Segundo libro de la serie Satan's Fury en el que tenemos como protagonistas a Alex y Shadow, un personaje que me dejó mucha curiosidad en la anterior entrega, Blaze.

Alex llegó hace unos años a Memphis y se encontró con ella en la Libreria de Hallie. Esta se dio cuenta de que la joven necesitaba ayuda y le proporcionó un hogar y un trabajo junto a ella. Hace un año Hallie murió y se lo dejó todo a Alex, así que la joven se ocupa de la librería-cafetería.

Alex guarda muchos secretos y, aparte de su amigo Jason, no ha hecho demasiadas amistades y no ha tenido ninguna relación. Pero cada día acude a su librería un hombre que le llama poderosamente la atención, aunque apenas ha cruzado con él algunas palabras.

Shadow se ha convertido en el nuevo ejecutor del club, está dispuesto a cualquier cosa para que su "familia" esté a salvo y ahora están pasando por duros momentos en el club.

Él tiene que luchar con muchos demonios, sus pesadillas son diarias y solo encuentra un poco de paz, aparte de con su trabajo, con el rato que pasa leyendo en la librería sin que nadie le moleste, y que además aprovecha para observar a la joven que atiende en el mostrador.

Después de una breve conversación con Alex, coincidirán a la salida de un bar y a partir de ahí Shadow empezará a mostrarse protector con ella, además dejarán salir la pasión y la atracción que sienten.

Pero los dos tienen guardados muchos secretos que les afectarán directamente, el club tiene problemas y el pasado se hará presente. ¿Podrán acabar con todos los problemas y tener una relación?

Esta serie me está gustando, como pega diría que son historias no muy extensas que siempre te dejan con la sensación de que se podían alargar, pero la verdad es que son entretenidas, y desde que la editorial cambió la traducción han ganado mucho.

En cuanto a los personajes me han gustado los dos, igual que los secundarios a los que vamos conociendo cada vez un poco más.

Alex es una joven bastante retraída que no puede estar más feliz de haber dado con una persona como Hallie, que la acogió y la trató como si fuera su propia nieta. Ella ha heredado el negocio y está orgullosa de cómo va prosperando, pero ella oculta algo por lo que siempre está temerosa. Cuando conoce a Shadow no está pensando en una relación, sin embargo hay algo en él que la atrae y que la va enamorando poco a poco.

Me ha gustado la valentía de la joven, es luchadora y se sacrifica por los que quiere.

Mason o Shadow es un hombre muy poco hablador, trabaja en el garaje del club y es la única familia que tiene. Su vida ha sido muy dura y sus pesadillas no le abandonan. Le han nombrado como ejecutor y puede ser muy, muy duro. Sin embargo, con Alex muestra su lado más tierno y protector, porque sin poder evitarlo ella se ha convertido en la luz que no veía desde hacía mucho tiempo.

Como secundarios, seguimos conociendo a los miembros del club, Rigss, Murphy y Gunner que serán los próximos protagonistas, e incluso al presidente Gus. Hay que destacar también a Jason, el amigo incondicional de Alex, con el que puede contar como si de un hermano se tratara.

El estilo de la autora es sencillo, adictivo y ágil por lo que se lee muy rápido. La narración, como en el anterior, es a dos voces desde el punto de vista de Alex y Shadow.

Shadow es una historia amena que me ha enganchado, si cabe, más que la anterior, ya que el tema del club quedó pendiente, así que no falta la acción y la intriga. Una historia de dos personas con un pasado doloroso que no se buscan pero se encuentran y son la tabla de salvación del otro.