Julie trabaja en una inmobiliaria cuyo dueño no ejerce debido a una apoplejía que sufrió, por tanto su único hijo se ha hecho cargo de la dirección de la misma. Patrick es rico, atractivo, le gusta la ropa de diseño, los coches deportivos, el sexo, el alcohol y las drogas, a pesar de que todo esto lo está deteriorando a ojos vista. Cuando Julie entró a trabajar en la inmobiliaria salió con él, pero desde el principio vio que esa relación no tenía futuro y le dejó las cosas muy claras, serían sólo compañeros de trabajo, a pesar de que ambos siente una fuerte atracción.

Julie es una mujer que durante toda su vida ha luchado por conseguir una vida mejor y por proteger a su hermana pequeña. Abandonadas por su padre y con una madre que no les hacía mucho caso, es una especie de madre para Laura, una chica que debido a sus traumas es un poco hipocondríaca, por tanto cuando empieza a contar que alguien se la lleva , la desnudan la observan... no la cree, pero esto ocurre desde que pasaron un día en la playa, el mismo día que comenzaron sus terribles dolores de cabeza. Lo cierto es que Laura tiene razón unos alienígenas se las llevan sin que ellas se den cuenta para estudiar como son los terrícolas, pero así como con Laura ha sido fácil insertarle una especie de chip de seguimiento Julie se resiste, de ahí sus dolores de cabeza, y deciden enviar a alguien que ocupe un puesto cercano a ella para poder determinar esa resistencia, tiene que ser alguien que esté a punto de morir por lo que esos seres de otro mundo más avanzados que nosotros se dan cuenta de que Patrick va a tener un infarto, momento en el que el comandante de la nave se introduce en el cuerpo de Patrick y el resultado es espectacular porque el físico de Patrick junto con la personalidad del comandante Val origina una persona completamente diferente y que va a tener que enfrentarse a todos los entuertos que Patrick con su indolencia ha originado.

La verdad es que cuando empecé a leer este libro y vi que se trataba de alienígenas casi lo dejo, pero Kat Martin ha sabido darle un toque tan "humano" al protagonista, ha hecho de él alguien tan encantador que se olvida que es un ser de otro planeta, la trama está muy bien enlazada, existe una amenaza sobre Patrick ya que en su vida como humano se metió en negocios turbios y ahora está amenazado, Julie es una protagonista con los pies en la tierra, luchadora, protectora con su hermana, está muy encariñada con el padre de Patrick que ha sido su mentor, siente que este Patrick posterior al infarto es diferente e intenta evitar la atracción que siente, tiene demasiados problemas entre ellos su hermana, ya que Laura continúa manifestando que se la llevaron a una nave, lo que da a origen que visite al psiquiatra.

Está todo muy bien enlazado, la novela te mantiene en vilo hasta el final ya que con esta clase de protagonista te estás preguntando continuamente ¿Qué pasará con ellos? ¿Llegarán a entenderse?, los secundarios están también muy conseguidos, en definitiva que Kat Martin que me gusta en histórica no me ha decepcionado en esta tercera entrega de su serie paranormal.

Julie es una agente inmobiliaria de Los Angeles. Un día, ella y su hermana, en la playa sufren algo extraño. Desde ese momento ella empieza a tener dolores de cabeza y su hermana se muestra paranoica con que algunas personas se la quieren llevar.
Lo que sucedió fue que fueron abducidas por alienigenas que quieren investigar a los humanos y experimentar con ellos para conocerlos. Con Julie no pudieron experimentar ya que tenía algo en la mente que era dificil penetrar en ella, pero a su hermana si le hicieron algunas cosas y por tanto ésta última empieza a recordad con el tiempo.

Los alienigenas proceden de un planeta, Toril, lejano. El comandante en jefe de la investigación, Valerian Zarkanian (o algo así) es un alien que necesita saber por qué el elemento Julie no puede ser investigado. Para ello decide meterse en el cuerpo de un ser humano muerto.

El jefe de Julie, Patrick Donovan, es un joven alocado, dejado, que le gusta beber y drogarse. En el pasado salió un par de veces con Julie, pero como ella quería algo serio y él no, pues decidieron no llegar a nada. Un día le dio un ataque al corazón debido a una sobredosis y muere. Es el momento que Val está esperando para hacerse humano, y comienza la trama.

Val debe descubrir que tiene de especial Julie para no poder acceder a su mente y Julie empieza a descubrir a un nuevo Patrick que la sorprende y encandila.

El libro me ha parecido muy original, con un argumento sorprendente "los alienigenas". Es decir nos alejamos de los vampiros-lobos-superhombres-vanirios-dioses y nos adentramos en los marcianos, perdon, torilianos.

También me ha gustado como la autora nos ha ido presentando a Val-Patrick, un alien que procede de un planeta donde es una especie de "Un mundo feliz" donde todos piensan igual, visten igual, no ha colores, no hay música y no hay nada, y llega al planeta Tierra y todo lo que ve y oye le conmueve.

También me ha gustado cómo Julie ha ido descubriendo a Val-Patrick, que es más humano que el anterior (y mirad que es un alien), más bueno, honrado, sensible y que cuida su cuerpo.

Lo único que no me ha quedado claro ha sido qué es lo que tenía Julie para que los aliens no pudieran con ella.

El libro es entretenido (no parece de Kat Martin) y original, con una historia de amor sencilla pero con una ambientación muy bien recreada, con algo de buena documentación (por lo menos me lo ha parecido cuando Julie habla con una física experta en viajes espaciales (ay si Einstein levantara la cabeza)) y con alienigenas muy diferentes a los de la invasión de los ultracuerpos.

Nota: 3 de 5