Francesca asiste a la fiesta que han organizado en su honor por salir elegida para pintar el mural que presidirá el vestíbulo de la empresa de Ian Noble , ella se siente fuera de lugar pues ni siquiera va elegantemente vestida . Ian hace su aparición ,que tiene que ser breve , pero cuando pone sus ojos en Francesca cambia de opinión y acapara la atención de ésta,

la lleva a su apartamento donde ella tendrá que pintar el cuadro , allí ve Francesca una obra suya que pintó cuatro años atrás de un hombre solitario y que sin saberlo era Ian , que refleja perfectamente como se encontraba Ian en aquel momento.

Ian es un hombre que desde pequeño tuvo que tomar las riendas de su vida , por lo que se ha convertido en el rey del control , es dominante y autoritario, no quiere otro tipo de relación que no sea puramente sexual y así se lo hará saber a Francesca.

Francesca una joven de veintitrés años, inocente , sin experiencia que cae enseguida en las redes de Ian y se convierte en su alumna.

La atracción y el deseo estalla entre ellos en el mismo momento que se miran a los ojos , y aunque Ian intenta alejarse de Francesca no lo consigue ,pues ella le atrae con demasiada fuerza.

Cuando he acabado este libro me ha quedado una sensación rara , me ha dejado bastante indiferente, no puedo decir que no me haya gustado , pero tampoco es que me haya entusiasmado.

La historia es un calco de las Sombras, solo que está escrito en tercera persona , Ian tiene un pasado que lo ha hecho duro y controlador , eso si, tiene la mano larguísima , se pasa todo el libro "castigando" a Francesca, y ella me ha tenido todo el libro diciendo, !pero que tonta es! y es que lo aguanta todo; ninguno de los dos me ha convencido.

El libro está bien escrito , pero tiene muchísimas escenas de sexo, ya sé que es un libro erótico , pero me ha resultado muy repetitivo y me hubiera gustado algo más de romanticismo

A lo mejor es por la saturación que tengo ya de este tema, pero me ha resultado una lectura entretenida y poco más.

Mi valoración 3/5