Detalle de la opinión
5.0 1 0.5manta, cafe y sofá
Valoración
5.0
Genevieve Edwards estudia en la prestigiosa academia Philips Exeter, es una niña rica, lo tiene todo menos lo principal. Es muy madura para su edad y su media es de sobresaliente, para Exeter es un orgullo, pero a la vez un dolor de cabeza por sus continuos escarceos.
Su pasión es la literatura, por lo que, se suele escapar a Boston para poder escuchar recitales. En una de esas noches conoce a Liam, tienen un encuentro bastante fogoso en el baño, pero una llamada al teléfono de él, lo cambiará todo.
Liam Donovan, 35 años, durante años se hizo un nombre como corredor de bolsa. Tras un divorcio tortuoso decide romper con todo, así que cuando su abuelo le ofrece la plaza de profesor de literatura en el colegio donde es director, no lo piensa ni un segundo. Lo malo, que cierta jovencita con la que casi tiene un desliz, le perseguirá hasta la extenuación.
¿Podrá resistirse Liam, aun sabiendo que lo que siente por ella es lo más profundo que ha experimentado?
¿Conseguirá Genevieve romper las murallas que ha levantado él?
“No puedes elegir de quién te enamoras per se, pero sí puedes decidir quedarte con esa persona, lo que es un acto de amor en sí mismo. Cuando la gente dice me estoy desenamorando, a veces pienso que están tomando el camino fácil “
- ¿y si hay un engaño, señorita Edwards?
Bien con este comienzo podríamos decir que es el típico libro de profesor - alumna, y en cierto modo es así, pero como siempre pasa con Whitney conseguirá atraparte en la telaraña argumental que ha ido creando revelando un trasfondo mucho más serio que el cliché.
Los personajes, como siempre, son muy completos. El director Peterson, la señorita Shawn (a la que parece que le falta un hervor), Brett, Laurent, nos harán de muletas en esta trama.
Las descripciones para mí han sido uno de los puntos fuertes. He conseguido pasear por el campus de Exeter, sentarme en una de sus aulas, escuchar poesía en uno de los bares Boston y sentir la frustración de Liam y la pasión de Genevive.
A lo largo de sus 165 páginas, con capítulos alternos y narrados a dos voces, la autora nos encandilará con diálogos divertidos, escenas spicy y algún que otro plot twist muy bien conseguido, consiguiendo que sueltes algún que otro grito. Todo esto hará que esta historia tenga un ritmo vertiginoso y no decaiga en ningún momento.
En conclusión, para mí Whitney es siempre una apuesta segura, su estilo a estas alturas está muy definido y sabes pasarás un buen rato con sus historias, además de que es muy cortita por lo que la devorarás en un suspiro, lo que la hace totalmente recomendable para esas tardes de invierno, manta y sofá.
Su pasión es la literatura, por lo que, se suele escapar a Boston para poder escuchar recitales. En una de esas noches conoce a Liam, tienen un encuentro bastante fogoso en el baño, pero una llamada al teléfono de él, lo cambiará todo.
Liam Donovan, 35 años, durante años se hizo un nombre como corredor de bolsa. Tras un divorcio tortuoso decide romper con todo, así que cuando su abuelo le ofrece la plaza de profesor de literatura en el colegio donde es director, no lo piensa ni un segundo. Lo malo, que cierta jovencita con la que casi tiene un desliz, le perseguirá hasta la extenuación.
¿Podrá resistirse Liam, aun sabiendo que lo que siente por ella es lo más profundo que ha experimentado?
¿Conseguirá Genevieve romper las murallas que ha levantado él?
“No puedes elegir de quién te enamoras per se, pero sí puedes decidir quedarte con esa persona, lo que es un acto de amor en sí mismo. Cuando la gente dice me estoy desenamorando, a veces pienso que están tomando el camino fácil “
- ¿y si hay un engaño, señorita Edwards?
Bien con este comienzo podríamos decir que es el típico libro de profesor - alumna, y en cierto modo es así, pero como siempre pasa con Whitney conseguirá atraparte en la telaraña argumental que ha ido creando revelando un trasfondo mucho más serio que el cliché.
Los personajes, como siempre, son muy completos. El director Peterson, la señorita Shawn (a la que parece que le falta un hervor), Brett, Laurent, nos harán de muletas en esta trama.
Las descripciones para mí han sido uno de los puntos fuertes. He conseguido pasear por el campus de Exeter, sentarme en una de sus aulas, escuchar poesía en uno de los bares Boston y sentir la frustración de Liam y la pasión de Genevive.
A lo largo de sus 165 páginas, con capítulos alternos y narrados a dos voces, la autora nos encandilará con diálogos divertidos, escenas spicy y algún que otro plot twist muy bien conseguido, consiguiendo que sueltes algún que otro grito. Todo esto hará que esta historia tenga un ritmo vertiginoso y no decaiga en ningún momento.
En conclusión, para mí Whitney es siempre una apuesta segura, su estilo a estas alturas está muy definido y sabes pasarás un buen rato con sus historias, además de que es muy cortita por lo que la devorarás en un suspiro, lo que la hace totalmente recomendable para esas tardes de invierno, manta y sofá.