Séptima y última entrega de la inolvidable saga de los Knight, protagonizada por la auténtica oveja negra de la familia...

Lord Jack es la oveja negra del clan Knight. Hace años renegó de su apellido y de sus títulos. Convertido en el capitán Jack, levantó de la nada un imperio naviero que dirige con puño de hierro.

Pero este hombre carismático e intrépido oculta, tras una sonrisa de pirata, su auténtica personalidad y los amargos recuerdos del

pasado. Nada ni nadie ha podido derribar este muro que ha levantado a su alrededor. Hasta que un día, Eden, una extravertida pelirroja, se cruza en su camino... Y es que Edén está harta de vivir en la selva, donde su padre estudia la fauna y flora, ella quiere volver a la civilización, tener una vida normal y disfrutar de la vida social londinense.

He acabado encantada con este libro, estaba deseando que llegara el momento de leerle porque después de tragarme los otros seis anteriores ,me comía la curiosidad con Jack, vamos que le tenía más que imaginado. Ha sido como un soplo de aire fresco, en este caso de mar, porque el libro anterior de la serie casi acaba conmigo. Jack es todo lo que imaginaba y más si cabe, todo un hombre en el sentido de la palabra, leal hasta la médula y muy protector pero queriendo dar la imagen de tipo duro que no me importa nada ni nadie. Ella es una protagonista atípica, porque se ha criado en la selva, es un marisabidilla, muy inteligente, sabe defenderse y aun asi conserva ese aura de inocencia típica de las damas de esa época.

Si que diferenciaría dos partes del libro, la primera transcurre en la selva donde se conocen y durante el viaje a Inglaterra. ¡Como me he reído con la escena donde se conocen! Ella plantada en la rama de un árbol y él y su tripulación en el barco, es un escena que me la he imaginado tan vivamente.... El viaje también ha sido interesante, he conocido algún detalle de los barcos que no sabia, además relata muy bien ese tiempo que les sirve para conocerse y acabar de enamorarse. La segunda parte transcurre cuando llegan a Londres, donde Eden pierde un poco el norte al poder hacer todo lo que siempre ha soñado y deja un poco de lado a su maridito, que decae en personalidad en esta época, llegando a parecer, siempre en mi opinión, un colegial. La historia de venganza contra Jack le da un toque de emoción añadido así como la relación con sus hermanos que me ha encantado que vuelvan a salir, aunque sea brevemente.

En definitiva le doy un bueno.

Séptima entrega de la saga de los hermanos Knight.

Eden Farraday es la hija de un médico, un científico que decidió abandonar Londres tras la muerte de su esposa, arrastrando a su hija por las selvas del Orinoco y, si alguien no lo remedia, por las del Amazonas. El doctor Farraday cuenta con un ayudante australiano llamado Connor O'Keefe, un tipo alto, fornido... y muy posesivo, hasta el punto de estar convencido de que Eden se convertirá en su esposa, con el beneplácito de su padre.

Pero Eden no está sola en el mundo. En Londres aún le queda familia, y una de sus primas le envía de vez en cuando algunas revistas con las que, aunque con retraso, se mantiene al día de lo que sucede en la ciudad a la que se muere por regresar. Y es que Eden quiere, sobre todo, bailar. Se imagina flotando en los brazos de algún apuesto varón, en un salón repleto y lujoso, luciendo un precioso vestido y un tanto achispada por el champán.

Pero su padre no quiere ni oír hablar de regresar a Inglaterra. Pretende, en cambio, continuar hasta el Amazonas y seguir allí sus investigaciones. Y ése es el momento crucial para Eden, cansada ya de deambular de un sitio para otro, sin comodidades, luchando a diario contra la selva.

Y entonces aparece Lord Jack, la oveja negra de los Knight. Tiene una enorme mansión en Jamaica desde que decidió abandonar Londres, adonde ahora tiene que regresar para reclutar soldados que ayuden a Simón Bolívar a ganar su guerra.

Al principio Jack, del que Eden tiene noticias gracias a las revistas, se niega a llevarla con él, aunque le da un beso antes de partir de esos que te hacen temblar las rodillas. ¿Y qué hace ella? Lejos de amilanarse decide que, sea como sea, ha de embarcar en ese barco... aunque sea como polizón.

Eden es la típica heroína de la que te enamoras al instante. Maneja el machete o la pistola mejor que algunos hombres. Es decidida, enérgica, en ocasiones ingenua y sobre todo valiente. ¿Y qué decir de Lord Jack? Aventurero, arrogante, con ese punto tierno que nos conmueve, fuerte, terco a veces, y muy protector con quienes ama.

El desarrollo es impecable, como Gaelen Foley ha hecho en otras novelas. Que la historia se inicie en la selva venezolana le da un toque exótico que acompaña a los protagonistas a lo largo de toda la trama. Y el trasfondo histórico, sin ser esencial, aporta una visión de conjunto bastante aceptable.

Toques de humor, acción y mucha pasión son las notas que definen esta entrega de la saga de los Knight, que no será la última, según estaba previsto en un principio. Al parecer, la autora, ante la insistencia de los lectores, ha decidido ampliar la serie con unos primos de otra rama de la familia, a algunos de los cuales se alude en Corazón de tormenta.

Espero que no nos hagan esperar demasiado.

Mi puntuación: un 4