Por lo que he podido investigar es el primer libro para el público adulto de esta autora, la verdad es que yo no la conocía, pero después de esta primera experiencia, se va a convertir en una de mis autoras favoritas.

Clementine, sí, como la fruta, “Clemmie” para los amigos, es la segunda de las tres hijas de una Ripp Harris, un rockero bastante inconsciente que dejo embarazas a tres mujeres a la vez. Este, lejos de pelearse entre ellas, decidieron vivir juntas y criar como hermanas a las tres niñas. Como podréis comprender la relación de Clemmie con el negocio familiar, es como poco tirante, estudió literatura medieval y el género musical que escucha estaba de moda en los años 70.

En pocas semanas su vida se trastoca, su novio Len la deja después de 4 años, por otra que encima está embarazada, y por culpa de los recortes está a punto de perder su trabajo. Una noche de bajón, junto a Lyl y Serena deciden realizar un conjuro de corazón roto como cuando eran pequeñas. Lanzan tres deseos y una maldición.

Esa misma noche, un amigo de la familia muere y las madres deciden que celebrarán el sepelio en casa, allí mientras escapa de su pasado, encuentra a un chico en su habitación, la cosa se caldea y acaba con (Edward) en una habitación de hotel.

Un trabajo, una playa, un coche destartalado, un ayudante muy pesado y muchos carbohidratos serán las bases de este romcom.

A través de sus 431 páginas, narradas desde el punto de vista de Clem (personalmente me hubiera gustado conocer la percepción de Theo, en algunos momentos), La autora dividirá la trama en 4 partes claramente diferenciadas. La primera, aunque la más alocada se me hizo un poco lenta, necesitaba... pero en cuanto llega la cosa se disparó y no pude dejar de leer hasta el punto y final. 24 horas me ha durado el librito.

Clemmie es una chica rota, insegura y con una mochila emocional que tira para atrás. Toda su vida se ha sentido culpable, no quiere jugársela en el amor, porque su mayor temor es que la dejen, como hizo su padre, (por eso va a terapia desde hace mucho tiempo) pero a medida que vamos avanzando ella irá soltando lastre. (Ingrid se sentiría orgullosa).

Theo es el rockero de moda, no se deja conocer, aprendió por las malas que la gente tiende a aprovecharse de su fama. Tiene que entregar un disco sí o sí, así que cuando le proponen irse en medio de la nada a componer no le quedará más remedio que ceder. Su mayor temor es que su fama perturbe la vida de los que más quiere, aunque eso signifique no ver a su familia todo lo que quisiera.

Lyl y Serena son las mejores hermanas del mundo, las tres son muy diferentes entre ellas, pero de alguna manera se complementan. David, Henry, Bee, las madres, Lisa, así como el resto de personajes secundarios están muy desarrollados y con subtramas propias que ayudan a la principal.

Junto a ellos, iremos de Londres a Northumberland, incluso visitaremos una casa-hotel victoriana, siempre acompañados del sonido de unos acordes. Y aunque su historia se va fraguando a fuego lento, en el momento en que se encuentran a sinfonía irá en crescendo.

Este libro es un canto a la vida, la superación, la constancia, pero sobre todo nos habla de amistad y hermandad.