J. Kenner entró con fuerza cuando estalló el boom de la erótica, ya entonces me gustó su estilo y tenía ganas de leer algo más de ella, así que esta me pareció una buena apuesta.

Kesley necesita quince mil dólares en unos días para un ensayo clínico en el que ha ingresado su hermano. Su amiga Nia que tenía que presentarse para un casting de fotografía no puede asistir y muy gustosamente la invita a que vaya ella en su lugar, algo que Kesley acepta a regañadientes.

Pero Kesley nunca habría imaginado que Wyatt R. era el mismo hombre que hace doce años marcó su vida.

Wyatt está preparando una exposición con la que quiere darse a conocer por su propio nombre, no por el de su famosa família. Es una obra en la que ensalza el erotismo y la sensualidad en la mujer, y aunque ha trabajado con muchas mujeres, no encuentra a la que está buscando, la que tiene perfilada en su cabeza, hasta que por la puerta aparece Kesley.

Kesley es lo que está buscando, pero hace doce años le hizo mucho daño y en su corazón solo guarda rencor, además con la inocencia y timidez de ella no la cree capaz de posar como él quiere.

Sin embargo, la joven necesita ese trabajo a toda costa, ¿serán capaces de olvidar el dolor del pasado y centrarse solo en el trabajo?

Vamos yendo del presente al pasado y vamos conociendo poco a poco, que es aquello que les dañó tanto.

Me ha gustado volver a leer a esta autora, ha creado una historia sencilla, de sentimientos y mucha sensualidad, sin embargo, me ha faltado algo en la historia, a lo mejor un poco más de desarrollo de la actualidad y también de romanticismo.

Los personajes me han convencido, Kesley es una joven marcada por un padre muy controlador con el que había que cumplir las reglas, o sea, debía ser una buena chica.

Trabaja como maestra pero su ilusión siempre ha sido bailar, algo que su progenitor nunca ha visto bien. Así que nos encontramos con una chica insegura, cargada de culpa de algo que ocurrió y que por mucho que quiere lanzarse a la aventura que le presenta Wyatt, sus prejuicios pueden más. Por otro lado sus sentimientos que nunca han dejado de estar ahí vuelven a hacerse patentes frente a un Wyatt que le guarda bastante rencor.

Wyatt es un fotógrafo que viene de una familia famosa en el mundo del cine, él quiere que se le reconozca por su nombre y para eso lleva tiempo preparando el que cree que será su gran trabajo. Sin embargo no encuentra a su musa, hasta que aparece Kesley y se da cuenta de que nunca la ha podido olvidar, ya era su inspiración hace doce años y lo sigue siendo. Aunque al principio se muestra reticente a trabajar con ella, poco a poco se convence de que es ella, la que tiene que posar para él, y aunque sus sentimientos vuelven a reaparecer, no acaba de fiarse de ella.

Secundarios no aparecen demasiados pero habría que destacar a Griffin, el hermano de Kesley, un chico optimista a pesar del problema que tiene. O el compañero de Wyatt, que es el protagonista de la siguiente entrega.

La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de Kesley, pero se alterna con capítulos en tercera persona cuando es Wyatt o cuando es el pasado.

Aunque J. Kenner se dio a conocer por la novela erótica, la verdad es que en esta novela encontramos muy pocas escenas hot, sin embargo, el erotismo y la sensualidad están palpables todo el tiempo.

No quería enamorarme es una historia sencilla y bonita de segundas oportunidades, donde dos personas tuvieron un pasado juntos pero las circunstancias de aquel entonces los separó. Ahora sus corazones vuelven a latir estando juntos, sin embargo, tienen que enfrentarse al perdón, del otro y de uno mismo.