Me ha parecido entretenido , la historia es bastante típica, guerrero que ayuda al rey y es recompensado con un castillo, tierras y una esposa, por eso de las alianzas, vamos. En este caso el guerreo es Tristan, un hombre duro pero justo que lleva muchos años luchando y está deseando sentar cabeza. Su pasado un tanto penoso le ha forjado un carácter frío. Aunque sabe que las tierras vienen acompañadas de una esposa, no está deseando casarse pero acepta de todos modos. Claro que todo se complica cuando se encuentra a la hermanastra de su prometida y decide que la quiere para él.

Y es que resulta que están predestinados a ser almas gemelas. Haith adora a su hermana, lady Soleibert, tanto como odia a su padastro, Nigel. Por eso se resiste tanto cuando reconoce a Tristan como el prometido de su hermana. Su camino no será fácil, hay traición, intriga , amor y algo de magia.

Tristan es el que mas se lo curra para que esta historia llegue a buen puerto, hace todo lo que puede para poder estar con Haith. En este punto ella me ha parecido una cobarde, vale que tenga sus motivos (que no cuento porque sino ya habría destripado todo el libro) y todo eso , pero he visto que en seguida se daba por vencida, que prefiere salir huyendo que luchar.

El malo malísimo en este caso, Nigel, es malo a rabiar; egoísta, sin escrúpulos, rencoroso y avaricioso. En tónica general he de decir que los secundarios me han gustado mucho, le dan un toque a la historia que la hace más amena. Soleibert, Ellora, Donald y sobre todo Pharao.

Ha habido un momento del libro en que me he emocionado, cuando aparece en su ayuda sus "hermanos" y todos juntos se enfrentan contra Nigel. Me ha recordado a esas batallas épicas donde la lealtad y el honor eran tan valiosa para la victoria. Si le pondría un pero sería que los escoceses llegaron un poco tarde y no aparecieron más. Esta parte de la historia ha compensado otras que no me habían gustado tanto porque me parecieron sosa y aburridas y hasta en algunos monentos lentas.

En general le doy un bueno.