La cosa va de brujas. Y de brujos, fantasmas, maldiciones, casas encantadas…, pero no hay que asustarse. No se trata de una novela de terror, sino de una comedia romántica de lo más entretenida y con unos protagonistas encantadores, con la que se puede disfrutar.

Ya han pasado nueve años desde que a Vivienne Jones su ex novio, Rhys Penhallow, le rompiera el corazón. Y nueve años desde que aquella misma noche, Vivienne, como buena bruja perteneciente a una larga estiper de hechiceras del pueblo de Graves Glen, fundado con la magia, decidiera echarle a su ex una maldición, con la ayuda de su prima Gwynn, otra bruja como ella, mientras ahogaba sus penas en alcohol. Pero, en el fondo, esa maldición no iba en serio, ¿o a lo mejor sí?

Transcurrido ese tiempo, Rhys vuelve para conmemorar el Día del Fundador, pues su familia desciende del brujo que siglos atrás fundara Graves Glen. Nada más llegar, comienza a pasarle una serie de calamidades, de la misma forma que en el pueblo también suceden cosas muy extrañas. La maldición de años atrás parece que da resultados. Aunque Rhys es la última persona a la que Vivi quiere ver, se da cuenta de que tendrá que ayudarle y colaborar con él para romper esa maldición. Solo de esa manera las cosas podrán volver a la normalidad.

Una pareja protagonista con mucha química, la formada por Vivi y Rhys. Hace años vivieron un romance que duró solo un verano pero vuelven a encontrarse en unas circunstancias muy peculiares. En principio, Vivi se presenta como una joven con el corazón roto que trata de vengarse de su novio, que ha roto con ella, lanzándole una maldición que ni ella misma se cree, por muy bruja que sea, pero lo hace por aliviar su estado emocional. Pasados los años, nos encontramos con una Vivi más madura, centrada en su trabajo y en su familia, su tía y su prima, que ha olvidado, aunque no del todo a su ex.

A Rhys se le ve un chico un poco despreocupado. En el fondo, no se toma en serio la magia, no quiere utilizarla a diferencia de los demás miembros de su familia y tampoco el asunto de la maldición. Pero de lo que sí está seguro es de que la atracción que siente por Vivi sigue ahí después de tanto tiempo. Cuando los dos se reencuentran para intentar arreglar todo el desaguisado de la maldición, empieza a aflorar en ellos esos sentimientos que permanecían ocultos y que el amor que sienten el uno por el otro, en realidad sigue ahí.

Es el primer libro de una trilogía, "Graves Glen", en la que podremos ver la historia de otros personajes que aparecen en esta novela, pero son libros autoconclusivos, así que pueden leerse de forma independiente. Graves Glen, el pueblo en que transcurre la historia, en el que conviven brujas y brujos con personas normales, sin poderes, y en el que ocurren un montón de sucesos en los que la magia está presente.

Me ha resultado una novela de lo más entretenida, con una pareja protagonista que nos deja momentos muy divertidos por un lado, y muy románticos por otro; con la magia y los fenómenos paranormales envolviendo toda la historia. Si le tengo que poner algún pero es que la trama se resuelve un poco rápido, pero aún así no deja de ser una lectura con la que se puede pasar una buena tarde.