Vuelve la mágica pluma de Gaelen Foley. En esta cuarta entrega de la serie "Knight", Foley nos narra la historia de Jacinda, la hermana menor.

Aunque en las siguientes entregas después de Seductora inocencia, para mí ha decaído un poco la calidad, en "Deseos prohibidos" Gaelen comienza con mucha fuerza pero poco a poco va decayendo la novela.

Jacinda Knight, rebelde y caprichosa, es todo un problema para sus hermanos, quienes no desean que su hermana siga los pasos de su madre y se gane una mala reputación entre la alta sociedad. Por ello deciden casarla con uno de los mejores amigos de la familia.

Jacinda no está dispuesta a obedecer los deseos de su familia y, mucho menos, a comprometerse en matrimonio con un hombre que es para ella como un hermano. Sin pensárselo dos veces, una fría noche escapa de su casa para huir a Francia. Decidida a viajar sola, se adentra en los "suburbios" de Londres, en busca de un transporte... y se encuentra con la aventura de su vida. Tras perseguir a un "pilluelo" que intentaba robarle todo el dinero, termina escondida en un montón de basura y presenciando una pelea entre bandas callejeras. Al finalizar la pelea, el líder de la banda vencedora la descubre en su escondite.

El líder no es otro que Billy Blade, el más peligroso ladrón de los bajos fondos londinenses. Con su cuerpo lleno de tatuajes y una mirada asesina, guarda bajo toda esa fachada un gran secreto que le hace diferente del resto de ladrones...

Billy no puede evitar la atracción que siente por Jacinda, e intenta averiguar quién es esa misteriosa joven y qué hacía en la peor zona de Londres. Cuando descubre que Jacinda es la hermana menor de Lucien Knight, no duda en devolverla con su familia, a pesar de las protestas de ella.

Pero el destino hace que sus caminos se vuelvan a cruzar, cuando Billy y su banda son arrestados y condenados a la horca. Billy, para salvar la vida de sus compañeros, no tiene más remedio que pedirle ayuda al ser que más desprecia en esta vida: su padre, el Marqués de Truro. Quien, después de hacer un trato con su hijo, lo obliga a volver al mundo al cual pertenece y dejar atrás los suburbios de Londres.

¿Qué pasará cuando Jacinda se encuentre con un Billy totalmente diferente al que ella conoció?

Es un libro bonito, y sobre todo bien escrito, como todo lo que escribe esta mujer. Pero desde Seductora inocencia no he vuelto a sentir las intensas sensaciones que Foley había logrado despertar en mí con ese libro. En Deseos prohibidos el comienzo promete mucho y se vuelve a palpar ese magnetismo que tiene a la hora de escribir, pero hacia el final del libro desaparece y se vuelve un poco soporífero y muy predecible.

Los dos protagonistas me han gustado bastante, me asombra la capacidad que tiene Gaelen Foley de crear personajes tan intensos. Billy se nos presenta como un hombre duro, fuerte y peligroso... pero hacia la segunda mitad del libro comienza a mostrar su lado más tierno, revelando lo que un hombre es capaz de hacer y cómo es capaz de cambiar por conseguir a la mujer que desea.

He de decir que me hubiera gustado que Billy hubiera conservado ese aire de peligrosidad durante todo el libro, y que la segunda mitad de la novela se le echa bastante en falta, porque al tratar de aparentar ser un estirado noble, hace decaer un bastante la historia.

Es como si la novela tuviera dos partes, la primera muy buena, la segunda bastante densa y un poco aburrida.

Una pena, porque de haber mantenido el nivel de la primera mitad del libro, "Deseos prohibidos" se habría convertido en una de mis novelas favoritas.

Recomiendo la lectura de "Deseos prohibidos" a todas las fans de Gaelen Foley, o de esta serie, pero si no te gusta en general esta autora, no te leas este libro.

Mi valoración es de Bueno.