El 23 de Agosto de 1572, empieza una matanza de hugonotes, orquestada por el rey Carlos IX y su madre Catalina de Medicis, temiendo una insurrección de estos, al intentar el asesinato de su lider, el almirante Coligni, llamada La matanza de San Bartolomé. Es esta noche, cuando las gemelas del duque D'Albard (hugonote francés), a la edad de nueve meses, verán como su madre es asesinada. Una de las bebés, sale huyendo del lugar y la otra permanecerá llorando, hjunto al cadaver de su madre, por lo que, sin saberlo, quedarán separadas durante años.Una, Maude, quedará al cuidado de su padre, la otra, perdida en las calles y tomándola por muerta, sus familiares.

Las ambiciones políticas y la necesidad de recobrar el gran nombre de su apellido, Gareth e Imogen Harcourt, deciden que el último, tiene que ir a Francia y ofrecer en matrimonio a su prima Maude, a un alto cargo de la monarquía francesa. De vuelta con la promesa del Rey Enrique de Navarra, para desposar a una noble protestante (Maude), regresa a Inglaterra y se encontrará por la calle con una titiritera, Miranda, que se parece asombrosamente a su prima Maude.

Sin dudarlo, teje un plan, donde se verá implicada, toda la familia. Pero los planes, a veces, no salen como uno lo espera y, la red de mentiras, la traición y sobre todo, el rebrote de un amor inesperado, pero intenso, terminarán por cambiar el final de dicho plan.

Miranda es una joven muy vital, llena de alegría y buenas intenciones, entrega felicidad y cariño a todo el que la rodea y, tanto Maude, como Imogen, al mismo tiempo que Gareth, se verán comprometidos con este vendaval que es la joven titiritera.

Es una bonita historia, que la autora, ambienta muy bien, como siempre. Nos muestra datos y personajes reales, que coinciden en algunos de los hechos acontecidos en ese tiempo, pero también, ficción.

Hay muchos secundarios que me han gustado, Maude, la primera, y el cambio que efectúa en su comportamiento. La familia que acoge a Miranda, destacando al niño y a Rich. Me ha disgustado, pero no seriamente, Imogen y, su marido Miles, lo he encontrado gracioso.

Solo le pongo una pega al libro y es, su precipitado final. Pero aún así, he disfrutado con otra historia de Jane Feather, que me ha enganchado, desde el principio.

Lo recomiendo a las personas que les guste un libro histórico novelado, pero bien ambientado.