Libro 3º de la serie Las hijas del duque

Grace Burrowes es una autora que no sobresale por grandes e intensas historias, pero a la que sigo leyendo casi siempre que saca un libro, y digo casi porque me leí los pasables y entretenidos y dejé a medias los más aburridos y pesados de ella.

En esta historia tenemos como protagonista a otra hija del Duque de Moreland, Lady Louisa, que es la mayor de las hermanas solteras y de la que se espera que se case cuanto antes para que sus hermanas menores puedan hacerlo también. Pero Louisa destaca por ser diferente a sus hermanas que casi todas son rubias, de apariencia delicada y gentil, sin embargo Louisa es morena, curvilínea y por desgracia, debido a la sociedad en la que viven, muy inteligente, pese a ser un bicho raro entre sus congéneres, siempre está arropada por todos sus hermanos ahora felizmente casados, por sus hermanas y por sus padres los duques.

La joven dama ha conseguido que sólo los cazafortunas la tengan en consideración debido a sus comentarios demasiado francos y directos y la poca capacidad para mantener conversaciones in trascendentales. Además su manera de ser le ha causado grandes desdichas y penas porque sabe que todos la ven como la rara de la familia, el bicho raro, y esa inteligencia que tiene hizo que en pasado cometiera un desliz que le puede costar su futuro y sus reputación.

Cuando se ve metida en un incidente muy desagradable, es rescatada por Sir Joseph, un amigo de sus hermanos que luchó en las guerras Nopoleónicas y que en los últimos tiempos se encuentra de manera frecuente. Las consecuencias del desafortunado incidente ponen a Lady Louisa en el compromiso de perder su reputación a aceptar la sorprendente oferta matrimonial de Sir Jodeph, uno de los pocos hombres que la intriga y con el que puede hablar de temas con los que nadie más se atreve.

Sir Joseph también tiene sus secretos, la guerra le ha dejado una cojera importante que a veces lo limita un poco, pero se ha propuesto encontrar una esposa que sea una buena madre para sus hijas y por eso tendrá que socializar con la alta sociedad, una actividad horrible para un hombre que ama el campo y sus trabajos agrícolas y que prefiere la compañía de sus cerdos a la de los pares del reino, con lo que no contaba era con encontrar una buena compañía en Lady Louisa que no se parece para nada al resto de damas casaderas, a la que le puede recitar poesía porque sabe tanto como él del tema o con la que se puede mostrar franco sin sutilezas ni mentiras que suavicen la realidad.

Su relación no empieza de manera apasionada, se conocen porque pertenecen a la misma sociedad aunque Sir Joseph sólo sea un simple caballero que opta al título de barón y Louisa la hija de un duque, pero cuando comienzan a hablar y a encontrarse con frecuencia, ambos encuentran en el otro una buena compañía que los estimula y con la que se encuentran a gusto, por eso el matrimonio parece una buena opción y cuanto más se conocen, más evidente es lo bien que congenian y lo mucho que se gustan.

En general se lee bien, no tiene nada que sobresalga ni que destaque, pero no es una mala historia, sencilla, entretenida, a veces un poco pesada en las partes donde salen todos los hermanos con sus respectivas parejas pero aunque no tenga demasiada acción es una lectura pausada y cómoda, la historia de amor no es chispeante ni intensa, pero tiene “su aquel” que logra mantener el interés durante todo el libro.

Bueno