Me sorprendió ver que había una tercera parte de la historia de Malcolm y Rachel, pensaba que acontecería algo que enturbiara el dulce momento que dejó la segunda parte, que por cierto, quedó bien cerrada. Pues bien, no es así, esta novela de poco más de cien páginas, es como un gran epílogo de Pecado.

La autora dice que no quería dejar marchar a estos personajes y por eso alargó un poco la historia, ¿hacía falta? no, pero la verdad es que es bonita y muy agradable de leer.

La novela comienza cuando Malcolm le pide matrimonio a Rachel, como hacen planes de la boda que desean, Raquel quiere que sea sencilla, Malcolm quiere que tenga un día especial, y aunque no invitarán a demasiada gente, sí que será por todo lo alto.

Vamos viendo cómo han evolucionado los protagonistas, en el punto tan dulce que está su relación, en cómo ya confían el uno en el otro. Así que asistiremos a los preparativos de la boda, las despedidas de solteros y a la petición tan especial que le hace Rachel a Malcolm, respecto a la noche de bodas.

Además de los protagonistas, conocemos un poco más a los amigos que les rodean y hay algún que otro indicio de por dónde irán los tiros con Gina y Tahoe. Espero que la editorial siga apostando por esta serie y no nos deje con las ganas de leer sus historias. También están ahí Callan, Wynn y la madre de Rachel que aquí tiene bastante papel.

Pecar la cambió para siempre es un broche de oro para la historia de amor de Malcolm y Rachel, que tantos altibajos tuvieron para llegar hasta aquí, una historia dulce, narrada de forma divertida y amena que nos deja con una gran sonrisa y con ganas de continuar sabiendo de estos maravillosos personajes.