Sin duda, aunque no sea el mejor libro de Sarah MacLean, puedo decir que lo he disfrutado bastante.

La trama en sí no presenta grandes novedades, pero lo que realmente me atrapó fue el personaje de Pippa y su singular personalidad. A pesar de estar comprometida, decide "investigar" sobre lo que le depara la vida conyugal, buscando la ayuda de Cross, un canalla reconocido y dueño de uno de los clubes de juego más exclusivos de la ciudad. Este último lucha con todas sus fuerzas contra la atracción que empieza a sentir por ella.

Las interacciones entre Pippa y Cross, así como sus diálogos, me han cautivado profundamente. La dinámica entre dos personalidades completamente diferentes que logran encajar y enamorarse es uno de los puntos más destacados de la historia.

Pippa, con su mente analítica, estructurada y concreta, experimenta sensaciones desconocidas gracias a Cross, quien, desde el principio, intenta resistirse a su encanto. La evolución del romance se presenta de manera divertida y cautivadora, especialmente desde la primera interacción entre ellos, donde Pippa plantea su propuesta y deja a Cross completamente descolocado.

Cross es un canalla, y lo sabe., Lucha internamente contra sus sentimientos, creyendo que no merece a alguien como Pippa y que lo mejor es que ella continúe con su compromiso.

En resumen, me ha gustado aunque siento que algo me ha faltado. Pero es una novela que asegura un buen rato, es ligera y con un buen equilibrio de romance, spicy y diálogos divertidísimos.