Amanda Quick fue una de las autoras con la que conocí el género romántico, por lo que se convirtió en una de mis favoritas, y a la que llevaba mucho tiempo sin leer.

Gracias a El jardín de las mentiras he recordado el porqué era una de mis preferidas, mi reencuentro literario con esta autora no ha podido ser mejor.

La novela trata sobre dos personajes bastante atípicos, muy en el estilo de la autora.

Ursula Kern es una mujer viuda que regenta una agencia de secretarías en Londres. Cuando una empleada suya es encontrada muerta no cree la versión que le dan, ya que tiene grandes sospechas que se trata de un asesinato, dispuesta a dar con la verdad comienza una arriesgada investigación en la que se verá envuelto su último cliente.

Slater Roxton es un aventurero arqueólogo al que le rodea un halo de misterio dentro de la sociedad londinense, tras haber pasado años fuera de la ciudad y sufriera un accidente en una de sus investigaciones, en el cuál le dieron por muerto, y que le cambió la vida y su forma de vivir. Algo que algunos le tachan entre otras cosas como un loco excéntrico y que ahora Ursula tendrá ocasión de descubrir que tiene de cierto.

Cuando la secretaria contratada para un trabajo le cuenta sus dudas e informa que va a infiltrarse para descubrir la verdad en un asunto tan turbio como peligroso, no duda en ayudarla y protegerla en su cometido.

Una novela llena de misterios y secretos que engancha desde la primera hasta la última página, entre otras cosas gracias a que la autora escribe de manera magistral metiéndote de lleno en la historia, creando personajes tan inteligentes, misteriosos y particulares que es imposible resistirse a ellos.

Algo totalmente destacable entre ellos serían los diálogos, no tienen desperdicio. Diálogos chispeantes, inteligentes, en los que la atracción y pasión sutil que sienten los personajes, junto un punto de humor que comparten a menudo, los hace aún más satisfactorios.

Amanda Quick es una narradora de historias única y logra crear una trama muy interesante y bien llevada llena de intrigas. Escrita de manera que el lector vaya descubriendo cada misterio a la vez que los protagonistas. Y mientras ellos están inmersos en la investigación, van viviendo una historia de amor preciosa e inolvidable.

Bajo mi punto de vista, la trama está muy conseguida y bien llevada, no decae en ningún momento, se mantiene de forma lógica hasta el final.

Aunque para mi gusto, hacia la mitad de la novela, toma más fuerza la trama de investigación que envuelve a Ursula y Slater, dejando momentáneamente a la sombra los sentimientos y romance que empiezan a surgir entre ellos y que es más evidente al principio de la novela. Algo que no es una queja, ya que lo veo en cierta parte lógico por el cariz que toma la trama principal de la novela.

En general la calificaría como una novela muy buena, donde se demuestra una vez más, que una buena historia de amor es perfectamente compatible con una trama de peligros, secretos y misterios.

Algo que me gusta de Amanda Quick y que me hace seguirla desde hace ya, muchos años, son sus personajes inusuales, sus protagonistas femeninas tan sumamente marisabidillas e interesantes y lo bien ambientadas que estan sus novelas, ya sean victorianas, como es el caso de ésta o de otras épocas, ya que, hasta la fecha de hoy, he leído todo lo que ha escrito. Se dice de ella que es repetitiva, que tiene un esquema y que todos sus libros son iguales, pero cambiando el tema... 'puede ser verdad, pero nadie me puede discutir que son muy entretenidos y divertidos.

En este caso, nos encontramos con la directora de una agencia de secretarias, un negocio que en esta época, era uno de los pocos que eran permitidos y decentes para las mujeres, Ursula Kern, como he dicho antes, una protagonista luchadora que se ha hecho a sí misma y que bajo su fachada oculta un pasado del que trata de huir.

Como protagonista tenemos a un arqueólogo y aventurero de talante gélido y sombrío, elegante con un aura de poder sereno y contenido que impresiona a Ursula, nada más conocerlo, Slater Roxton.

Hay un asesinato que resolver, y para ello, se unirán los dos protagonistas, que en lo que lleva a ello, se verán envueltos en una serie de peligros y otros tantos asesinatos y, poco a poco los dos tendrán que ir descubriendo sus propios secretos a los que ambos harán frente.

Como la mayoría de las novelas de esta autora, el sentido del humor de toda la narración te hará sonreír a menudo, los diálogos son chispeantes entre ellos dos y abundantes, la trama no decae en ningún momento, al contrario, la acción va aumentando en tensión hasta el final, que es bastante sorprendente y me ha gustado bastante, y la ambientación, como siempre, muy lograda.

En cuanto a los secundarios, quiero destacar a los empleados de Slater, unos antiguos actores, que contrató la madre de éste y que son muy graciosos y desde luego a Lilly la madre de Slater, una gran actriz de otras épocas y que aún mantiene su belleza.

La obra me ha gustado bastante y me ha divertido que en muchas ocasiones, es lo único que le pido a un libro y con esta autora, casi siempre lo tengo asegurado. Yo si que lo recomiendo.

Valoración 3,5/5