Detalle de la opinión
4.5 2 0.5Una bonita historia de segundas oportunidades
Valoración
4.5
Cuando leí Nunca serás agua, que dicho de paso me encantó, me quedé con las ganas de saber más de los hermanos de MC, sobre todo de Tyler, un personaje que parecía sumamente serio y hermético. Así que me hizo mucha ilusión cuando vi que iba a tener su propia historia y francamente ha valido la pena.
Hace diez años Alice y Tyler estuvieron viéndose. Para Tyler, aunque poco tiempo, fue muy intenso ya que se enamoró, sin embargo, para Alice fue un pasatiempo y como la nada desapareció de la vida del joven bombero.
Alice durante diez años ha sido la mujer florero de un senador, ha tenido una vida intensa, aunque vacía, y no ha tenido que preocuparse de gran cosa. Pero su padre acaba de morir y le ha dejado la empresa familiar a ella, que aunque tiene un máster en empresas nunca ha tenido que utilizarlo.
Así que Alice vuelve a Chicago después de diez años para hacerse cargo de una empresa que tiene pérdidas y que está cayendo en picado. Alice se encuentra con la adversidad de los cargos que eran la mano derecha de su padre, pero afrontará con valentía el mando, aunque le produzca muchos quebraderos de cabeza.
Pero en Chicago también está su mejor amiga, Megan, que se casa en unos días y a cuya boda está invitada, allí volverá a ver al hombre con el que antaño se lo pasó muy bien, pero del que no espera la reacción tan fría y déspota que recibe.
Tyler es un hombre dedicado a su trabajo y a su familia, cerró su corazón a cal y canto hace diez años cuando se lo rompieron y no ha pensado en tener una relación.
En la boda de su hermana Megan se encuentra con una sorpresa nada agradable para él, pues ve a Alice despampanante y como si nada hubiera pasado y siente un odio visceral hacia ella.
Sus primeros encuentros no son nada agradables, pero por algunas circunstancias tienen que compartir más tiempo juntos del que quieren, y aunque Tyler intenta alejarse de ella por todos los medios, no puede remediar que su corazón vuelva a latir rápido por ella.
¿Podrá olvidar el daño que le hizo en el pasado?
Si me encantó la historia de Megan y Nick, esta no ha sido menos, me ha durado dos tardes y la he disfrutado enormemente, igual que he disfrutado con Alice y Tyler.
Alice es un personaje que me ha encantado por cómo evoluciona a lo largo de la historia, primero conocemos a una joven vacía, superficial y egoísta a la que no le importa más que su bienestar, pero luego vemos cómo madura y hace frente a los muchos problemas que le ocasiona la empresa familiar y cómo se desvive por los más necesitados y cómo busca enmendar los errores que cometió en el pasado, aunque Tyler no se lo ponga fácil.
Tyler es un hombre retraído y serio, que también evoluciona durante la historia, aunque el camino para él tampoco es fácil porque desconfía de Alice, tiene miedo de que le vuelva a romper el corazón y va con pies de plomo. A veces, bastantes, peca de cabezota pero es el temor al fracaso el que habla por él.
Los secundarios siguen siendo de lujo porque la familia de Tyler es espectacular. El padre es callado aunque siempre acertado, la madre, Margot es un amor, no tiene pelos en la lengua y no se corta a la hora de dar una bronca o colleja a sus hijos. Austin, el gemelo de Megan es pícaro, simpático y encantador (espero que la autora escriba su historia también), Thomas, el pequeño aparece poco y no lo conocemos demasiado. Pero también tenemos a Megan y Nick, y vamos viendo cómo está evolucionando su relación. Una familia la mar de entrometida pero que siempre forman piña a la hora de apoyarse los unos a los otros.
La pluma de la autora es directa, fresca y ágil y siempre demuestra una muy buena ambientación. La narración corre a cargo de ambos protagonistas y así llegamos a conocerlos profundamente.
