Este es tercer libro de la trilogía de “las herederas” de esta autora, para mí, desconocida Celeste Bradley. La protagonista es Sophie Blake, una de las posibles beneficiarias de un fideicomiso muy jugoso que dejó su abuelo, Sir Hamish Pickering para aquella de las chicas de la familia que se llegara a casar con un duque. Esta herencia está casi en manos de una sus primas Deidre, cuyo marido, está a punto de ser duque.

Sophie, asume por este hecho y por su físico poco agraciado, con una nariz griega de los genes de los Pickering, que nunca lo va a conseguir y se dedica a leer y jugar a las cartas con un conocido vividor, Graham Cavendish, tercero en la línea de sucesión del ducado de Edencourt. Pero, un desgraciado accidente de caza de sus hermanos y su padre, le hace heredar la ruinosa propiedad y la vida de Graham se tambalea. Mientras esto ocurre, Sophie decide abandonar su ermitaña vida, embellecerse y salir a la sociedad para conseguir marido, aunque sabe que nunca podrá conseguir casarse con Graham, que es su verdadero deseo ya que éste necesita una rica heredera que pueda ayudar a levantar el ducado.

Con todos estos ingredientes, esta debería ser una novela de regencia apetecible de leer, pero, por varios motivos la autora no consigue escribir una buena obra. Algunos momentos de la relación entre Graham y Sophie, es lo único que se puede salvar de este libro. Las transformaciones de los personajes por los acontecimientos que les ocurren son muy poco creíbles, quizá la evolución de Graham sea la más acertada. Los acontecimientos que se relatan en la novela no llegas a creértelos. Algunos personajes secundarios que podrían ser atractivos con subtramas interesantes como, un modisto famosísimo que viste a Sophie y la transforma en la belleza de la temporada o el mayordomo de su prima Deidre y su historia de amor con una de las criadas, podían haber contribuido a que esta novela fuera de mejor calidad pero la autora no llega estructurar y encajar bien este puzzle y hacer atractiva y emocionante una historia con muchas posibilidades.
Yo no he leído ningún libro de Celeste Bradley ni de su serie “las herederas” por lo que no puedo hablar de los anteriores libros de la saga, pero esta tercera entrega y parece que última no ha llegado a engancharme y me ha desilusionado.

Puntuación: 4/10

Sophie es la tercera Pickering que debe encontrar a un duque con el que casarse para recibir la herencia Pickering, pero sus posibilidades son nulas ya que carece de atractivo físico, es alta, delgada, desgarbada y un poco torpe con la gente. Pero es una chica con sensatez e inteligente que hace que sea centrada y sepa ver esas nulas posibilidades que tiene. Por eso cuando conoce a Graham Cavendish (en el libro segundo de la serie) sabe que solo puede tener amistad con ese joven simpático y encantador, y es lo único que le pide a la vida, los pocos momentos que él le dedica a la semana y la lectura de libros.

Graham Cavendish es el inteligente y simpático cuarto hijo de un duque despilfarrador, por tanto sabe que nunca llegará a ser duque ya que tiene a tres hermanos delante de él para soportar el ducado. Por consiguiente no tiene obligaciones en su vida salvo divertirse, ligar y hablar con su mejor amiga, Sophie.

La relación de Sophie y Graham es la de los mejores amigos del mundo, con una compenetración y complicidad que no encuentran en la sociedad. Ambos son inteligentes y se entienden mutuamente. El problema aparece cuando el padre de Graham y sus tres hermanos mueren trágicamente (o no tan trágicamente según se mire) y por tanto Graham se convierte en el nuevo duque de Edencourt. Y se le viene el mundo encima porque no tiene dinero para sacar el ducado adelante. Rápidamente va a hablar con Sophie a pedirle consejo y a partir de este momento empieza la trama; ya que él se siente atraído por ella y no quiere tener a ninguna otra mujer, pero por otro no puede elegirla a ella porque necesita a una rica heredera (sin saber que si se casa con ella puede conseguir el dinero).

Ella, en cambio, decide hacerse un cambio y por tanto se transforma en una atractiva y cautivadora joven, para así hacer que Graham se dé cuenta de su existencia como mujer. Además ella tiene que decidir si decirle lo de la herencia para que así se case con ella sin tener en cuenta el dinero. En fin, que a partir de este momento se suceden una serie de situaciones esperadas y giros inesperados de los acontecimientos, que por lo menos a mi me han sorprendido, algunos gratamente y otros no tanto, ya que de nuevo aparecen los abogados Stikley y Wolfe haciendo de las suyas y se intercala un secreto desconocido para el lector hasta ahora.

La historia en sí es entretenida y se lee fácilmente pero me hubiera gustado más que se centrara en el tema del patito feo que se transforma en cisne.

En relación a la serie, el que más me ha gustado sigue siendo el segundo, ya que este libro, que para mí, era el que más prometía, al final no ha llegado muy lejos.

Nota: 3 de 5