Hola lector@s!! Hoy os traigo la reseña de un libro, cuya autora tenia a examen, ya que el ultimo que me leí de ella no me hizo mucha gracia. Ahora, después de leerme este, he de decir que menos mal que le he dado otra oportunidad, ya que aunque a habido diferentes estados por los que he pasado leyéndolo, he de decir que me ha gustado y que desde luego ya tengo pensado el próximo suyo que me voy a leer.

Como os comentaba, a esta autora la descubrí el año pasado con la bilogia deja que ocurra. He de decir que en su día me gusto su manera de escribir, pero con el segundo, me aburrí un poco. Cuando vi que este año salía este, pensé en darle otra oportunidad. Si no conectaba con ella, pues lo dejaría así y ya esta. Pero, he de decir que el libro me ha gustado, que he conectado y simpatizado con los personajes, pero sobre todo, sigo conectada a la manera de escribir de al autora. Asique, volveré a repetir con ella.

En esta ocasión, la autora nos trae la historia de Rhys y Ginger. Ellos dos coinciden en Paris una noche, y después de estar juntos unas 24 horas, empiezan a conocerse por e-mails, cosa que me parece bastante original. Vemos como la amistad entre ellos va creciendo y como evolucionan, a medida que pasan los años.

Me ha gustado mucho, la manera y cuanto evoluciona Ginger, que en un momento del libro, empieza a plantearse que quiere hacer con su vida, y lo mejor de todo es que lo consigue. Lo que no me ha echo mucha gracia, es que Rhys se dedique a darle consejos a ella, pero que el no haga nada para cambiar su vida.

Me ha parecido una historia preciosa, sobre buscarse a si mismo y evolucionar. Espero poder leer mas libros de la autora, ya que me he quedado con una muy buena sensación.

La nota que le voy a poner al libro, es un 5/5. A medida que pasaba el tiempo, durante la tarde que lo termine, he ido recordando cosas que pasaban en el libro, ya que las tenia bastante frescas, y de momento hasta ahora, puedo decir, que es mi mejor lectura de este año. Todavia no ha acabado el año, y puede aparecer otra, pero de momento es esta.

De nuevo tenemos una novela de Alice Kellen para nuestro gran deleite.
Esta autora se ha convertido en unas de mis favoritas desde que la descubrí, y con cada novela nueva que leo, me reafirma esta opinión. Desde luego no hay duda que Alice crea historias tan emocionantes como arrolladoras. Y es que leer una novela de esta escritora y no quedar extasiado por todas las sensaciones que despierta, es prácticamente imposible.

Nosotros en la luna es una historia intensa, preciosa y, desde el principio de intuye, súper especial. La novela nos cuenta la historia de Ginger, una joven inglesa educada y acostumbrada a complacer a los demás, que vive un momento tan doloroso e inesperado que por primera vez en su vida se deja llevar a cometer una locura. Dicha locura la lleva a la ciudad de la luz y conocer al chico más extraño, atractivo y extraordinario que ha conocido nunca.

Rhys es ciudadano del mundo. La vida le ha llevado por un camino en el que vive el día a día y cree tener claro quién es y adónde va. La accidentada aparición de Ginger en su camino cambiará ciertos aspectos de su vida, pero a pesar de las dudas y emociones que despierta en él, Thys se mantendrá fiel a su estilo de vida, pase lo que pase...

La novela es una auténtica delicia. Realmente no se puede contar mucho, puesto que todo es importante, y odiaría desvelar cualquier detalle. Centrándome en mi opinión sí os digo que Rhys y Ginger no dejarán a nadie indiferente.

Esta historia es sin duda distinta. Aunque en ciertos momentos se pueda considerar predecible, realmente hay tantos giros y momentos tan inesperados que reconozco haberme quedado patidifusa en más de una ocasión.

Es una novela súper bien escrita e hilvanada a la perfección de principio a fin. Bajo mi punto de vista, la autora ha sabido mantener una trama intensa en que mete al lector desde el principio en ella, de forma íntima, directa y seductora, algo que hace aún más fascinante la lectura. Es de esas historias que devoras, que no puedes parar de leer y a la vez no quieres terminarla.

Algo que la hace aún más especial es el desarrollo que la novela y sus personajes van tomando. Mientras la historia va avanzando, vamos descubriendo partes nuevas en la personalidad de nuestros protagonistas a la vez que ellos mismos. Quiero decir, que vamos viendo la evolución y la madurez que viven Rhys y Ginger junto con su historia. Y esto me ha emocionado mucho.

Y es que tanto Rhys como Ginger son dos personajes que se clavan en el corazón y a los que he llegado a sentir como si fuesen reales. Con sus defectos, sus virtudes. Sus errores, sus aciertos. Sus intensos sentimientos y emociones... En definitiva son personajes a los que cuesta olvidar.

Realmente es una novela preciosa que merece la pena ser descubierta y que me deja una vez más maravillada con su autora, su estilo y calidad literaria.
La recomiendo sin dudar.