Padrino a la fuga

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Detalles del libro

ISBN-10
8419873160
Subgénero
  • Romántica actual
Fecha
22 de Enero, 2024
Editorial

El guionista de Hollywood Sawyer Walsh reconoce una buena historia de amor cuando la ve. Pero cuando se trata de la vida real, es un desastre. Así es como se encuentra de pie en el altar... mientras su exnovia se casa con su mejor amigo. La presión, el resentimiento y los paparazzi le resultan abrumadores, y antes de que sepa exactamente lo que está haciendo, huye.

En busca de calma y pasar desapercibido, Sawyer aterriza en la encantadora ciudad de Canoodle, California, donde se cruza con Fallon Long, quien dirige La Caverna, un negocio familiar que se va a pique y la nueva residencia a corto plazo de Sawyer. A medida que Fallon se acerca a salvar el negocio familiar, se forma un vínculo innegable entre ella y el apuesto guionista. Pero las presiones de sus obligaciones familiares y la notoriedad de Sawyer podrían resultar demasiado para cualquiera.

Opiniones de los usuarios

1 opinión
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4.0(1)
Y aun así no encuentro qué me lleva a no considerarla perfecta
Valoración
 
4.0
Ya el propio título indica que puede pasar por una comedia romántica tan presentes en canales de televisión norteamericanos como Hallmark y que algunas de las cuales llegan a España a través de canales como Divinity o incluso Antena 3. Y sí que es cierto que, cumple con lo planteado. Pero, esta novela es mucho más, porque las apariencias engañan... como bien demuestra Sawyer.

Un Sawyer que es uno de los protagonistas de esta historia romántica y que demuestra bastante bien la idea aquí planteada anteriormente porque, al ser un guionista de Hollywood debería ser feliz al gozar de la fama, el reconocimiento y el estatus de estrella que su profesión le otorga... cuando no es así. De ahí que ya se nos recuerda que la riqueza no depende de posesiones materiales, sino que depende de las pequeñas cosas de la vida se compone. Esas que no tienen un valor económico o material y que por tanto, suelen pasar más desapercibidas.

Sin embargo, son las más importantes porque son ellas las que dan el punto de inflexión entre vivir y sobrevivir. Dos verbos que pueden parecer sinónimos a priori, pero que para nada son así. Y solo el momento en que descubramos cuál es la diferencia entre ambos, habremos llegado al momento y el punto de inflexión que nos llevará a la felicidad. Y es que él, no es feliz. Por eso, sin quererlo, se ha visto envuelto y se ha convertido en un participante activo de una situación que, en mi opinión, me parece incluso humillante.

Pero que recuerda así que, generalmente se piensa que los buenos son tontos y sobre todo, destaca la importancia de saber decir NO a tiempo... a riesgo de infelicidad y sobre todo, a cómo la otra parte, ha de saber aceptarlo y no entenderlo como una ofensa o una falta de respeto porque, para nada es así.

Por eso, por muy dramático o incomprensible que pueda parecer, yo entiendo lo que hizo. Incluso me gustó ese punto de maldad y venganza que tuvo para con todos porque yo creo que hubiera hecho algo similar. Más que nada porque, mi salud mental estaba a punto de quebrarse por completo. Así que, el modo en que la autora ha enfatizado cuán importante ha de ser la salud mental en nuestras vidas y sobre todo, cómo debemos ponernos siempre como prioridad por encima de los demás, por muy inapropiadas que pudieran ser las circunstancias y formas - que ahí entiendo que, quizás, no sean las mejores - e incluso a pesar de ser tildados de egoístas frente al resto de personas... me ha gustado mucho.

Por tanto, necesita una desconexión y un viaje de autoconocimiento - el cual es literal y metafórico - para ponerse en orden y para poner en orden su vida, haciendo hincapié en ese sentido en que este tipo de acciones no están mal, ya que nunca está de más dar un paso atrás para coger carrerilla y regresar con todo su esplendor.

Especialmente en ambientes donde el poder y la fama tienen un rol tan fuerte y presente. Porque, si no nos mantenemos fuertes y fieles a nosotros mismos, estos conceptos tienen una fortaleza y poder tan fuertes que corremos el riesgo de perder nuestra esencia y difuminarnos, quedándonos ciegos por el brillo de los focos de Hollywood. Como bien demuestra aquí también el personaje de Annalisa, la cual me ha parecido muy madura porque, ha aceptado que ha cometido un error, sabe que no se ha comportado muy bien con otras personas. Y sobre todo, sabe pedir perdón por este comportamiento y el daño causado. A subrayar el último punto porque, no todos lo hacemos y sobre todo, no sabemos hacerlos de un modo efectivo.

