Detalle de la opinión
5.0 3 0.5quiero una bizcotela
Valoración
5.0
Sé muy bien que con Donna Kenci tengo una debilidad, pero se la ha ganado a pulso, con la forma tan bonita que tiene de narrar sus historias.
Carla Suárez, natural de Madrid trabaja en Dulces Dueñas, es la mano derecha de Gabriel, el propietario. Cuando este sufre un infarto, se ve obligada a asumir la directiva de la empresa para poder sacar adelante la producción de la campaña de Navidad. Es conocida como la mujer de hielo, pero no siempre fue así, tras un corazón roto se puso su coraza de invierno y nadie más pudo derretir la escarcha de su alrededor.
Adrián dueñas, natural de Madrid, actualmente vive en Nueva York, regenta una próspera pastelería y ha sido galardonado como el mejor repostero de la ciudad, por fin ve cumplido su sueño de llevar el nombre y la sabiduría de su abuelo a lo mas alto. Una llamada le hará volver de donde huyó años atrás después de un desengaño y un corazón roto.
Un secreto, un malentendido, unos pósits, una pastelería y alguna que otra bizcotela, serán tus compañeros de viajes en esta nueva aventura.
Uno de los puntos fuertes de la autora es el árduo trabajo que realiza en todas sus obras y esta no es menos. En este libro nos metemos en el mundo de la repostería y os puedo asegurar que seréis capaces de oler y saborear las creaciones de ese obrador. Como si de un hilo conductor se tratase, a través de los dulces, viviremos esas nochebuenas en familia, los primeros miedos, el primer amor, y ese desgarro que sientes cuanto te crees engañado.
Los personajes tanto principales como secundarios están muy bien perfilados, Gabriel y su tozudez, Luisa con su cachorrito, Bea, esa amistad inquebrantable, Jorge, al que odio profundamente, además de repelente, hortera, ya me entenderéis, Desirée y las niñas del resplandor, el ausente, y sobre todo Manuel ese hombre sabio, que amó con pasión su profesión y que con sus consejos y refranes guiará a Adri y Carla.
La introducción de flashbacks, es otra de las marcas de la casa, en este caso los tenemos en forma de capítulos y nos ayudarán a poder contextualizar el presente. A lo largo de sus 371 páginas, con capítulos narrados a dos voces (hecho que siempre prefiero porque así somos testigos de los pensamientos de los dos protagonistas), con una pluma ágil y fresca, seremos testigos de cómo las heridas se van curando poco a poco, hasta poder desmadejar todo el pasado.
Y ahora el mamarracheo...
Por dios, pero qué cosa tan bonicaaa, si es que esta mujer es un portento... Ese Manuel, en algún momento hasta lagrimilla me ha salido, yo creo que este hombre sabía muuuchasss cosasss.. y lo que me he tenido que reír con Adri, chico si al final ella no cae, yo voy y te adopto, porque hay un momento que me dio mucha cosica, pobrecico… no digo na que luego to se sabe.
Tineo…, cuando lleguéis os acordaréis de mí seguro... ahh y que se me olvidaba, tenemos spicy, a dios gracias, tardecito porque aquí los mozos se estaban reservando, pero cuando llega... menos mal que han bajado las temperaturas. Lo único que he echado a faltar, los nietos... pero bueno todo llegará...
Si es que esta niña escribe de una forma sublime, que no lo digo por decir, que soy mucho de dar cera si algo no me gusta, pero es de esas autoras que realmente plasman en cada palabra todo el sentimiento, que cuando has acabado la historia piensas y ahora qué... porque te dejan un vacío en alma, eso solo se consigue cuando el lector entra de lleno en la trama y hace suyo a los personajes.
Carla Suárez, natural de Madrid trabaja en Dulces Dueñas, es la mano derecha de Gabriel, el propietario. Cuando este sufre un infarto, se ve obligada a asumir la directiva de la empresa para poder sacar adelante la producción de la campaña de Navidad. Es conocida como la mujer de hielo, pero no siempre fue así, tras un corazón roto se puso su coraza de invierno y nadie más pudo derretir la escarcha de su alrededor.
Adrián dueñas, natural de Madrid, actualmente vive en Nueva York, regenta una próspera pastelería y ha sido galardonado como el mejor repostero de la ciudad, por fin ve cumplido su sueño de llevar el nombre y la sabiduría de su abuelo a lo mas alto. Una llamada le hará volver de donde huyó años atrás después de un desengaño y un corazón roto.
Un secreto, un malentendido, unos pósits, una pastelería y alguna que otra bizcotela, serán tus compañeros de viajes en esta nueva aventura.
Uno de los puntos fuertes de la autora es el árduo trabajo que realiza en todas sus obras y esta no es menos. En este libro nos metemos en el mundo de la repostería y os puedo asegurar que seréis capaces de oler y saborear las creaciones de ese obrador. Como si de un hilo conductor se tratase, a través de los dulces, viviremos esas nochebuenas en familia, los primeros miedos, el primer amor, y ese desgarro que sientes cuanto te crees engañado.
Los personajes tanto principales como secundarios están muy bien perfilados, Gabriel y su tozudez, Luisa con su cachorrito, Bea, esa amistad inquebrantable, Jorge, al que odio profundamente, además de repelente, hortera, ya me entenderéis, Desirée y las niñas del resplandor, el ausente, y sobre todo Manuel ese hombre sabio, que amó con pasión su profesión y que con sus consejos y refranes guiará a Adri y Carla.
La introducción de flashbacks, es otra de las marcas de la casa, en este caso los tenemos en forma de capítulos y nos ayudarán a poder contextualizar el presente. A lo largo de sus 371 páginas, con capítulos narrados a dos voces (hecho que siempre prefiero porque así somos testigos de los pensamientos de los dos protagonistas), con una pluma ágil y fresca, seremos testigos de cómo las heridas se van curando poco a poco, hasta poder desmadejar todo el pasado.
Y ahora el mamarracheo...
Por dios, pero qué cosa tan bonicaaa, si es que esta mujer es un portento... Ese Manuel, en algún momento hasta lagrimilla me ha salido, yo creo que este hombre sabía muuuchasss cosasss.. y lo que me he tenido que reír con Adri, chico si al final ella no cae, yo voy y te adopto, porque hay un momento que me dio mucha cosica, pobrecico… no digo na que luego to se sabe.
Tineo…, cuando lleguéis os acordaréis de mí seguro... ahh y que se me olvidaba, tenemos spicy, a dios gracias, tardecito porque aquí los mozos se estaban reservando, pero cuando llega... menos mal que han bajado las temperaturas. Lo único que he echado a faltar, los nietos... pero bueno todo llegará...
Si es que esta niña escribe de una forma sublime, que no lo digo por decir, que soy mucho de dar cera si algo no me gusta, pero es de esas autoras que realmente plasman en cada palabra todo el sentimiento, que cuando has acabado la historia piensas y ahora qué... porque te dejan un vacío en alma, eso solo se consigue cuando el lector entra de lleno en la trama y hace suyo a los personajes.