Hoy os traigo una reseña de un libro que tenía muchas ganas de leer.

Con esta autora nunca sé lo que va a pasar. Hay libros de ella que no me han gustado pero otros sin embargo me han encantado y este es uno de ellos.

Lily es una chica que tiene muchos problemas en casa. Apenas sale solo para ir al colegio.

Un buen día ve luz en la casa de al lado que lleva deshabitada desde que el último dueño falleció y le llama la atención. Al siguiente día ve un nuevo chico en su instituto y que justo se baja en su parada. Es un sin techo y ella intenta ayudarlo en todo lo que puede, tanto, que hasta se hacen amigos y mucho más. Pasan tiempos juntos todas las tardes hasta que el padre los descubre y se acaba todo.

Años después ella se muda a Boston por alguna razón y allí emprende una nueva vida. Conoce a Rayle y empieza a surgir entre ellos algo más, pero con lo que no contaba es que volviese a reencontrarse con Atlas, su antiguo amor...

Una historia dura, intensa que te deja los sentimientos a flor de piel y tan real como la vida misma.