Con la ambientación de buena parte de la novela en Canoodle, un pequeño pueblo muy cercano a Hollywood, la autora vuelve a enfatizar en las pequeñas cosas de la vida como puntos de felicidad, pero también pone de relieve que, a pesar de ser una comunidad pequeña, en un mundo cada vez más globalizado, es difícil pasar desapercibido y que las noticias no lleguen allí. Como sucede.

Sin embargo, la autora plantea de un modo muy inteligente el hecho de que las apariencias engañan y por eso, antes de juzgar y prejuzgar a los demás, debemos escuchar siempre las dos versiones de una historia, ya que quizás, podríamos sorprendernos al descubrir la verdad.

Junto a ello, si bien es cierto que, la comparativa con Hollywood y todo lo negativo es inevitable, la realidad es que la autora ha sido valiente y ha dicho aquellos aspectos positivos y positivos de vivir en él: como por ejemplo, que la ayuda llega de un modo mucho más rápido e inmediato que en una gran población. Pero, al mismo tiempo, es más difícil pasar desapercibido en él. Y también, que conflictos, famas y envidias se heredan generación tras generación. De ahí que, es complicado para muchas personas ese proceso de adaptación. Del mismo modo que ese es precisamente el motivo por el cual son otras muchas las que deciden vivir en ellos.

En cualquier caso, el choque y el encontronazo es inevitable entre uno y otro modo de vida, como sucede también con los protagonistas porque, no huyas de los problemas o el amor... ya que estos siempre terminarán encontrándote. Aunque tu vida esté en plena reforma. Un aspecto y metáfora que, por cierto, me ha parecido muy inteligente y muy interesante porque, ambos protagonistas comparten ese rasgo de sus vidas, lo único es que no son conscientes de ello.

Sí que es cierto que es un romance a fuego lento, y en mi caso, no estoy muy acostumbrada a la lectura de los mismos. Pero, eso no ha excluido las sorpresas con la pareja protagonista, ya que, jamás vi venir cómo sus vidas se entrecruzaron, pero sobre todo, que demuestra que, el amor es todopoderoso, pero que a veces aparece y se presenta en unas circunstancias que no son del todo favorables. De ahí que, como he mencionado antes, debamos conceder más segundas oportunidades vitales. A nosotros mismos y a los demás. Saldremos siempre beneficiados.

La autora también ha sabido muy bien jugar con la idea de que nuestras profesiones dicen mucho y revelan de nuestra personalidad porque Sawyer, al ser guionista de Hollywood de historias de amor es muy romántico y por eso siempre está a la búsqueda de la inspiración y del sentimiento y Fallon, al ser enfermera, tiene un profundo sentido de protección desarrollado en todos los aspectos de su vida y con todas las personas que forman parte de la vida.

Aunque, una cosa es proteger y otra cosa es esconderte. Y, si bien es cierto que, alza la voz y pone de relieve lo difícil y duro que es la aparición de enfermedades degenerativas, la realidad es que ella lo usa en cierto modo para postergar el tener que tomar decisiones en su vida que le supongan un revulsivo. Porque su vida, al igual que el hotel donde vive, necesita ser reflotada y unas reformas con urgencia.

Pero también, tengo que decir que con estas circunstancias, la autora realiza un magnífico homenaje a la importancia de los abuelos en nuestras vidas. Así como otra crítica al modo de vida contemporáneo, donde estamos muy habituados a ir siempre de un sitio a otro sin fijarnos en los detalles y descartando aquellos objetos o personas que puedan ser desechables. Y está muy feo porque los abuelos, siguen siendo fundamentales y sobre todo, porque tenemos que tener muy claro que, la experiencia y sabiduría que estos aportan... no hay libro o manual que lo haga.

Junto a todo ello, tengo que decir que, el homenaje a El diario de Noa, la magnífica novela de Nicholas Sparks... me ha gustado mucho.

Porque, esta es una novela romántica y por eso, el amor está bien presente en todas y cada una de las páginas de la misma. Además, de más de un modo diferente, lo cual la convierte en una historia de lo más interesante.

Me ha gustado el alegato de que padre se hace y no se nace, y por eso, el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo o un vínculo de este tipo con otra persona no tiene por qué provocar o generar la aparición del sentimiento. Hay que cuidarla a diario y darle así también la importancia que tiene, que es toda. Amén de que, recuerda que el amor ha de vivirse siempre en libertad... independientemente del sexo de las personas que conforman esa pareja.

Pero también hay alusión a esa familia que se elige, como son los amigos. Y en este caso, destacaré dos aspectos:

- El primero, que debemos tener amigos de todo tipo y de toda índole y condición social. Es más, tenemos que intentar que sean lo más diferentes a nosotros porque solo así nuestras vidas serán mucho más ricas. Más que nada porque, si damos ese paso adelante a favor de la empatía, podremos descubrir y sorprendernos con el hecho de que, hay temas y nexos en común en los que jamás hubiéramos pensado o caído. Por eso, me ha encantado la amistad Sully y Sawyer.

