La verdad es que cuando me compré este libro, lo hice con mucho recelo, pues yo no soy de las que leen mucha histórica, y además hacía mucho tiempo que no leía nada de esta autora. Pero tengo que decir que me ha encantado este libro y sus protagonistas. Keira me ha encantado como protagonista. Es valiente, decidida, amable, cariñosa e intenta hacerlo todo lo mejor que puede, aunque eso signifique meterse en un montón de problemas.

Declan me ha gustado mucho también, para mi gusto es un personaje de esos que reniegan del amor, pero que cuando le llega, le llega sin avisar y se enamora perdidamente. Creo que los dos hacen una excelente pareja, y además con lo que me gustan las historias de segundas oportunidades, esta me ha encantado.

Ellos se conocen desde hace años, y Keira siempre ha estado enamorada de él. Cuando hay una tragedia en medio, deciden no volver a hablarse, porque los dos se sienten culpables, por eso me ha gustado mucho como poco a poco y casi sin darse cuenta se vuelven a enamorar. Hay escenas entre ellos dos de lo más divertidas.

Los personajes secundarios son de lo más variopinto. Está el mayordomo, el ama de llaves, la cocinera, varios personajes de la alta sociedad, los niños del orfanato. En fin, un montón de personajes, pero tengo que destacar el papel de Lucy, una niña que adopta Keira y que otorga al libro de mucha ternura. Y luego está el gran secreto que Keira intenta descifrar. ¿Dónde están las joyas que supuestamente robó Scott? Todo ese misterio hace que te enganches al libro todavía más. Espero que se resuelva en el siguiente libro de la serie que yo estoy deseando a leer, pues la autora nos deja con la miel en los labios gracias al final.

Como ya he dicho, un libro intenso pero divertido. Con un gran secreto que no se resuelve. Con unos protagonistas tanto principales como secundarios que me han enganchado y que recomiendo a quien quiera pasar un rato entretenido.

Mi puntuación es de 4/5...