Esta autora jamás defrauda, novela que lees, novela que enamora. Me ha gustado mucho el ritmo de esta historia que inevitablemente te engancha de principio a fin. Mientras que en la primera parte (Tú, yo y un tal vez) los protagonistas se iban conociendo poco a poco, aquí partimos de una relación de amistad y hermandad desde hace años, lo que consigue que su relación sea en parte prohibida a ojos de otras personas.

A Ren lo conocimos en la anterior novela y he de añadir que si como secundario que encantó, aquí me enamoró. Es un hombre íntegro y bueno que arrastra demasiado consigo, lo que nos lleva a tocar muy a fondo las enfermedades mentales que por desgracia a día de hoy no se les da la importancia que necesitan.
Me ha gustado mucho como la autora aborda todo este tema pues aporta una sensibilidad que hace que empatices completamente con el personaje, ya hayas sufrido algún episodio o no como el protagonista. Los sentimientos tan bonitos que tiene por Jisoo hace de él una persona increíble y sincera; es un personaje íntegro y que ama a la gente que le rodea.

Jisoo es una chica con carácter e impulsiva que lleva enamorada de su “hermano” desde bien entrada su adolescencia. Es una artista de los pies a la cabeza y es de las pocas personas que ven mucho más allá de lo que Ren se esfuerza en demostrar, lo que hace que esta pareja sea perfecta el uno para el otro. Es una chica llena de vida que ama las cosas pequeñas y lo único que quiere es vivir su propia vida. Te ríes y lloras con ella, amas los grandes valores que tiene, el amor por sus raíces coreanas y su familia y amigos. Realmente Ren y Jisoo, contra todo pronóstico consiguen crear una relación sana y preciosa que hace que inevitablemente ames cada momento que comparten juntos, por insignificante que parezca.

Son estos pequeños detalles lo que hace que las historias de esta autora te lleguen al corazón, consigue que momentos cotidianos sean especiales y te llenes de felicidad con sus historias. Pero sí que tengo un pero que sacar, y es que en esta novela se ha visto repetido un factor que en “Tú, yo y un tal vez” también tiene, y es la Madre. En ambas historias están los valores y tradiciones coreanos, que son bastante conservadores y eso realmente me encanta que lo haya metido la autora en la novela porque es la realidad, pero la misma causa de separación de ambas novelas es la mima: la madre oponiéndose porque no quiere eso para sus hijos por su cultura y su idea de una vida hecha para sus hijos. No es algo malo en sí, pero si se ha hecho algo repetitivo en ambas historias. Por supuesto ambas mujeres son diferentes (las madres) pero aun así es algo que me hubiera gustado que no se repitiese en la historia. Aun así he amado de principio a fin la novela y como en su predecesora, la descripción de la cultura coreana está muy bien documentada y desarrollada.

En resumen: una novela maravillosa que te engancha de principio a fin. No es obligatorio leer antes “Tú, yo y un tal vez” pero si es aconsejable, pues te vas a comer muchos spoilers de dicha novela. Una historia preciosa, unos personajes entrañables, una relación bella y un desarrollo de las enfermedades mentales muy real y necesaria.

Mi valoración es de 4,5 sobre 5.