Samantha vive en Nueva York y trabaja en una revista escribiendo columna de consejos amorosos. Consejos que son una absoluta falsa, puesto que ella no cree en el amor. Solo mantiene relaciones prácticas, lleva una vida bastante controlada y alejada de las relaciones serias.
Todo lo contrario a su alocada madre que vive buscando el amor. Tras una llamada de esta Sam se ve obligada a dejar un tiempo su tranquila y monótona vida cambia, y es que le informa que va a casarse, en Italia, y que ella debe acudir a la boda.
Aunque a Sam esto no le hace mucha gracia por la mala relación que tiene con su madre, decide liarse la manta la cabeza y viajar. Italia es un país con el que siempre ha soñado conocer.
Lo que Samantha no sospecha es que ese viaje le cambiará la vida para siempre... Sobre todo, cuando conoce a su futuro hermanastro Alessandro Martinelli.


El inicio entre Samantha y Alessandro serán poco accidentado, además el carácter de Samantha tampoco ayuda. Pero Alessandro demuestra ser todo un caballero y decide ser el guía perfecto para Samantha en su viaje por Italia hasta llegar al lugar donde se celebrará la boda de sus padres, los cuales han cambiado de ubicación a última hora, y lo que iba a ser un viaje exprés para ambos se convierte en toda una aventura.



Como ya sabéis Laura es una de mis autores de cabecera. Leer algún libro de ella es sinónimo de goce y acierto seguro para mí, y si encima me hace volver de alguna manera, a recorrer las calles de Italia a través de sus palabras, se convierte en una experiencia aún más fantástica.

La historia de Samantha y Alessandro me ha llegado al corazón, aunque reconozco que al principio me ha costado conectar con la protagonista femenina, (cosa rara para mí en un personaje de Laura) por el mal carácter de Sam, sus enfados constantes sin motivo al inicio de la historia, y su forma de actuar en general me ha parecido inmaduro, cosa que ha hecho que me costará meterme en la historia romántica en un principio, pero una vez pasado ese pequeño bache he disfrutado la historia muchísimo.

Está claro que Alessandro Martinelli ha sido un personaje que ha compensado. Y menos mal que estaba ahí para amansar a la fiera y el mal genio de la americana.
Y es que, nada como un caballero Italiano, absolutamente humano y perfecto para hacerme caer rendida a sus pies.

Alessandro Martinelli es un hombre en todo el sentido y expresión de la palabra. Laura ha creado a un protagonista masculino perfectamente imperfecto. Nada de hombres tóxicos, sin traumas del pasado, ni ningún extraño fetiche, más allá de mala relación con su padre, Alessandro es un hombre hecho y derecho. Que es lo que es sin necesidad de esconder nada. Con una inteligencia y madurez emocional extraordinaria. Que me ha robado completamente el corazón, ¿Se nota? XD

Ambos personajes son muy diferentes, pero a la vez son el complemento perfecto el uno para el otro. Y la autora ha sabido compaginar ambas cosas y personalidades y hacer con ellos una historia preciosa bajo una ambientación impecable.



La autora ha hecho un gran trabajo de documentación y ha sabido plasmar la esencia italiana en este libro. A mí al menos me ha hecho volver a recorrer muchas calles de gran parte el país que he tenido la suerte de conocer. Y ella ha sabido transmitir cada sensación que da conocer cada lugar a través de Samantha.

Además de crear un equilibrio perfecto entre los protagonistas y enlazar tan bien la trama de ambos tanto juntos como por separado con giros y sorpresas inesperadas, que han hecho de la novela aún más atrayente y adictiva su lectura hasta el final. Literalmente. Porque vaya final más épico.

Ha sido una lectura que me ha hecho disfrutar de lo lindo y hacerme viajar en el tiempo y sentir, oler y saborear todo como lo hice en su día. Así que desde aquí te doy las gracias Laura por llevar esta magnífica historia a un lugar tan idílico.