Detalle de la opinión
5.0 2 0.5Colofón de oro para esta bilogía
Valoración
5.0
Con el apoteósico final de Solo nosotros estaba impaciente por saber qué pasaría con Vega y John, aunque en el fondo tenía un poco de miedo de que al estar narrado en primera persona desde el punto de vista de Vega, la autora nos dejara un poco de lado a John.
Pues mis miedos no podían ser más infundados, porque ha sido un desenlace precioso y sobre todo perfecto.
La historia comienza cuatro meses después del desenlace de Solo nosotros, ha quedado lejos aquella historia tan intensa que tenían Vega y John. Vimos como Vega no acababa de encontrarse en la vida que había decidido vivir y con lo que ocurrió al final, solo vio una salida.
Se ha pasado unos meses en la autocompasión, el dolor, la rabia y también las dudas, pero ha decidido tomar las riendas de su nueva vida y ha dado un cambio radical, así que está trabajando en Tinduf para la ONG en la que colaboraba en Madrid, y allí al menos pone su granito de arena para ayudar a los más necesitados.
La vida en el desierto no es sencilla, pero la compensa el aprecio que recibe por parte de las mujeres y los niños de allí. Sin embargo, los permisos no acaban de llegar y Vega tiene que ir a hacer algunos trámites, y es allí donde se reencontrará con John. Y por suerte o por desgracia, lo tendrá que ver muy a menudo, porque él también se ofrecerá a ayudar.
La química entre ellos vuelve a ser palpable, el amor también, sin embargo, hay algo con lo que tienen que lidiar, la desconfianza y el temor a volver a sufrir.
¿Podrán recuperar lo que ya tenían?
Si la primera parte me gustó mucho, esta segunda me ha tenido embobada la mayor parte del tiempo, porque me ha parecido preciosa.
En cuanto a los personajes, ambos me han encantado, aun teniendo su misma esencia han madurado mucho, han evolucionado. Vega sigue siendo esa chica valiente, descarada y decidida, que reconoce sus errores e intenta enmendarlos, porque tiene mucho camino que recorrer para que John vuelva a confiar en ella y en sus sentimientos.
Me he reído un montón con ella, sus expresiones y sus cavilaciones, pero me ha encantado ver cómo se arma de paciencia y va avanzando pasito a pasito para que John vuelva a ser el mismo hombre del que se enamoró.
De John nos faltaba conocerlo más a fondo, era un misterio que la autora nos tenía que ir desvelando, y ¡qué personaje! Es que me ha enamorado del todo, porque aunque su boca decía una cosa, se notaba a leguas que su corazón no opinaba lo mismo. Lo hemos visto luchar por mantener sus sentimientos bien escondidos, porque el miedo, las dudas y sobre todo la desconfianza a veces hacen inclinar la balanza hacia la seguridad de no volver a sufrir. Pero Vega y su amor empujan fuerte y no se lo pondrán fácil.
Como secundarios, seguimos teniendo a Sara, que ojalá la autora también se decantara por escribir su historia, Leti, que son las mejores amigas de Vega. Kevin, un personaje adorable que tiene un papel muy importante. Y conocemos a Cynthia, esa cuñada de John que ejerce más como una madre, una señora que impone y arrasa.
Si en la primera parte le puse un pequeño "pero", en esta ocasión me ha parecido perfecta y no le encuentro ninguno, al contrario, me ha sabido a poco y aunque deseaba llegar al final, me daba mucha pena tener que despedir a Vega y John. Además me ha encantado también el epílogo ya que es extenso y nos da mucha información que hace más bonita, si cabe, la historia.
Siempre nosotros, es un colofón de oro para esta bilogía, una historia bonita, divertida, y emotiva, donde dos personas completamente diferentes se enamoran, sin embargo los secretos y la falta de comunicación los lleva por caminos diferentes. Aunque la vida y el destino tiene otros planes para ellos.
Pues mis miedos no podían ser más infundados, porque ha sido un desenlace precioso y sobre todo perfecto.
La historia comienza cuatro meses después del desenlace de Solo nosotros, ha quedado lejos aquella historia tan intensa que tenían Vega y John. Vimos como Vega no acababa de encontrarse en la vida que había decidido vivir y con lo que ocurrió al final, solo vio una salida.
Se ha pasado unos meses en la autocompasión, el dolor, la rabia y también las dudas, pero ha decidido tomar las riendas de su nueva vida y ha dado un cambio radical, así que está trabajando en Tinduf para la ONG en la que colaboraba en Madrid, y allí al menos pone su granito de arena para ayudar a los más necesitados.
La vida en el desierto no es sencilla, pero la compensa el aprecio que recibe por parte de las mujeres y los niños de allí. Sin embargo, los permisos no acaban de llegar y Vega tiene que ir a hacer algunos trámites, y es allí donde se reencontrará con John. Y por suerte o por desgracia, lo tendrá que ver muy a menudo, porque él también se ofrecerá a ayudar.
La química entre ellos vuelve a ser palpable, el amor también, sin embargo, hay algo con lo que tienen que lidiar, la desconfianza y el temor a volver a sufrir.
¿Podrán recuperar lo que ya tenían?
Si la primera parte me gustó mucho, esta segunda me ha tenido embobada la mayor parte del tiempo, porque me ha parecido preciosa.
En cuanto a los personajes, ambos me han encantado, aun teniendo su misma esencia han madurado mucho, han evolucionado. Vega sigue siendo esa chica valiente, descarada y decidida, que reconoce sus errores e intenta enmendarlos, porque tiene mucho camino que recorrer para que John vuelva a confiar en ella y en sus sentimientos.
Me he reído un montón con ella, sus expresiones y sus cavilaciones, pero me ha encantado ver cómo se arma de paciencia y va avanzando pasito a pasito para que John vuelva a ser el mismo hombre del que se enamoró.
De John nos faltaba conocerlo más a fondo, era un misterio que la autora nos tenía que ir desvelando, y ¡qué personaje! Es que me ha enamorado del todo, porque aunque su boca decía una cosa, se notaba a leguas que su corazón no opinaba lo mismo. Lo hemos visto luchar por mantener sus sentimientos bien escondidos, porque el miedo, las dudas y sobre todo la desconfianza a veces hacen inclinar la balanza hacia la seguridad de no volver a sufrir. Pero Vega y su amor empujan fuerte y no se lo pondrán fácil.
Como secundarios, seguimos teniendo a Sara, que ojalá la autora también se decantara por escribir su historia, Leti, que son las mejores amigas de Vega. Kevin, un personaje adorable que tiene un papel muy importante. Y conocemos a Cynthia, esa cuñada de John que ejerce más como una madre, una señora que impone y arrasa.
Si en la primera parte le puse un pequeño "pero", en esta ocasión me ha parecido perfecta y no le encuentro ninguno, al contrario, me ha sabido a poco y aunque deseaba llegar al final, me daba mucha pena tener que despedir a Vega y John. Además me ha encantado también el epílogo ya que es extenso y nos da mucha información que hace más bonita, si cabe, la historia.
Siempre nosotros, es un colofón de oro para esta bilogía, una historia bonita, divertida, y emotiva, donde dos personas completamente diferentes se enamoran, sin embargo los secretos y la falta de comunicación los lleva por caminos diferentes. Aunque la vida y el destino tiene otros planes para ellos.