Charlotte Boscastle es directora de la Academia Scarfield para jóvenes, su misión es inculcar a sus alumnas para que mantengan una buena reputación y que eviten los escándalos a toda costa. Ella es el ejemplo a seguir, una perfecta dama, recta, recatada y seria, con una reputación impecable. Lo que no sabe nadie es que detrás de esa fachada oculta una pasión desmedida por un libertino duque, Gideon, y que plasma sus más íntimas fantasías con él, en un diario.

Gideon, duque de Wynfield, un joven viudo desde una edad bastante temprana y con una hija a la que apenas ve, lleva una vida de libertinaje y se encuentra buscando una nueva amante. Acude a la fiesta de graduación de las jóvenes alumnas de Charlotte y se queda un poco prendado de la directora seria y recatada, aunque no la volverá a ver con los mismos ojos cuando cae en sus manos el diario de la profesora.

Charlotte en busca de su diario se persona en la casa del duque cuando éste no está, o eso cree ella, pero Gideon ha vuelto temprano y la pilla con las manos en la masa, aunque ese es el menor de sus males porque buscando a Charlotte aparecen todos los Boscastle y para evitar que la reputación de la dama se vea comprometida, tendrán que acceder a contraer matrimonio.

Esta es la primera novela que leo de esta autora y me ha resultado entretenida, está escrita con un estilo ágil y ameno, pero aún así, me ha faltado algo en la historia, que empieza muy bien y va perdiendo fuerza.
Por lo que he podido ver, este es el tercer libro de la serie The bridal pleasures, pero que además va enlazada con la de La Familia Boscastle y menciono esto por que creo que los protagonistas podían haber dado mucho más de sí, si la autora no hubiera hecho aparecer a un montón de secundarios que ocupan buena parte del libro y que además hacen referencia a sus escandalosas historias. La verdad es que me he perdido un poco con tanto personaje.
En cuanto a la historia de amor resulta un poco fría, poco romántica, en parte será porque Charlotte y Gideon tienen muy pocos momentos en los que estén solos, casi siempre hay alguien más en la escena.

La historia tiene algunos momentos divertidos, pero a mi en general me ha parecido bastante sosa, además de poco creíble, un ejemplo es la hija del duque, que con cinco años aparenta que tenga treinta por su forma de expresarse, y es que habla de las amantes de su padre o hace referencia al sexo como si tal cosa, eso me ha chocado mucho.

Dicho todo esto parecerá que no me haya gustado, no es así, me ha parecido una historia entretenida y en ocasiones divertida, que se lee muy rápido, pero de las que no dejan huella.

Mi valoración 3/5