Este tercer libro es el que más me ha gustado de la serie, porque se centra mucho más en la historia de amor de Lavinia y Tobias. Aunque también tiene su misterio pues igual que en los anteriores libros en este también tienen que resolver varios misterios.

Aunque este es el tercer libro de la serie no es imprescindible leerse los otros dos pues en el libro te recuerdan cosas de los libros anteriores, yo por ejemplo me los he leído en desorden. Aunque siempre es bueno leérselos de uno en uno y no empezar por el final claro.

Todo comienza un fin de semana en el que los dos protagonistas van a una fiesta para tener una cita a escondidas cuando por causas ajenas a ellos se comete un asesinato en el castillo, por lo que los dos se ponen a investigar para dar con el asesino. A su vuelta a Londres deciden que Anthony y Emeline también investiguen pues cuanta más ayuda tengan será mucho mejor.

En el libro también aparecen personajes que hacen que todo de un giro sorprendente y eso me ha gustado, uno de ellos es el señor Hood, personaje secundario muy importante en la trama referente a Anthony y Emeline.

El libro está bien narrado, con muchos enredos, divertido pero a la vez con amor, porque comparándolo como ya dije y con unas buenas dosis de intriga.

La química entre los personajes sigue siendo muy buena como en los anteriores libros, pero haciendo hincapié en la historia de amor de los protagonistas y con muchos personajes para hacer muy llevadera la historia y como a mí me gusta con sentido.

La intriga está muy bien narrada pues se mantiene durante todo el libro, según mi opinión sin decaer en ningún momento y prácticamente hasta el final del libro.

Mi puntuación es de 5/5