Es complicado hacer una crítica de una novela que me ha gustado y sorprendido tanto. Iba sin expectativa ninguna. Era el primer libro que me leía de esta autora y no sabía nada de ella, tan solo que la sinopsis me llamó la atención y tuve un pálpito.

Decir que me ha encantado sería quedarme corta, pues Lenora Bell me ha transportado a mis años de adolescente con Desear a un duque. Me ha llevado a esa época de mi vida cuando devoraba las novelas de Johanna Lindsey. Me ha recordado a esas historias del romance histórico en las que había un poco de todo: pasión, humor, aventura e intriga. Y eso es justo lo que he encontrado en este libro, una mezcla que ha dado como resultado una novela preciosa y entretenidísima, desde mi punto de vista.

No es que tenga un argumento novedoso. No. Ni original, ni impactante. Pero ha funcionado, al menos para mí. Nada más empezar a leerlo, con ese divertido intercambio de cartas entre Dalton y Thea, me enganché a las páginas de este libro que no he podido soltar hasta acabarlo.

Thea es una protagonista maravillosa. Una mujer con las ideas claras, que sabe bien lo que quiere pero, sobre todo, que sabe lo que no quiere. Es dueña de su vida y así lo demuestra con cada palabra que dice y cada movimiento que realiza. Una dama que no podía tener mejor compañero que Dalton, pues debido al carácter de ella, necesitaba un hombre fuerte y protector a su lado, pero también paciente… porque ¡menuda es Thea!

Como personaje secundario me ha gustado mucho Conall, ese fiel amigo de Dalton que siempre tiene algo sensato que decir y que a pesar de que parece un poco bruto, es un personaje al que le he tomado cariño.

Como decía antes, esta no es una novela que venga a contar algo inédito, pero sí que tiene los ingredientes justos para que te pueda gustar, sobre todo si eres una lectora de las que disfrutaba con las novelas a la vieja usanza, como las que leíamos en la época de los 90 y 2000.

El humor siempre está presente, el romance está servido con escenas bonitas y sensuales, y la intriga viene de la mano de la búsqueda del asesino del hermano de Dalton.

Con Desear a un duque me he reído, me he sorprendido con sus giros, me he enamorado y he disfrutado de una lectura romántica histórica como hacía tiempo que no disfrutaba. Por completo. Insisto, qué puedo decir de esos giros en la trama… Me encanta que me sorprendan cuando leo un libro y que lo que ocurra entre sus páginas no me lo vea venir.

Sin duda, lo recomiendo. Y ahora me toca leer el primero de la serie… porque como me pasa casi siempre, he empezado la serie por la mitad.