Detalle de la opinión
4.5 1 0.5Es un libro precioso
Valoración
4.5
Silver Springs es la serie a la que pertenece este libro. Es un pequeño pueblo, donde las personas se conocen y participan en la vida de todos. Esto es una virtud y una molestia, depende de lo que suceda; si es bueno, es algo que emociona, pero si es malo, puede ser una cruz que llevarás en tu vida futura y que raramente puedes limpiar.
Maddox y su hermano Tobias, son dos chicos que han estado en el Instituto para niños conflictivos, New Horizons, que dirige, con mucho acierto, Aiyana, conocida de anteriores entregas. Esta ha conseguido la salvación de las vidas de muchos de sus alumnos. Ahora, ha decidido hacer una nueva tarea, lo mismo pero para las chicas. Para ello, consigue que Maddox, terminados sus estudios universitarios, sea el nuevo director de este centro.
Todo sería maravilloso si Maddox no llevara a sus espaldas un pasado que resurgirá con la vuelta, después de trece años, de la chica de la cual se enamoró y la que fue receptora, ella y su familia de un hecho que la gente no olvida, ni perdona.
Jada ha vuelto a casa de su madre, después de su fracaso matrimonial y con una hija, Maya, la cual es muy bien recibida, por fin, por su madre y hermano, pero estos no pueden olvidar lo sucedido y siguen guardando rencor a Jada, Maddox y su hermano.
Maddox y Jada siguen amándose, pero es un amor imposible. Ella, porque no quiere ofender a su familia y él, porque no quiere obligarla a que decida entre las dos cosas. Además, existe un secreto que solo saben tres personas, que puede destruir la confianza que han empezado a tener los amantes.
En esta ocasión, el pueblo no está tan descrito como en los anteriores libros. Se ciñe, casi completamente, en la relación amorosa de ellos dos y las confidencias entre ambos.
Los personajes secundarios, hay que nombrar a Tiffany, la amiga íntima de Jada, al sr. Uriah, el casero que le alquila una pequeña casa en el huerto de mandarinas y que es un ser bondadoso y con un pasado terrible. También me ha sorprendido Atticus, el hermano de Jada, una preciosa transformación conforme pasan las páginas y, cómo no, Maya, la niña de doce años, que aporta ternura al relato. Todos entrañables y muy bien retratados.
Siempre es un placer leer una historia de esta autora, ya que aporta siempre muchos sentimientos que te llegan al corazón, con una prosa excelente que hace que su lectura sea muy gratificante. Me gusta mucho la sensualidad con la que describe la relación amorosa y lo elegante de su escritura, sin olvidar la ternura que impone a toda la narración. Definitivamente es un libro precioso y que te deja con un muy sabor de boca.
Lo recomiendo.
Maddox y su hermano Tobias, son dos chicos que han estado en el Instituto para niños conflictivos, New Horizons, que dirige, con mucho acierto, Aiyana, conocida de anteriores entregas. Esta ha conseguido la salvación de las vidas de muchos de sus alumnos. Ahora, ha decidido hacer una nueva tarea, lo mismo pero para las chicas. Para ello, consigue que Maddox, terminados sus estudios universitarios, sea el nuevo director de este centro.
Todo sería maravilloso si Maddox no llevara a sus espaldas un pasado que resurgirá con la vuelta, después de trece años, de la chica de la cual se enamoró y la que fue receptora, ella y su familia de un hecho que la gente no olvida, ni perdona.
Jada ha vuelto a casa de su madre, después de su fracaso matrimonial y con una hija, Maya, la cual es muy bien recibida, por fin, por su madre y hermano, pero estos no pueden olvidar lo sucedido y siguen guardando rencor a Jada, Maddox y su hermano.
Maddox y Jada siguen amándose, pero es un amor imposible. Ella, porque no quiere ofender a su familia y él, porque no quiere obligarla a que decida entre las dos cosas. Además, existe un secreto que solo saben tres personas, que puede destruir la confianza que han empezado a tener los amantes.
En esta ocasión, el pueblo no está tan descrito como en los anteriores libros. Se ciñe, casi completamente, en la relación amorosa de ellos dos y las confidencias entre ambos.
Los personajes secundarios, hay que nombrar a Tiffany, la amiga íntima de Jada, al sr. Uriah, el casero que le alquila una pequeña casa en el huerto de mandarinas y que es un ser bondadoso y con un pasado terrible. También me ha sorprendido Atticus, el hermano de Jada, una preciosa transformación conforme pasan las páginas y, cómo no, Maya, la niña de doce años, que aporta ternura al relato. Todos entrañables y muy bien retratados.
Siempre es un placer leer una historia de esta autora, ya que aporta siempre muchos sentimientos que te llegan al corazón, con una prosa excelente que hace que su lectura sea muy gratificante. Me gusta mucho la sensualidad con la que describe la relación amorosa y lo elegante de su escritura, sin olvidar la ternura que impone a toda la narración. Definitivamente es un libro precioso y que te deja con un muy sabor de boca.
Lo recomiendo.