Detalle de la opinión
5.0 1 0.5Un libro divinamente paradisiaco
Valoración
5.0
Con esta novela me inicié en la pluma de Rose y, aviso, el título es sumamente revelador ya que, tiene de todo.
Y también aviso de que la portada puede llevar a equívocos, ya que, aunque parezca muy veraniega, la realidad es que se puede leer en cualquier momento del año.
No sé si vosotros tenéis una categoría de libros que se llaman libros vitaminas o libros de vida. Yo sí, y este libro pertenece a esta categoría porque, todas y cada una de las veces que os decidáis a abrir sus páginas... vuestras vidas serán más larga.
Y aviso, leedla con pañuelos al lado o en soledad, ya que pueden miraros mal o pensar que estéis locos de tan bien como lo vais a pasar. Y las carcajadas estarán más que aseguradas en todo momento... a pesar de que ya sepáis qué va a pasar.
Una segunda advertencia que os doy es que os van a dar unas ganas irrefrenables de visitar la isla de Moorea para desear descubrir de primera mano si Noe, Lau, Maca, Álvaro, Ebert y Maui (ayyyy Maui, mi crush polinésico para siempre) existen y viven allí.
Es un libro grueso que, devoraréis y que además de pasarlo en grande con las risas y el amor, también hay mención y espacio para otros muchos temas serios y susceptibles de análisis. Incluso, advierto que aprenderéis un montón sobre historia y algunas de las supersticiones más comunes y utilizadas en la vida cotidiana de los romanos. Por si quisierais ponerlas en práctica.
Un canto a la sororidad y a la amistad, en la que se respetan las diferencias, que son las que enriquecen nuestras vidas. Y un recordatorio de que los hogares los hacen las personas que habitamos en él, no tienen por qué ser un lugar concreto.
Nos recuerda que las apariencias engañan y José Luis os robará el corazón, ya que es un pequeño rompecorazones.
Pero, es una novela de amor, el cual se ha de vivir sin tiempos y al que nunca podemos cerrarle la puerta o indicarle que no tiene espacio en nuestras vidas porque... es, de antemano una batalla que habremos perdido.
Sin embargo, para querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros mismos, ya que nosotros también somos nuestro propio paraíso en la tierra y así es como siempre debemos considerarnos.
Por lo demás, solo me queda emplazaros de nuevo a que le deis una oportunidad a esta magnífica novela. Y sobre todo, avisaros de que, si reserváis un billete de avión dirección el paraíso de Moorea... es bastante probable que me encontréis por allí.
Y también aviso de que la portada puede llevar a equívocos, ya que, aunque parezca muy veraniega, la realidad es que se puede leer en cualquier momento del año.
No sé si vosotros tenéis una categoría de libros que se llaman libros vitaminas o libros de vida. Yo sí, y este libro pertenece a esta categoría porque, todas y cada una de las veces que os decidáis a abrir sus páginas... vuestras vidas serán más larga.
Y aviso, leedla con pañuelos al lado o en soledad, ya que pueden miraros mal o pensar que estéis locos de tan bien como lo vais a pasar. Y las carcajadas estarán más que aseguradas en todo momento... a pesar de que ya sepáis qué va a pasar.
Una segunda advertencia que os doy es que os van a dar unas ganas irrefrenables de visitar la isla de Moorea para desear descubrir de primera mano si Noe, Lau, Maca, Álvaro, Ebert y Maui (ayyyy Maui, mi crush polinésico para siempre) existen y viven allí.
Es un libro grueso que, devoraréis y que además de pasarlo en grande con las risas y el amor, también hay mención y espacio para otros muchos temas serios y susceptibles de análisis. Incluso, advierto que aprenderéis un montón sobre historia y algunas de las supersticiones más comunes y utilizadas en la vida cotidiana de los romanos. Por si quisierais ponerlas en práctica.
Un canto a la sororidad y a la amistad, en la que se respetan las diferencias, que son las que enriquecen nuestras vidas. Y un recordatorio de que los hogares los hacen las personas que habitamos en él, no tienen por qué ser un lugar concreto.
Nos recuerda que las apariencias engañan y José Luis os robará el corazón, ya que es un pequeño rompecorazones.
Pero, es una novela de amor, el cual se ha de vivir sin tiempos y al que nunca podemos cerrarle la puerta o indicarle que no tiene espacio en nuestras vidas porque... es, de antemano una batalla que habremos perdido.
Sin embargo, para querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros mismos, ya que nosotros también somos nuestro propio paraíso en la tierra y así es como siempre debemos considerarnos.
Por lo demás, solo me queda emplazaros de nuevo a que le deis una oportunidad a esta magnífica novela. Y sobre todo, avisaros de que, si reserváis un billete de avión dirección el paraíso de Moorea... es bastante probable que me encontréis por allí.