"Lo primero que observó fué que era alto y erguido. En segundo lugar, se fijó en su perfil aguileño. Pero el atractivo general de sus rasgos fué lo que mas la impresionó. Estaba segura de que debía de ser sumamente apuesto, aunque sólo veía su perfil izquierdo. Y era moreno; llevaba chaqueta y pantalones negros; sus cabellos lacios eran negros y su tez bronceada. La camisa y el pañuelo que llevaba en el cuello eran de color gris oscuro..."

Así comienza la descripción de Chandos, el carismático protagonista de esta excelente novela de Johanna Lindsey. Descripción que, a buen seguro, marca el comienzo de la fascinación que ejerce sobre sus incondicionales enamoradas desde hace ya mas de veinte años. Pero las buenas novelas nunca envejecen...

Corazón indómito es la historia de un joven rebelde que ha crecido entre dos mundos, y que, a causa de un terrible suceso acaecido en su vida, no tiene claro a cual de los dos pertenece. Desde aquél terrible momento, sólo vive por y para un único objetivo, y en constante lucha con los sentimientos que lleva dentro, que el se afana por desechar. No quiere sentir, pero siente...y no puede evitar que su dolor salga al exterior transformado en una dura coraza de indiferencia y frialdad que poco a poco, los sentimientos -unos antiguos, otros totalmente desconocidos para el- van logrando resquebrajar.

Nos encontramos ante una novela cuya esencia misma es su protagonista. Posee tanta intensidad que consigue monopolizar todo el relato y que el resto de los personajes -incluído el de la joven que le da la réplica- palidezca ante el. La autora nos lo presenta a dos niveles: exteriormente -o sea, como lo ven el resto de los personajes- es frío, distante e insensible. Pero interiormente posee un torrente de sentimientos y pasiones que sólo el lector va conociendo poco a poco y que el se esfuerza constantemente por controlar y esconder.

Su lucha interna, y el equilibrio interior-exterior que mantiene a rajatabla, son el hilo conductor de un argumento interesante que en todo momento logra mantener el interés. A medida que se avanza en la lectura, el lector ve como el singular protagonista va "ganando enteros", y descubrimos que lo que en un principio nos pareció un personaje básico y sin matices se va descubriendo poco a poco lleno de intensidad y carisma, alrededor del cual giran todos los demás.

En este relato tienen un importantísimo papel las escenas crudas y violentas, que considero totalmente necesarias pues son inherentes a la época, al lugar y a la situación, y es en su impecable realismo al ser narradas donde mas se pone de manifiesto el talento de la escritora. Geniales, de lo mejor que tiene la novela.

Aparte de eso, si tuviera que señalar algún defecto, diría que se me ha hecho corta. El protagonista y el argumento son tan buenos, que podrían haber dado mucho mas de si; hubiesen permitido holgadamente diálogos mas amplios y descripciones mas detalladas. Las escenas romántico-eróticas me han parecido breves y hasta desaprovechadas: con la excelente pareja protagonista podrían haber sido de muchísima mas belleza plástica, admitiendo muchos mas matices al ser narradas. Hay incluso algunas que son obviadas, lo cual es una verdadera lástima. Claro está que hay que tener en cuenta que fué escrita hace mas de dos décadas, cuando aún quizás imperaban otro tipo de directrices en cuanto a este tema.

El final es mas suave que el resto de la novela, e incluso por primera y única vez desde el comienzo aparece un leve y sutil toque de humor. Un final muy apropiado para una novela romántica...aunque confieso que también se me ha hecho corto.

Finalmente, y para todas las sempiternas enamoradas de Chandos, comentar que estoy segura de que la característica que mas las ha cautivado ha sido su enorme sentido de la posesión y de la protección... ¿Machismo u hombría? Vosotras mismas, amigas... ¡Resulta a veces tan complicado trazar una linea entre ambas cosas!

(Mi puntuación: 4)

"No puedo evitar mis sentimientos, así como tu no puedes evitar los tuyos, ojos de gato. Traté de abandonarte y olvidarme de ti, pero no pude. Traté de no tocarte, pero ya no puedo continuar luchando, especialmente ahora que se que tu también me deseas."

Corazón indómito fue una de las primeras novelas que leí de Johanna Lindsey. Sus novelas del oeste me gustaron muchísimo, la verdad es que es uno de mis géneros preferidos. Desde que la leí hasta ahora han pasado bastantes años y si bien la novela me ha gustado, manteniéndome en vilo de principio a fin, no me ha impactado de igual manera a cómo lo hizo años atrás. Supongo que en parte es debido al paso del tiempo, a que cuando la leí por primera vez no tenía muchas con que compararla y bueno que la leí en otra época de mi vida, más joven y aún descubriendo autoras.

Si es cierto que es una de las novelas que me adentró en la novela romántica, detrás de Una rosa en invierno, El lobo y la paloma o Tierna fue la tormenta (también de Lindsey).

El ritmo me ha parecido muy ágil, la narración de Lindsey muy fluida, pero, como digo antes, comparándola con otras novelas del mismo género (incluso temática parecida) que he leído más recientemente no me ha calado tanto como antes.

La historia me gusta y los personajes también pero al lado de otras novelas, en mi opinión, palidece.

La ambientación me parece bastante buena. Es cierto que no profundiza en demasiados detalles ni descripciones, pero creo que te sientes igualmente transportada a la época y entorno en que sitúa la novela. Considero que la autora pretende enmarcar la trama en la guerra entre indios y blancos, y eso queda muy patente, así como las descripciones de los poblados, ciudades y los territorios que recorren. La violencia y crudeza de la vida en el Oeste americano también queda reflejada en las páginas de Corazón indómito.

De entre todos los personajes el que más me ha llamado la atención es Chandos porque es un hombre que vive entre dos razas, dos vidas y aunque la novela lo muestra como un pistolero, su pasado junto a los comanches está siempre presente en su manera de actuar, en sus deseos de venganza y en su modo de tratar a Courtney.

Si hay una escena que me impactó especialmente fue la de la matanza en el campamento indio. Aunque al final del libro son las escenas románticas las que más recuerdo, la escena de la masacre me impactó muchísimo por la crueldad y violencia que transmite.

Para acabar cito un fragmento que es de mis preferidos de esta novela:

-¿Realmente vas a obligarme a participar en una ceremonia de hombres blancos, que no toma en cuenta los sentimientos? Me he declarado frente a testigos. Tú también lo has hecho. Ya eres mi esposa, ojos de gato.

- A mi padre le haría muy feliz, Chandos -dijo Courtney, sencillamente.

-¿Y a ti?

- También.

- Entonces supongo que estaba bromeando....