Una novela que he tenido el placer de disfrutar y que me ha dejado demasiado buen sabor de boca, así es esta apasionante novela de Alice Kellen.
Con los Beatles como fondo, en una de las zonas de costa de la magnífica Australia, lugar que me muero por visitar, y con el surf como deporte oficial esta novela se ha transformado en una de mis favoritas.
Nuestra protagonista pasa por una grandísima depresión originada por un accidente donde pierde a sus padres siendo ella la única superviviente de todo eso. De ser una adolescente alocada e impulsiva como todas a su edad ha pasado de ser una persona taciturna que no deja pasar ni un atisbo de sentimientos para no sufrir. De ser una chica con una meta clara, como estudiar bellas artes a una persona que vive por inercia, que no tiene ninguna clase de ilusión por nada hasta que ocurre algo que hará que su vida de un giro de 360 grados. Su hermano, es decir, su único pariente vivo, se va de la ciudad por culpa de su trabajo durante un año, solo tiene de vacaciones por así decirlo una semana que puede volver a su pueblo y la deja al cuidado del mejor amigo de éste. Su amor platónico desde que ella tenía uso de razón.
Cabe destacar que nuestro protagonista es como el hermano mayor de la protagonista ya que básicamente él la vio nacer y crecer por la gran cantidad de años que se llevan.
Nuestro protagonista es la clase de persona que no tiene miedo de nada, vive solo en una casa, trabaja de pintor ahí mismo y está prácticamente todo el día haciendo surf. Tiene una vida un tanto ermitaño pero, la verdad es que hay personas que les gusta vivir así y no son consideradas raritas.
Al principio es reacio a que la hermana de su mejor amigo, que es como una hermana para él se quede pero luego al final, acaba aceptando y ayudándola a salir de ese peso que tiene la pobre chica por ser la única superviviente del accidente que mató a sus padres.
La novela tiene una pluma demasiado ágil y dinámica, solo con decir que lo he devorado en dos días con el poco tiempo que tengo últimamente ya es decir bastante. Me ha hecho comerme las uñas, literal, veía algo de los capítulos finales y ya estaba mega nerviosa por sabe por qué pasaba tal o cual cosa.
La novela me ha entusiasmado y me ha dejado completamente deseosa por saber que pasa en el siguiente libro porque vaya final y, sobre todo, ¡¡¡¡VAYA LIBRO!!!!
La novela me ha encantado y espero saber que más tiene la autora por escribir.

Hace poco descubrí la pluma de Alice Kellen y desde entonces tengo claro que es una de las autoras a la que voy a seguir la pista muy de cerca. Lo que he leído de ella se me ha clavado muy hondo, haciéndome sentir mil emociones, convirtiéndose por este y otros motivos en historias muy especiales para mí.

Todo lo que nunca fuimos es otra de esas joyas para añadir a mi lista de favoritas sin ninguna duda.

Esta es la primera novela de lo que será la bilogía "Deja que ocurra" en la que conocemos la historia entre Axel y Leah. Una historia tremendamente especial, intensa y conmovedora que enamora y rompe el corazón a partes iguales.

Leah ha sufrido un gran golpe en la vida, por lo que no está pasando un buen momento. Su hermano debe dejarla a cargo de su mejor amigo, Axel, durante un tiempo mientras él intenta reorganizar la vida de ambos, y ahí es donde vendrán las complicaciones...puesto que ella siempre ha estado enamorada de Axel.

Axel siempre ha visto a Leah como una hermana pequeña, por eso no duda en acogerla cuando lo necesita. Aunque eso suponga un cambio en su rutina. Aunque sacrifique su amada soledad. Aunque signifique un giro inesperado en su vida... y nada vuelva a ser lo mismo.

Como decía, la historia que nos regala Alice Kellen es una auténtica delicia para los sentidos. No voy a contar más, creo que entre la sinopsis y el pequeño resumen que he dejado para poner en antecedentes es más que suficiente. Solo decir que es una novela que hay que leer con el corazón y los sentidos puestos en las palabras, y dejarse llevar por lo que la autora transmite, y que a mí al menos ha conseguido sumergirme de la mano de Axel y Leah, para vivir y sentir cada momento de su historia con la misma intensidad que ellos.

La autora tiene la habilidad de enamorarme y emocionarme, hacer que llore, ría, sufra, que sienta ese pellizco en el pecho y que en general sienta todo lo que sienten los protagonistas de la novela. Que la viva hasta el punto de sentir su historia tan real como si estuviera allí con ellos con las emociones a flor de piel en cada momento.

Desde luego Alice Kellen tiene un don, y es la magia y la sensibilidad que contiene su pluma y que la hace especial y diferente.

Esta novela con sus personajes, sus escenas y diálogos, se quedan grabados en mi corazón para siempre.

Tan solo añadir que me muero de ganas de leer la segunda parte, y que por supuesto es una novela que recomiendo sin ningún tipo de dudas.