Sobre las luces de Chicago es una bonita historia de segundas oportunidades que combina el romance y la intriga, una historia de sentimientos ya que hay mucho dolor y rencor, pero también perdón y amor, mucho amor, no solo de pareja, también el de los buenos amigos y sobre todo el de la familia.
Hace diez años Alice y Tyler estuvieron viéndose. Para Tyler, aunque poco tiempo, fue muy intenso ya que se enamoró, sin embargo, para Alice fue un pasatiempo y como la nada desapareció de la vida del joven bombero.
Alice durante diez años ha sido la mujer florero de un senador, ha tenido una vida intensa, aunque vacía, y no ha tenido que preocuparse de gran cosa. Pero su padre acaba de morir y le ha dejado la empresa familiar a ella, que aunque tiene un máster en empresas nunca ha tenido que utilizarlo.
Así que Alice vuelve a Chicago después de diez años para hacerse cargo de una empresa que tiene pérdidas y que está cayendo en picado. Alice se encuentra con la adversidad de los cargos que eran la mano derecha de su padre, pero afrontará con valentía el mando, aunque le produzca muchos quebraderos de cabeza.
Pero en Chicago también está su mejor amiga, Megan, que se casa en unos días y a cuya boda está invitada, allí volverá a ver al hombre con el que antaño se lo pasó muy bien, pero del que no espera la reacción tan fría y déspota que recibe.
Tyler es un hombre dedicado a su trabajo y a su familia, cerró su corazón a cal y canto hace diez años cuando se lo rompieron y no ha pensado en tener una relación.
En la boda de su hermana Megan se encuentra con una sorpresa nada agradable para él, pues ve a Alice despampanante y como si nada hubiera pasado y siente un odio visceral hacia ella.
Sus primeros encuentros no son nada agradables, pero por algunas circunstancias tienen que compartir más tiempo juntos del que quieren, y aunque Tyler intenta alejarse de ella por todos los medios, no puede remediar que su corazón vuelva a latir rápido por ella.
¿Podrá olvidar el daño que le hizo en el pasado?
Si me encantó la historia de Megan y Nick, esta no ha sido menos, me ha durado dos tardes y la he disfrutado enormemente, igual que he disfrutado con Alice y Tyler.
Alice es un personaje que me ha encantado por cómo evoluciona a lo largo de la historia, primero conocemos a una joven vacía, superficial y egoísta a la que no le importa más que su bienestar, pero luego vemos cómo madura y hace frente a los muchos problemas que le ocasiona la empresa familiar y cómo se desvive por los más necesitados y cómo busca enmendar los errores que cometió en el pasado, aunque Tyler no se lo ponga fácil.
Tyler es un hombre retraído y serio, que también evoluciona durante la historia, aunque el camino para él tampoco es fácil porque desconfía de Alice, tiene miedo de que le vuelva a romper el corazón y va con pies de plomo. A veces, bastantes, peca de cabezota pero es el temor al fracaso el que habla por él.
Los secundarios siguen siendo de lujo porque la familia de Tyler es espectacular. El padre es callado aunque siempre acertado, la madre, Margot es un amor, no tiene pelos en la lengua y no se corta a la hora de dar una bronca o colleja a sus hijos. Austin, el gemelo de Megan es pícaro, simpático y encantador (espero que la autora escriba su historia también), Thomas, el pequeño aparece poco y no lo conocemos demasiado. Pero también tenemos a Megan y Nick, y vamos viendo cómo está evolucionando su relación. Una familia la mar de entrometida pero que siempre forman piña a la hora de apoyarse los unos a los otros.
La pluma de la autora es directa, fresca y ágil y siempre demuestra una muy buena ambientación. La narración corre a cargo de ambos protagonistas y así llegamos a conocerlos profundamente.
Sobre las luces de Chicago es una bonita historia de segundas oportunidades que combina el romance y la intriga, una historia de sentimientos ya que hay mucho dolor y rencor, pero también perdón y amor, mucho amor, no solo de pareja, también el de los buenos amigos y sobre todo el de la familia.