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El duque de las sombras
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- Romántica histórica
Una emotiva historia de amor a caballo entre la India e Inglaterra
Emmaline Martin viaja a la India junto con su família para reunirse con su prometido, el coronel Marcus Lindley. Durante la travesía el barco naufraga y sus padres mueren, por lo que Emmaline se convierte en una rica heredera dispuesta a integrarse discretamente en la sociedad británica de la India. Sin embargo, Emmaline descubre que Marcus le está siendo infiel, y a partir de ese momento busca la ayuda de Jualian Sinclair, heredero del duque de Auburn, el hombre en quien menos debe confiar pero al que no puede resistirse. En Londres brindan con champán por Sinclair. En la India lo tachan de traidor. Sin embargo, Julian nunca hubiera imaginado que hallaría su hogar entre los brazos de una mujer de tímida sonrisa y ojos atormentados. En un tiempo de terrible oscuridad, él y Emma descubrirán que el mismo amor puede ser peligroso, y que una simple decisión puede cambiar una vida para siempre.
Opiniones de los usuarios
Bueno, pues ya estaba harta de quitar polvo a este libro, así que he de decir que Meredith Duran ha sido un descubrimiento para mi pero que tampoco es la quintaesencia de la novela romántica, ni un referente de nada original o nuevo (de hace cinco años, of course) porque es como haberla leído antes a través de otras autoras, salvando las distancias.
Me explico, algo curioso me ha pasado durante la lectura que no he podido evitar y saborear a placer, puesto que, sin entrar en comparaciones, el estilo de esta autora me ha hecho recordar a otras que tanto me gustan y están entre mis preferidas: Mary Jo Putney, Laura Kinsale y Robin Schone.
En Abrazos de seda, Mary Jo Putney también sitúa la novela en el mismo periodo de la Historia, en la revolución de los cipayos, aunque las historias están escritas en tonos distintos. Por la forma en que Duran te hace llegar la historia, su complejidad en la narración, por la evolución que experimentan los protagonistas y en los diálogos que te obligan a pensar y no a leer "de puntillas" me recuerda a Laura Kinsale. Por último, también me ha recordado a Robin Schone debido el estupendo clima de sensualidad y sexualidad que Duran, al igual que Schone, crea mientras describe el efecto que ocasiona el simple brillo de una lámpara, la sensación que produce el roce de la seda de un asiento con la piel de Emma....... Así como algún diálogo que llevan implícita la invitación al sexo mecánico por parte de Julian. Esto hace que te fusiones con el entorno de los protagonistas, considerándote como parte de él y respirando el mismo aire que Julian y Emma. Por todo ello, considero a título personal El duque de la sombras como una novela romántica 2.0 dentro de la histórica.
Partiendo del típico matrimonio concertado, sin amor, con rica heredera y huérfana frente a la fatalidad del destino, un duque libertino con conflictos internos debido a sus raíces pero con un buen fondo y unas inclinaciones muy claras, me ha encantado el desarrollo de sus protagonistas ya que han ido creciendo a lo largo de la historia en una mezcolanza de sentimientos encontrados que no me han dejado indiferente por la forma tan singular en que están descritos.
La ambientación en la India me ha gustado mucho, sobre todo la parte más realista. La segunda parte, la que transcurre en Londres, me ha parecido muy correcta; los protagonistas se dedican a gestionar sus sentimientos mientras la trama se mueve entorno a una intriga previsible pero muy bien llevada que me ha tenido con la boca abierta hasta el final.
Emma me ha encantado, es una mujer fuerte que trata de superar sus miedos a través de la pintura. Emma tiene un bajo concepto de sí misma debido al trauma que arrastra desde que dejó la India, cuando atrás quedó parte de su corazón tras una promesa incumplida.
En Julian me ha parecido un hombre justo y muy íntegro a pesar de ese envoltorio misterioso tan tópico que rodea al héroe por excelencia de la novela romántica, es de los que caes rendida a sus pies a la primera de cambio y va directo en vena gorda.
La relación, bueno, desprende tantas y tan buenas emociones juntas que me tenían con el corazón en un puño ¡Leches! Son dolorosas pero es normal porque son dos supervivientes y han de recomponer sus vidas.
Los secundarios están muy bien dentro de la historia, me ha llamado la atención Loockwood, el amigo de la infancia de Julian. Unas breves pinceladas sobre su historia con Anne me hace pensar que puede andar por ahí el libro de este secundario, porque la autora se encarga de ello con nocturnidad y alevosía.
En general es un libro que me ha gustado bastante. Veréis, no estoy puesta en el tema de las traducciones que las editoriales nos cuelan y parece que no nos enteramos. Yo solo sé que en la primera parte del libro hay unos diálogos que se me hicieron incomprensibles y que tuve que volver a leer, además de algún palabro o expresión que yo hubiera cambiado por un sinónimo más adecuado, vamos, que me resultó chocante y me molestaba la vista por soleares. Sin embargo, a medida que avanzaba la historia no me encontré con más incomodidades de este tipo (solo las que resultan de una narración complicada debido al estilo de la autora), por lo que no sé si achacarlo a un error en la impresión, porque también lo hay en la primera parte de la novela. En fin, como soy una inepta en este campo (que pena tener un nivel de inglés precario) solo comento esta deducción mía un poco gili debido a que, de verdad, estaba hasta las narices de leer así de malamente ¡Es que me cortaba el rollo!
