- Romántica histórica
- Bajo el brillo de la luna
Bajo el brillo de la luna
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 1 de la Serie "Las hermanas Lyndon"
Un simple y breve encuentro ha bastado para que Victoria y Robert, dos jóvenes del condado de Kent, sucumban al amor a primera vista. El futuro conde de Macclesfield y la hija del vicario han reconocido su alma en el otro y han compartido secretos y pensamientos imposibles de expresar... hasta que la realidad de su origen dispar los ha obligado a separarse. Siete años después de su romance y sin haber cruzado palabra desde entonces, los jóvenes se reencontrarán y, con ellos, emergerán los antiguos rencores y agravios nunca expresados, pero también las pasiones oprimidas, selladas durante casi una década, el orgullo maltrecho y los vestigios de un amor más fuerte que el tiempo y las convenciones que deberá luchar de nuevo contra cualquier obstáculo.Las divertidas hermanas Lyndon vuelven a encandilarnos con su frescura y elegancia y, en esta entrega, nos invitan a vivir un idilio que desafía reglas y protocolos.
Opiniones de los usuarios
Empezamos el libro, cuando Robert está pasando una temporada en la casa de campo de su padre y conoce a una Victoria de 17 años, los pájaros cantan, las flores son magnificas y ohh se enamoran locamente y deciden que lo mejor es casares, por supuesto los malos malísimos hacen que se separen y se crea un gran malentendido. (Esta parte me pareció toda una fantasía, pero por suerte la cosa mejora y es mas creíble)
al cabo de 7 años el destino los vuelve a juntar y Robert decide que su misión en la vida va a ser conquistarla de nuevo, tengo que decir que en esta parte hay algunas escenas que me han parecido un poco duras, ojo que no me quejo, pero con el resto del libro me han chocado mucho, y además para mal, porque no puedes poner una escena así y después aligerarlo todo con diálogos un poco absurdos..
Los protagonistas me han gustado, Victoria a pesar de ser hija de un párroco, no es nada mojigata y le encanta su independencia, (cosa que me parece genial, pero la verdad a veces con tanta independencia no se daba cuenta que Robert tenia razón en algunos momentos y me han dado ganas de matarla).
El personaje de Robert, está bien pero también me ha costado creérmelo en algunos momentos y en otros me ha parecido rozando el absurdo, por dios es un hombre hecho y derecho y algunas veces parecía un crío.. Todo y eso tiene esa esencia de la Quinn que hace que lo vayas perdonando.
En definitiva, aunque no es uno de sus mejores libros, es bueno y cumple perfectamente su cometido, entretener.
Las divertidas hermanas Lyndon vuelven a encandilarnos con su frescura y elegancia y, en esta entrega, nos invitan a vivir un idilio que desafía reglas y protocolos.
¿Existe el amor a primera vista?
Sin duda es el punto de parte de Bajo el brillo de la luna, la primera de las novelas que componen la saga de las hermanas Lyndon, de Julia Quinn. Aunque se han publicado en orden inverso, ésta es anterior a Más brillante que el sol.
Victoria Lyndon, la hija mayor del vicario de Bellfield, y Robert Kemble, el conde de Macclesfield, se conocieron y enamoraron a primera vista. Ninguno creía en ese tipo de amor pero apenas sus miradas se encontraron e intercambiaron algunas palabras, bastó para cerciorarse que estaban enamorados y querían pasar juntos el resto de sus vidas.
Pero un malentendido, algunos subterfugios por parte de sus respectivos padres, que no veían con buenos ojos esa relación, también bastó para que los jóvenes enamorados se separaran, cada uno creyendo que el otro era el culpable de ese amor truncado. Sintiéndose heridos y engañados, con el corazón roto, no volvieron a verse hasta varios años después...
Siete años más tarde, Victoria, que abandonó el condado de Kent, donde vivía y conoció a Robert, trabaja como institutriz de hijos de familias acomodadas. Robert también abandonó Kent y fijó su residencia en Londres, donde se ha ganado una merecida reputación como mujeriego. Casualmente asiste a una reunión en casa de una familia acomodada y allí se reencuentra con Victoria, que trabaja como institutriz del hijo de dicha familia. El rencor no tarda en estallar entre ellos, pero también lo hace el recuerdo de los meses compartidos y del sueño de un amor juvenil y alocado. Pero cada uno desconfía del otro y no cree en la fuerza de aquel amor.
Tras varios encontronazos, con plan incluido de Robert para humillar a Victoria, ambos descubren que ninguno de los dos faltó a su promesa. O, más bien, que hubo una manipulación por parte de sus respectivos padres que impidió la fuga que tenían planeada.
Robert desea con toda su alma recuperar a Victoria y casarse con ella, pero la joven institutriz no confía en él y no está dispuesta a darle una segunda oportunidad. Robert no se rinde y está dispuesto a todo por volver a enamorarla, incluso de, como un día años atrás le jurara, entregarle la luna.
