- Romántica erótica
- Más allá de la inocencia
Más allá de la inocencia
Detalles del libro
- Romántica erótica
- Romántica histórica
1º de la Serie "Más allá"
Edward Burbrooke y Florence Fairleigh tienen dos cosas en común: el mismo abogado y un interés urgente en encontrar a la persona adecuada para sus respectivos planes. Edward necesita una mujer que se case con su joven hermano Freddy para acabar con el escándalo que suponen los escarceos homosexuales de éste. Florence busca un marido amable, dulce, y, sobre todo, con la suficiente fortuna como para alejar de ella para siempre el fantasma de la pobreza. Con lo que ninguno de los dos contaba es con la tórrida atracción que surgirá entre ellos, un deseo irrefrenable que puede cambiarlo todo.
ELLA BUSCABA UN MATRIMONIO SIN AMOR
Cuando pone pie en Londres, Florence tiene claro que no viene en busca de amor, sino de un marido que solucione su vida, y está dispuesta a emplear la mitad de la exigua herencia que le ha dejado su padre para conseguirlo. El matrimonio de conveniencia que le propone su abogado con el joven Freddy Burbrooke le parece una solución práctica, casi ideal. Pero si el amor no entra en sus planes ¿por qué no puede evitar estremecerse cada vez que está cerca de Edward, el frío y distante hermano mayor de Freddy?
ÉL LO CALCULÓ TODO, MENOS SU PROPIA Y ARROLLADORA PASIÓN...
Desde muy joven, Edward se ha visto obligado a cuidar de su querido hermano pequeño, y se ha convertido en un verdadero padre para él. Eficiente y calculador, le ha buscado incluso una esposa para salvaguardar su honor tras el último escándalo. Pero Edward no lo tiene todo controlado. Quizá si no hubiera visto a su futura cuñada aquella tarde, cambiándose ante el espejo, podría sacársela de la cabeza. Pero ahora, cada vez que está cerca de ella, todo su planeado esquema parece desmoronarse ante una pasión que no conoce límites.
Opiniones de los usuarios
La presentación del personaje principal masculino es distante y engañosa, y poco nos hace prever el carisma que le ira envolviendo a lo largo de la novela. Parece que es Freddy, su hermano, el que acapara la belleza y encanto que seduce a la sociedad. Alegre, ingenioso, bromista y galante se deja querer. Si no fuera porque desde el principio la duda de su identidad sexual nos frena, bien podría ser por el mismo el protagonista, y no su circunspecto hermano.
Desde el primer momento queda claro el amor incondicional de Edward hacia él y la preocupación que le hace buscar una salida al escándalo que se cierne sobre sus cabezas. La llegada de Florence a Londres con el fin de buscar un marido, parece la respuesta perfecta a sus oraciones.
Florence es la inocencia práctica hecha mujer. Bella, educada y con la necesidad imperiosa de resolver su futuro, está dispuesta a dejarse llevar. La colaboración de la tía de ambos jóvenes, el encanto de Freddy y la resolución de Edward cierra la trampa. Su ignorancia y consentimiento, sus dudas, su curiosidad y confianza, su desengaño, sus recelos y su entrega son para disfrutar del principio al final.
Sin embargo es en el protagonista masculino donde reside la piedra angular de esta obra. Ese Edward tan serio, tan frío, tan convencional ante el mundo encubre una naturaleza de primitivos instintos. En la intimidad derrocha lujuria y sabe a pecado. Leer sus pensamientos, tentaciones y desahogos, provoca un desenfreno que te hará temer entrar en combustión espontánea. Sentirás su fuerza, su pasión, su empuje, su lucha y su rendición. Ver como se debate es gratificante pero observar su caída es sencillamente letal. Un hombre con la voluntad y capacidad de entrega que demuestra en todo momento hacia su hermano, por lógica, te dejara sin aliento cuando rompa el dique que contiene su pasión y profundo amor. La intervención de la amante despechada, el rencor de un desengaño del pasado en la tía de esta, la aceptación y el coraje que encuentra Freddy al entregarse a su propia historia de amor provocara el ansiado desenlace.
En cuanto a las escenas hot, Emma Holly empezó su carrera escribiendo erótica con lo que es una maestra en este difícil arte.
Desde el lujurioso desahogo con la amante hasta la pasión del amor desesperado y entregado del final, pasaras sus páginas en un estado de excitación total, con lo que solo es apta para las que como yo, disfrutamos de los sabores fuertes de la vida sin perder en ello el gusto por la ternura.
Las palabras de Edward " No te des prisa. Sólo tendremos una primera vez" resumen mi sentir. Nunca volveré a disfrutar de la misma forma que con su primera lectura pero su intensidad me llevara una y otra vez a perderme entre sus páginas.