Al margen de este comentario, pues sí, me parece un libro muy recomendable. Tendré en cuenta los libros de Meredith Duran de ahora en adelante, pero solo aquellos que me atraigan sus argumentos o se ajusten a mis gustos.
Emma adora la pintura y es a través de ésta que canaliza y expresa sus sentimientos. Es una joven un tanto adelantada a su época, que no comparte la visión de los que se consideran sus iguales, socialmente hablando, ya que no puede ignorar la hipocresía de la sociedad en que vive que la trata de un modo a la cara, pero a sus espaldas de otro.
Emma no está enamorada de su prometido, Marcus Lindley, un coronel del ejército británico pero está dispuesta a cumplir con su palabra, tal como se le enseñó desde la cuna, ya que para los de su clase el matrimonio es un compromiso destinado a unir fortunas o hacer nuevas, pero no es un compromiso por amor. Sin embargo, eso no impide que se sienta decepcionada y humillada al descubrir las infidelidades del que está destinado a ser su marido.
La noche en que se anuncia el compromiso de Emma Martin y Marcus Lindley conoce a Julian Sinclair, el enigmático heredero del duque de Auburn, que además resulta ser el primo de Marcus. Julian vivió los primeros años de su vida en la India hasta que su abuelo, el actual duque, lo llevó de regreso a Londres para educarlo como a su heredero. Pero Julian es medio indio medio inglés, lo que hace que sea un paria en ambos países. Vive entre ambas culturas y, en la actualidad, se encuentra en la India tratando, sin éxito, que ingleses e indios negocien y lleven a un punto de entendimiento. Es un joven cínico, aventurero e irresponsable. Aún sabiendo que Emma está comprometida a su despreciable primo Marcus se fija en ella. Le atrae su vitalidad y sus ganas de vivir y la llegada su vida es un soplo de aire fresco.
Cuando Emma no sólo descubre que Marcus es un hombre infiel sino violento huye y va a parar a los brazos de Julian Sinclair. Justo entonces estalla la rebelión en La India, produciéndose el enfrentamiento entre el ejército inglés y los nativos que se alzan y oponen al poder inglés.
Abandonada a su suerte por Marcus, Emma sólo cuenta con la ayuda de Julian para huir de Delhi y ponerse a salvo. Junto a éste viaja a zonas que creen más seguras, en una huida plagada de peligros y amenazas. La experiencia también hace que entre ambos nazca una mayor intimidad, confianza y que el amor surja entre la pareja. Pero Julian debe reunirse con algunos de sus hombres y deja a Emma en manos que cree seguras, prometiéndole regresar para buscarla y llevarla a Inglaterra. No obstante, la seguridad no es tal y Emma debe huir para salvar su vida. Cuando Julian vuelve a por ella se encuentra con un poblado arrasado y devastado, y ni rastro de Emma. Todo apunta a que la joven ha fallecido en medio de la revuelta...
El duque de las sombras es la primera novela de la autora Meredith Duran, en lo que es desde mi punto de vista un gran debut. No puedo decir que considere que esta novela es perfecta, pero sí contiene muchos elementos que hacen de ella una novela original y diferente, empezando por la ambientación y continuando por los personajes, y de ésta autora alguien a valorar después de este debut.
El duque de las sombras transcurre a caballo entre La India e Inglaterra. La novela puede dividirse en dos partes, de hecho se divide en dos partes que están marcadas por la rebelión de 1857. La primera transcurre en La India y la segunda en Inglaterra, cuatro años más tarde.
Así que estamos ante una novela de reencuentros o segundas oportunidades.
Julian cree a Emma muerta y ésta abandonada a su suerte en mitad de la rebelión, lo que hace que el reencuentro y la segunda parte de la novela esté cargada de emociones y que los sentimientos estén a flor de piel.
Para mí el punto más débil de la novela es que la primera parte es un poco lenta, al menos hasta que comienza la rebelión y Julian y Emma empiezan a enamorarse. Sin embargo a partir de ese punto la historia gana mucho en intensidad, agilidad y sentimientos.
Así como la novela se sitúa en dos momentos en la vida de sus protagonistas, también nos presente dos etapas de sus vidas muy diferentes. Antes de la rebelión Emma era una joven vital e inconformista, audaz y sin miedo, a pesar que la muerte de sus padres aún es un trauma para ella. Sin embargo durante la segunda parte de la novela, ambientada en Inglaterra, Emma es muy diferente y la novela gira en torno a su proceso de curación, a cómo se recupera y vuelve a confiar en Julian. También cómo vuelven a enamorarse, por supuesto.
Si tuviera que enumerar las razones por las que me gusta la novela El duque de las sombras remarcaría que se debe a la época histórica, junto con la ambientación, que dan pie a una historia de amor preciosa, que sucede en un marco convulso y agitado, rodeado de muerte y dolor lo que hace que el amor se viva como más frágil y efímero.
Es una novela de segundas oportunidades, de esperanzas que renacen, de protagonistas heridos y atormentados por lo que han sufrido en al vida y que van renaciendo poco a poco de sus cenizas. El amor allana ese camino, aunque también lo hace más complicado, pero en este caso creo que el resultado es una historia de amor emotiva, conmovedora y que deja huella.
Como digo antes, creo que el inicio es un poco lento, pero ésta es la primera novela de Meredith Duran y aborda una época arriesgada, diferente y escoge una pareja protagonista que, en mi opinión, no deja indiferente. Todo lo anterior comentado, junto con la amenaza contra la vida de Emma creo que ofrecen suficientes alicientes para que El duque de las sombras garantice una lectura amena, con intriga y muchos sentimientos.