Aunque hace unos meses se publicó Más brillante que el sol, protagonizada por Ellie Lyndon, he leído primero ésta, ya que al tratarse de la primera de las dos historias quería leerlas en orden. No creo que sea muy relevante, pero la razón por la que lo menciono es que no puedo comparar ambas novelas y decir si tienen mucha similitud ni cuál es mejor que la otra.
El punto de partida de esta novela, sin ser novedoso, me gustó. Una joven pareja que pertenece a clases sociales diferentes, que se enamoran desde que se ven por primera vez. La verdad es que los primeros capítulos me gustaron mucho, sobre todo a raíz de los malos entendidos que dan como resultado la separación de estos. Me gusta la sencillez con que se narran los encuentros, cómo sin percatarnos las dudas empiezan a hacer mella y, sobretodo, me gusta el cariz tierno de la novela.
Las novelas de reencuentros, segundas oportunidades y algunos malos entendidos -sin resultar agobiantes- me gustan mucho, así que tras esos capítulos estaba muy entusiasmada. Pero desde el momento en que se reencuentran y la verdad sale a la luz, la sensación que me dio fue que el ritmo de la historia no seguía la misma línea que en capítulos anteriores.
La trama es sencilla, incluso diría que previsible. No hay grandes sobresaltos ni secretos que te mantengan en vilo, pues sabemos qué sucedió y el porqué de la separación de Robert y Victoria.
Lo que más me gusta de las novelas de Julia Quinn es la dulzura y la sencillez con que se describe, con la que nos envuelve poco a poco. Me gustan los diálogos ingeniosos y chispeantes a los que nos tiene tan acostumbradas. Sin embargo, esta novela no me ha calado de la misma manera que otras de las maravillosas historias que hemos leído anteriormente. Tal vez se deba al hecho de que está escrita con anterioridad, es decir que no había desarrollado tanto su don para trasladarnos a La Regencia y a los enredos y románticas historias que conocemos.
Sin embargo, a pesar de todo lo que señalo, Bajo el brillo de la luna me ha entretenido bastante y durante bastantes capítulos me gustó, realmente. Reitero lo dicho anteriormente. No me ha emocionado ni mantenido enganchada como El duque y yo o Te doy mi corazón (por mencionar algunas de mis preferidas de los Bridgerton), pero sí que me ha hecho pasar un rato agradable y entretenido.
Victoria Lyndon es una muchacha de diecisiete años que se acaba de mudar a un pequeño pueblo con su padre, el párraco y su hermana pequeña. Vive bajo las exigencias morales estrictas y cerradas de su progenitor, aunque interiormente, ella es bastante dada a fantasear.
Un día se encuentra con el hijo del marqués que vive cerca de su casa, un conde joven y apuesto que queda impresionado por la muchacha hasta tal punto que le declara su amor nada más conocerla.
Con el paso de las semanas los jóvenes no se separan y se van conociendo y enamoran, por lo urden un plan para fugarse juntos y casarse ya que sus respectivos padres se oponen a tal enlace. Pero como suele pasar en estas historias, varios mal entendidos hacen que la joven pareja se separe y no vuelvan a encontrarse hasta siete años más tarde.
Victoria se marchó de su casa siete años atrás cuando creyó que Robert la había abandonado, desde entonces no ha vuelto a ver a su padre ni regresado al pueblo. Se gana la vida como institutriz, una profesión que detesta.
Cuando vuelve a encontrarse con Robert , al que no ha podido olvidar, todo se complica de mala manera y termina por perder su empleo de institutriz, pero extrañamente, gracias a ese despido, encuentra una vida en la que por fin se siente feliz y libre, aunque no contaba con que Robert se convierta en un gran obstáculo difícil de saltar.
Robert ha pasado siete años intentando olvidar a Victoria sin éxito, cuando la vuelve a encontrar, ve la oportunidad de vengarse de la mujer que le rompió el corazón , pero pronto se da cuenta de que las cosas que pasaron hace siete años no eran como se pensaba y se resuelven todos los entendidos que cortaron su relación, es entonces cuando tendrá que esforzarse mucho para intentar recuperar al amor de su vida, que no deja de resistírsele a cada paso.
Para empezar decir que se nota que el libro es una de los primeras historias que escribió la autora, a la trama le falta algo, profundizar más en los sentimientos y el desarrollo de los acontecimientos, como cuando vuelven a encontrarse o la facilidad con la que se vuelven a hablar como si nada o intimar como si sólo hubieran pasado siete días y no siete largos años, todo sucede demasiado de prisa. Sin embargo no puedo decir que sea un libro malo, todo lo contrario, es una historia muy entretenida y divertida, que te lees en seguida porque te atrapa desde el principio. No va a ser un novelón, pero es sin duda un buen libro.