- Romántica actual
- Nadie muere en Wellington
Nadie muere en Wellington
Detalles del libro
- Romántica actual
"Con él aprendí que el amor no se mide en tiempo, sino en intensidad."
Noviembre de 1999, Londres. Emma lleva una existencia triste y anodina desde la muerte de sus padres, pero cuando la tragedia la golpea de nuevo, decide dar un giro a su vida y empezar de cero en Wellington, la ciudad más feliz del planeta. Allí conoce a David, el misterioso dueño de una pequeña cafetería que la ayudará a instalarse, aunque también esconde muchas cicatrices que lo atormentan.
¿Serán capaces Emma y David de dejar atrás los fantasmas del pasado y concederse una segunda oportunidad?
Opiniones de los usuarios
Como os he comentado, he tenido que esperar para ponerme en serio con este libro, un año desde que lo compre, y me ha encantado. Me ha gustado mucho los personajes que ha creado la autora, y todas sus heridas. También me ha gustado mucho, como la autora ha ido creando y haciendo superar todos sus traumas. Lo único negativo que diría del libro, es que para mi gusto todas las descripciones de la historia de la ciudad, yo las hubiese ahorrado, ya que en mi caso, hacia que no me apeteciese continuar con la historia de amor.
En esta ocasión, nos encontramos con Emma, que después de una perdida en el presente y alguna mas en el pasado, decide darse una nueva oportunidad en un lugar nuevo. Desde que vio este lugar precioso en una revista, le asalto la curiosidad y decidió aventurarse. He de decir, que por lo que describe la autora, y por las fotos que he visto, me apetece visitar este rincón del mundo.
David es un hombre con un pasado horroroso. No lo ha tenido fácil, y todavía arrastra algún trauma. Es un hombre bastante serio y seco, que poco ira abriéndose y superando todas las heridas. Pero no todo será tan sencillo, ya que su vida a sido dura, y esto nos llevara a descubrir alguna sorpresa.
Por otro lado, me encanta la pluma de la autora, desde que la descubrí en 2019 con su primera bilogía. Con este libro, la autora ya se ha consagrado como una de mis favoritas. Ahora solo me queda encontrar un hueco para leer su nueva novela, que la a publicado hace poco.
La nota que le voy a poner a este libro, es un 4,5/5.
Esta es una historia totalmente diferente a aquella, es dura y con mayor carga dramática, pero igualmente bonita.
Emma ha llegado a un punto de su vida en que se siente vacía, perdió a sus padres cuando apenas tenía ocho años, vive con su tía que, aunque la ha cuidado siempre, no le ha demostrado mucho cariño y su trabajo no le llena igual que la relación con su novio. Cuando otra tragedia llama a su puerta, ve la ocasión para alejarse de Londres con todo lo que conlleva y empezar de cero en un lugar lejano. Ve en una revista un artículo en el que dice que Nadie muere en Welligton y no se lo piensa dos veces, ese es el destino que quiere escoger.
Emma encuentra trabajo en una pequeña cafetería donde la especialidad son los bagels. Su propietario, David, no da abasto de atenderla y de cocinar, además de que su carácter es arisco y ahuyenta a los clientes.
Emma entra con buen pie y se siente feliz, los clientes aumentan y le cogen cariño. Pero ella cada vez se siente más atraída por David, aunque el joven ha erigido una coraza tan grande alrededor suyo, que es dificilísimo acceder a su corazón, aunque si algo tiene Emma es tesón y se ha propuesto que se abra a ella.
Me ha parecido una novela muy bonita y muy emotiva, es sentimiento en estado puro.
En cuanto a los personajes me han gustado mucho, aunque es Emma la que se lleva la palma.
Emma es una joven que a pesar de todos los golpes que le ha dado la vida, se ha levantado siempre, y si algo tiene es positivismo. Es cabezota y tiende a conseguir lo que se propone, además de cercana y simpática. Me ha encantado cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia, haciéndose cada vez más fuerte y tendiéndole siempre la mano a David, aunque con él sea avanzar un paso y retroceder dos.
David, ¡ay, David! Qué personaje tan hermético. Tiene un aura de dolor, de culpabilidad, que solo se va disipando con el coraje y la ayuda de Emma. Se nota que algo le atormenta y el pasado no le deja avanzar, pero poco a poco se va abriendo y vamos descubriendo aquello que le oprime el corazón. Su autoconvencimiento de que no merece el cariño de Emma, hace que la relación entre ellos sea pausada y en ocasiones dolorosa.
Secundarios no aparecen demasiados pero hay que destacar a Kauri, el amigo maorí de David, un joven alegre que siempre está ahí para su amigo, aunque de vez en cuando se dé de bruces con su caparazón.
Hay que subrayar el increíble trabajo que ha hecho la autora con la ambientación, me ha encantado ver y aprender como son las tradiciones y el folklore de una tierra que para mí es muy interesante.
La narración es en primera persona desde el punto de vista de Emma, y aunque en ocasiones se echa en falta el punto de vista del protagonista, en este caso no ha sido así, porque a través de ella hemos ido descubriendo todo lo que David esconde.
Nadie muere en Wellington es una preciosa novela de segundas oportunidades, una historia de superación personal de dos personas que cargan con una gran mochila a sus espaldas y que necesitan vaciarla para poder alcanzar la felicidad, y solo juntos pueden hacerlo.