¡Qué preciosidad de novela! Me ha encantado, y me ha gustado la manera en la que está narrada. Está contada siempre en primera persona, pero unas veces es David el que le pone voz a la narración, y otras es Sara. De esta manera podemos ver en cada momento lo que piensan cada uno de los protagonistas.

Es una historia muy sencilla, actual, muy real, que contiene los problemas cotidianos y de pareja que podemos tener cualquiera hoy en día. Pero tanto Sara como David hacen de esta historia de reencuentros algo muy emotivo, tierno y que te llega muy adentro. Es una novela que cala hondo en el corazón.

Su lenguaje es sencillo, moderno y fresco. Se lee de un tirón.

Los dos protagonistas son fantásticos y tienen personalidades muy diferentes. David es pasional, luchador, romántico, soñador, seguro de sí mismo y va a por todas. Es todo corazón y sueños.

Sara es insegura, una mujer que se ha acostumbrado a lo que tiene y le da miedo perder su estabilidad. Le da miedo soñar, y ha perdido toda la frescura y el desparpajo que tenía cuando era niña. David es el único que sabe sacar la verdadera Sara a la luz, esa niña alegre y soñadora que una vez fue.

Los demás personajes que aparecen en la historia me han encantado y completan el cóctel perfecto que resulta esta obra. Unos personajes reales, con problemas muy comunes y con los que te puedes sentir identificada en todo momento. Destaco el personaje de la suegra de Sara, me ha sorprendido mucho que precisamente sea la suegra quien le dé esos buenos consejos.

También se desgrana poco a poco una historia del pasado, un amor imposible...

Cuando terminas de leer esta novela, tienes todas las emociones a flor de piel. Es precioso, muy dulce, emotivo y te pone la piel de gallina. Consigue ponerte mariposillas en el estómago por la emoción, y te hace sentir el amor y el deseo en estado puro. Está muy bien lograda la tensión sexual entre los protagonistas.

A mí me ha gustado mucho y lo recomiendo.