto y el toque original que le da a sus novelas es sin duda lo que hace que reciba tan buenas críticas y que sean merecidas.

Cooper Graham es una estrella de fútbol ya retirado que está intentando invertir en negocios de la noche.

Su vida después de retirarse no está muy bien encausada pero es tranquila e intenta llevarla con normalidad, algo que va consiguiendo, al menos hasta que Piper aparece en su vida cuando la descubre siguiéndolo e investigándolo, y vuelve su vida patas arriba.

Piper es detective y regenta el negocio que fundó su padre y el cual le ha costado mucho recuperar.

Piper es una mujer de carácter, dispuesta a todo para conseguir sus sueños. Es muy terca con un humor ácido e irónico que lo mismo me ha hecho reír que cabrear a partes iguales, aunque mayormente me ha divertido y en el fondo es un personaje con el que no conectaba al principio y sin embargo le he cogido mucho cariño después.

Me ha dado incluso pena porque Piper es un personaje más complejo de lo que parece, con más inseguridades y más vulnerable de lo que deja ver. Y solo Cooper con mucho esfuerzo consigue descubrir.

La novela en general me ha parecido bastante buena, la trama me parece muy completa, mezclando el punto cómico, irónico, suspense e intriga justo y necesario. Y aunque la mitad primera me ha parecido algo más lenta y a falta de romanticismo, la otra mitad compensa generosamente lo que me ha faltado en la primera.

La recomiendo hayas leído la serie o no. Yo por mi parte intentaré leerla completa, después de tan buena experiencia estoy segura que me encantará.