Una vez más esta gran autora nos trae una novela que te calienta el corazón de principio a fin. Una historia preciosa construida con dolor y curada con bondad y amor. Una historia que cura heridas y que inevitablemente se te hace corta.

Me ha encantado la ambientación, muy acertada en esta época del año y que junta los días otoñales en un pueblo idílico de EEUU con la nieve propia del invierno. Me ha encantado la ambientación de esta novela, parece sacada de una preciosa película romántica americana, con sus casas hogareñas y los lagos nostálgicos.

Toda la novela me ha encantado y enganchado desde la primera página, pero si una cosa me ha gustado mucho es que el protagonista masculino, Hunter, tiene más protagonismo que el personaje femenino, Willow. Ambos personajes me han gustado mucho, pero este ligero cambio en una novela ha hecho que me enganche incluso más. Y si algo se le da bien a esta autora es crear y desarrollar personajes rotos, y aquí nos brinda dos buenos personajes.

Hunter es un joven compositor de música country cuya vida no ha sido nada fácil. Una carta consigue que su vida de un vuelco de ciento ochenta grados. Ese viaje hace que por fin descubra quien es realmente, de quererse a uno mismo y de encontrar la verdadera felicidad. Willow ha tenido una vida en la que ha consistido en que la manejen a su antojo y ella no tenga amor propio y siempre anteponga la felicidad de los demás a la suya. Lo que parecía una relación imposible, se convierte en la unión perfecta para ambos personajes que aprenden a aceptarse a sí mismos tal como son y juntos curan heridas muy dolorosas que pensaban que jamás iban a poder curarse.

Es una historia dramática, con sus pequeños toques cómicos y sus momentos mágicos que te llegan al corazón y te roban más de una sonrisa y alguna que otra lagrima. He amado a Hunter desde el primer capítulo, cómo ve el mundo, como ha sufrido y ve la vida que le rodea, pero sobre todo como ama la música y como ama a Willow. El modo en como la trata, como se fija en los pequeños detalles de ella y en como poco a poco se va enamorando de ella. Es una historia preciosa.

La única pega que le pongo a la novela es que el final es algo predecible y la resolución demasiado breve. Me hubiera gustado que ese reencuentro hubiera sido más largo y que supiéramos un poco más sobre la relación de Jamie y Cameron. De la adaptación de ambos personajes principales a su día a día, ha sido demasiado rápido y poco conciso.

En resumen: una historia preciosa, perfecta para leer en otoño-invierno. Una historia adictiva que te calentara el corazón y te hará soltar alguna lagrima. Esta autora jamás defrauda.

Mi valoración es de 4,5 sobre 5.