- Y en segundo lugar, me ha encantado el alegato a favor de la sororidad en la especial relación que hay entre Jaz y Fallon. Maravillosa. Amén de demostrar que, si las mujeres nos apoyáramos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mucho mejor.

Por supuesto, también hay mucha alusión al amor romántico.

Y en este sentido, tengo que decir que me ha encantado que se enfatice en cuán importante es saber la diferencia que existe entre querer y amar a otra persona porque, en ese caso, por querer hacer un bien, al final estamos haciendo un mal.

O dicho de otro modo, que sentir cariño, no es lo mismo que querer a otra persona. De ahí que sea tan fundamental y necesario el demostrar ese amor al otro, con gestos y con palabras. Para evitar prolongar ese sufrimiento innecesario. Porque, tenemos que tener bien claro que, el amor pertenece al campo de la psique y que, por tanto, no podemos estandarizarlo o aplicarlo con el mismo criterio.

Evoluciona, como el ser humano. Y por eso, incluso aunque el amor que hubo inicialmente fue bueno, considero que dos personajes nunca estuvieron del todo enamorados. Y sobre todo, me ha parecido interesante que recuerde que, no podemos idealizar a nadie tampoco o ponerle en un pedestal en un momento puntual porque eso es un error que, a la larga, causará mucho daño y también porque, el golpe de realidad será rotundo y muy muy doloroso.

Amén de que, esa idealización supondrá también una coartación de la libertad del otro. Quien sí, forma parte de una pareja, pero del cual hay que saber respetar su individualidad ya que, si queremos bien, debemos quererles libres. Y en esa libertad, se ha de incluir la mochila y las circunstancias que definen su vida. Por último, tenemos que tratar de ayudarles a mejorar, pero no cambiar.

Junto a ello, demuestra que si los hemos querido bien y sabemos que nosotros no somos lo mejor para ello, debemos respetar esa separación y ruptura, pero saber estar ahí para el otro en caso de necesidad. Más madurez en ese sentido es necesaria.

Recuerda también la importancia de nuestras circunstancias y cómo nuestras relaciones e interacciones sociales pasadas, tienen un profundo peso en lo que pensamos y cómo reaccionamos al respecto de determinadas situaciones. O dicho de otro modo, se habla y mucho del impacto de los primeros amores en nuestras vidas... tanto para bien como para mal.

Y, si bien es cierto que las circunstancias eran sospechosas en lo que al conflicto se refiere, la realidad es que el resto del mundo no tiene por qué opinar al respecto de una pareja a no ser que se le haya invitado o preguntado directamente porque eso es influir. Y generalmente, las influencias son muy persuasivas y no del todo positivas para la persona involucrada... como ya demostró Jane Austen en su momento.

Así, entre las consecuencias de esto aparecen, por ejemplo, los celos. Unos celos que han sido usados de un modo muy interesante porque, recuerda que no solo pueden aparecer en relaciones de tipo romántico, sino que la envidia puede ser entendida también como los mismos. Y de ahí su peligro.

Más que nada porque son un síntoma indiscutible de la desconfianza en una pareja y que a la larga, puede provocar una separación insalvable. De ahí la importancia de la comunicación. En todas y cada una de las relaciones importantes de nuestras vidas y no solo las de este tipo. Porque precisamente el hecho de no saber comunicarnos será lo que, a la larga terminará provocando discusiones, malentendidos e incluso rupturas.

Este es un romance a fuego lento, como he mencionado anteriormente en el que también se ha trabajado muy bien el cliché de friends to lovers, confirmando así que esas son precisamente las mejores relaciones. Pero también, las que provocan más miedo e incertidumbre a la hora de dar ese paso más allá.

Ha demostrado muy bien también que el amor aparece dónde, cuándo y con quien menos se le espera. Incluso con aquellas personas con quien menos pensamos que pudiera suceder. Y, al mismo tiempo, también demuestra el poder curativo y reparador que este sentimiento tiene. Y que a mí, personalmente me ha encantado.

Porque, ha sido una de las lecturas de novela romántica más realista, coherente y madura de todas las que he leído en mi vida lectora. Pero, tengo que decir que me falta algo - que aún sigo buscando - para considerarla una novela redonda.

Por supuesto, tendré que releerla para tratar de descubrir qué es.

Y a vosotros os recomiendo que hagáis lo propio. A ver si así me ayudáis.

Eso sí, tengo que decir que me hubiera encantado que Jaz tuviera su propia novela, aunque fuera corta, porque considero que es un personaje que lo merecía y que hubiera dado mucho juego también. Así que no pierdo la esperanza de que, en algún momento, la autora, vuelva alzar la pluma o encender el ordenador para narrarnos todo lo que sucedió entre bambalinas con este par secundarios.
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