Detalle de la opinión

4.1 4 0.5
el_escandalo_del_ano_llg
Romántica histórica 85
Diferente
Valoración
 
4.0
A veces tienes ante ti una novela cuyos protagonistas no parecen muy compatibles. Tanto que mientras la lees te preguntas ¿cómo puede una mujer tan impulsiva, alocada y poco convencional como Julia Yardley y Aidan Carr, el correcto y siempre comedido duque de Trathen ser la pareja del libro que tienes entre las manos?

Pero es que a veces puede que una mujer divorciada y escandalosa sea la más adecuada y perfecta para un duque tan tradicional. O a la inversa.

Si La boda de la temporada me maravilló por ser una historia tan dulce, romántica y poco convencional en algunos aspectos, Scandal of the year, aun siendo una novela muy diferente, también me ha gustado. Admito que no de igual manera que su predecesora, pero estamos ante una novela más madura y más amarga, una novela que pierde ese halo divertido y dulce de La boda de la temporada para, en su lugar, contar una historia, en ocasiones, desgarradora.

En La boda de la temporada se nos presentó a Julia Yardley como una mujer casada, poco dada a seguir los convencionalismos de su clase, imprudente y escandalosa. No solo bebía y fumaba, sino que conducía a gran velocidad su coche por todo el país. Y, además, sabíamos de ella que huía y evitaba a su marido.

Julia se casó muy joven con el hombre elegido por sus padres. A ojos de todos era un gran matrimonio, pero no casó por amor, sino porque era su deber como hija. No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta que Julia es muy infeliz y que esconde su desgracia tras una fachada de escándalo y descaro. Pero a lo largo de la novela vamos conociendo que se esconde tras esa rutilante apariencia.

Aidan Carr, el respetado duque de Trathern, se comprometió con Beatrix poco después de que la propia Julia los presentara. Parecían la pareja perfecta, pero el regreso de Will acabó con los planes de boda. Tras un tiempo prudencial y apagado el eco del escándalo que eso supuso, Aidan volvió a comprometerse y, por su segunda vez, volvió a ser abandonada. Esta vez fue a causa de una peligrosa combinación: Julia y champán. Como resultado del mismo, Julia fue repudiada por su marido, con lo que consiguió el divorcio, y Aidan volvió a ser plantado casi en el altar como quien dice.

Sin embargo, meses después, los caminos de Julia y Aidan vuelven a encontrarse y para desazón del duque siente, de nuevo, esa extraña e irresistible atracción hacia la escandalosa Lady Yardley.

Como bien digo antes, El escandalo del año no me tocado el corazón como lo hizo La boda de la temporada. Pero eso es porque la anterior novela era dulce, romántica y divertida, y ésta cuenta una historia mucho más cruda. No por ello no me ha calado. Sí lo ha hecho pero de diferente.

Me ha gustado el cambio experimentado por Julia y como, tras su escandaloso divorcio, encauza su vida y trata de darle un sentido. Sin embargo no es fácil para una mujer sin profesión, sin dinero ni contactos y completamente arruinada. Así que recurre al hombre que más debería repudiarla, el mismo por cuya causa su compromiso quedó roto, sí, el mismísimo duque de Trathen para que le ayuda a encontrar trabajo. Tras la desconfianza inicial, Aidan accede, pese a que es bastante complicado encontrar algo que la frívola Julia Yardley puede realizar.

A pesar de que la sociedad londinense podría volver a relacionarlos si descubren el nexo que los une, desatándose por tanto un nuevo escándalo, Aidan se convierte en el protector de Julia y, también, en casi un amigo, pues comporten un pasado en común que vamos conociendo.

Así, poco a poco, la relación en apariencia fría y distante de esta pareja va dando lugar a otra más cercana y cálida. También a que sentimientos que no parecían posibles entre la escandalosa Julia Yardley y el leal y un poco aburrido duque de Trathen.

El escándalo del año es ante todo una historia de amor entre dos personas que se nos antojan incompatibles. Creo que es ahí donde radica el éxito de la misma. Pero más que eso. Está en como Laura Lee Guhrke nos convence, ya de La boda de la temporada, que Julia y Aidan no solo se detestan sino que no existe la menor afinidad o atracción entre ellos. Evidentemente no es así, tal como descubrimos en esta nueva entrega de Abandonadas en el altar.

Puede que se deba a que no hay mayor atractivo que leer como una chica mala, escandalosa e indecorosa como Julia puede llevar por el mal camino a un hombre tan correcto, educado y formal como Aidan. Parece difícil, pero puede que no más difícil que ver como la influencia de Aidan empieza a hacerse notar también en ella, convirtiéndola en alguien casi "respetable".

Aunque en esta ocasión la novela está envuelta en un aura más seria y oscura, Laura Lee Guhrke entrelaza pequeñas puntadas de humor y ternura para la historia resulte más emotiva y romántica. A través de saltos en el tiempo, en que se nos narra el pasado de Julia y Aidan, aquel primer encuentro y los sucesivos, vamos conociendo dos épocas diferentes en sus vidas y, también, vemos como han cambiado con el paso de los años.

Creo que es refrescante leer una novela cuyos protagonistas son más maduros, sobre todo emocionalmente, porque propicia una mayor carga emocional. No por ello me ha resultado menos divertidos o menos dulce su historia. Diferente sí. Más madura, más profunda y rodeada de más amargura que la tierna y romántica que protagonizaron Will y Beatrix.

Leer una novela de Laura Lee Guhrke siempre es una delicia. Más aún cuando logra sorprenderte, emocionarte y descubrirte personas y tramas inesperados. Y, por supuesto, todo esto en el mismo marco histórico de innovaciones y modernidad que el comienzo del siglo XX propicia y que ya me conquistó en la anterior novela.
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